Soy Alina, una chica risueña, alegre y con mil sueños por cumplir. me casé con el hombre más maravilloso del mundo, bueno eso creí por varios años, hasta aquel día cuando después de muchas propuestas acepté complacer todos sus deseos.
Nunca imaginé que un simple juego sexual acabaría con mi vida de la forma más trágica.
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CAPÍTULO 20
A las ocho de la noche recibí un texto de Lorena para decirme que estaba abajo, tomé mi cartera y bajé, estaba de pésimo humor, esa tal Karina hizo que mi día se arruinara.
Cruce la calle y subí al auto de mi amiga.
- Hola nena, donde está mi hermano? -pregunto Alina sorprendida de ver a Lorena sola
--Hoy será noche de chicas, mi lindo marido comió sushi y le cayó mal, iba a cancelarte para quedarme con él,, pero me insistió que me divirtiera con mi mejor amiga -respondió Lorena
-Pobrecito, él sabe que no debe comer sushi, a mí no me gusta para nada, entonces será noche de chicas.
Partimos hacia la disco que solemos frecuentar y en el camino comenzamos hablar.
-Porque estás enojada ¿- pregunto Lorena
- Enojada? Estoy que exploto, Raúl me corto la llamada para ir a revisar documentos con una tal Karina puedes creerlo?
-Ay no seas exagerada, está trabajando, que más quieres que te demuestre ese hombre -Dijo Lorena con sarcasmo
-Lo estás defendiendo, hello tú mejor amiga soy yo
-Pues precisamente porque soy tu amiga te digo que eres una exagerada, capaz y Lorena es una señora mayor, deja de ser tan celosa Ali.
-Bueno no sé pero no puedo evitar sentirme así
-Es sencillo, habla con Raúl y listo de acuerdo ?
-Tienes razón Lore, mejor vamos a divertirnos.
Llegamos a la disco y nos sentamos en el área VIP, tomamos un par de margaritas, bailamos y cantamos como en los viejos tiempos.
Se nos acercaron varios chicos pero los rechazamos a todos, bastaba con mostrarles mi anillo para que se dieran la media vuelta
-Y hablaste con Raúl sobre sus fantasías?
-lo hice y todo se salió de control, bueno yo me salí de control, actúe como una niña inmadura Lore, el literalmente tiene un fetiche, le excita imaginarme teniendo sexo con otro hombre, lamentablemente no estoy dispuesta a complacerlo -dijo Alina con firmeza.
-Bueno en estos tiempos nada sorprende, es tan común ver esas historias en las redes, digo no es mi estilo pero quién quiera y lo disfrute pues que lo haga.
-Si mi hermano te lo pidiera lo harías?
-Seria algo que tendría que hablar bien, conocer límites, te repito no es mi estilo pero tú siempre has sabido de esos gustos inusuales de Raúl, además adoro a tu hermano, pero el no ha sido mi única pareja sexual, antes de él estuve con tres chicos y lo sabes no le faltaría el respeto de hacerlo a escondidas pero si yo conociera de sus fetiches seria más sencillo
-Lo se pero yo solo he estado con Raúl, me repugna imaginarme con otro hombre, es rebajarme y verme como una una cualquiera con otro.
- Estoy cansada de decirte que dejes de pensar en el que dirán los demás, en todo caso debe importarte lo que piense Raúl Ali pero Bueno si tú no quieres dile que se olvide de eso, nadie puede obligarte, te imaginas tú con dos hombres con enormes paquetes disfrutando, señora suertuda - Dijo Lorena molestando a Alina
-Eres una tonta, me basta con Raúl, otro más grande y me muero -bromeo también Alina soltando una carcajada
- Tiene que tener un buen miembro Raúl porque la noche que nos quedamos en la cabaña los cuatro oí tus gemidos, ese hombre te estaba matando.
-Hablas en serio Lore? Escuchaste todo - pregunto Alina cubriendo su rostro
-Todo, pero no fue mi intención, tú hermano cuando bebe ronca como un papá cerdito, no me dejaba dormir, era una locura, estaba atrapada entre gemidos y ronquidos - exclamó Lorena riéndose con exageración
-Dios mío que vergüenza Lore y Hasta ahora me lo dices, gracias a Dios mi hermano no escucho, me muero si lo fuese escuchado todo.
Aquella noche la pase super bien, mi mente se relajó mucho, ya no veía tan fuera de lugar la petición de Raúl pero definitivamente no lo haría.
A las dos decidimos volver, Lorena me llevo a casa y se fue. Quedamos en que me avisaría al llegar.
Llegué a casa y fui directo a mi habitación, moría por besar a mi esposo, entre pero todo estaba como lo había dejado, el no había llegado aún, nunca llega tan tarde pensé, esa tal Karina volvió a llegar a mi mente.
Tomé mi teléfono y lo llamé.
- Hola brujita como la estás pasando ?
-Amor acabo de llegar a casa y no llegas aun cariño, pasó algo.
-Esto es un caos cariño, pero por suerte no estoy solo, tengo muchas personas ayudando -comento Raúl caminado hacia la sala de juntas para hablar en privado.
-Te extraño, volví temprano para estar contigo, no creo poder dormir sin ti bebé
-Tambien te extraño brujita, desearía estar acurrucado contigo y no aquí con estas personas.
-Espero que esa tal Karina no esté ahí
-Karina de hecho es muy eficiente, lástima que tuvo que irse porque es muy buena - dijo Raúl dejando escapar un bostezo
Escuchar eso me enfureció mucho, Dios quería asesinarla.
-Debo irme nena, creo que como en una hora y media terminamos y voy a casa te amo descansa.
Él corto la llamada y yo me di un baño, debía actuar con madurez, no podía hacer otro berrinche a mí esposo, me acosté y después de mucho pensar me quedé dormida.
Amaneció y Raúl aún no volvía a casa, lave mis dientes y cara, quería llamarlo pero no quería atosigarlo, comí un poco y decidí llevarle sus cosas de aseo personal y ropa limpia al bufete, el es muy aseado y se que debe estar incómodo, organicé una pequeña maletita y en el camino le compré algo de comer y su café favorito.
Llegué al bufete más guapa de lo normal, esa Karina debía ver quien es la señora.
La mayoría me conoce, así que no debo dar explicaciones, llegué al piso donde está la oficina de mi sexy esposo toque su puerta, escuché voces, arregle un poco mi cabello y el amor de mi vida abrió la puerta...
