En la ciudad de Solis, un cometa llamado "Eos" trae consigo el despertar de poderes extraordinarios en muchas personas. Axel, un joven de 17 años, descubre que puede controlar varios elementos y hasta puede ser que mas... pero cada uso tiene un alto costo.
Mientras la ciudad se sumerge en el caos y surgen facciones rivales, Axel recluta a un grupo de resistencia para luchar contra una amenaza oscura que busca dominar Solis. La historia aborda la lucha por la supervivencia y el sacrificio en un mundo transformado.
NovelToon tiene autorización de Yu Knw para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 20: La Voz del Cometa
El silencio dentro del cráter era abrumador. Cada paso que Axel daba hacía eco en el suelo pétreo bajo sus pies. A su alrededor, las paredes negras brillaban tenuemente, como si ocultaran secretos que habían estado allí durante siglos, esperando a ser revelados. La chispa Karioli dentro de él latía con fuerza, sincronizada con la energía que emanaba de las rocas.
"Axel, ¿estás seguro de que deberíamos seguir avanzando?" preguntó Lucas, su tono serio, mientras miraba hacia las profundidades del cráter.
"Lo siento, Lucas, pero tengo que hacerlo. Esto... esto es personal. Siento que algo aquí me llama," respondió Axel, con la mirada fija en el centro del cráter. Sabía que había algo más allá, algo que debía descubrir por sí mismo.
Kai, que normalmente estaba lleno de energía y confianza, se quedó callado, observando a su amigo con una mezcla de preocupación y respeto. Sabía que cuando Axel se decidía a algo, no había vuelta atrás. Pero en este momento, incluso Kai sentía que lo desconocido era más peligroso de lo que podían imaginar.
"Solo ten cuidado," dijo Camila, acercándose y tocando el hombro de Axel. Su mirada estaba llena de preocupación, pero también de comprensión. Sabía lo importante que era para él obtener respuestas sobre la chispa Karioli, incluso si significaba adentrarse en lo desconocido.
Axel asintió, reconociendo el apoyo de sus amigos, y luego se giró hacia el oscuro abismo que parecía abrirse frente a él. Las rocas brillaban más intensamente a medida que avanzaba. El aire se volvía más denso, más pesado, como si una fuerza invisible tratara de detenerlo. Pero él siguió, empujado por una sensación que no podía explicar, como si algo dentro del cráter lo llamara por su nombre.
De repente, el suelo bajo sus pies comenzó a vibrar. Un zumbido profundo llenó el aire, y las rocas negras a su alrededor comenzaron a brillar con más intensidad. Axel se detuvo, sus sentidos en alerta. Algo estaba cambiando. Las paredes del cráter parecían moverse, distorsionarse, y luego, sin previo aviso, se abrió una grieta en el centro de la roca más grande.
La grieta creció, como si el cometa mismo se estuviera partiendo en dos. Axel observó, atónito, mientras una luz cegadora emergía desde el interior de la roca, iluminando el cráter con una luz blanca pura. Y entonces, lo vio: una figura emergía lentamente de la grieta, envuelta en una especie de aura resplandeciente.
Era alta, imponente, y su forma parecía humana, pero al mismo tiempo, no lo era. Sus ojos brillaban con una intensidad indescriptible, como si fueran estrellas atrapadas en su mirada. La figura caminó hacia Axel, pero no emitía sonido alguno. Sus pies flotaban ligeramente por encima del suelo, y su presencia era abrumadora.
Axel dio un paso hacia atrás, instintivamente, pero la figura levantó una mano en señal de paz.
"Axel," dijo la figura, con una voz que no parecía provenir de su boca, sino de todas partes a la vez. "Te he estado esperando."
El joven sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Esa voz resonaba dentro de él, como si hablara directamente a su alma.
"¿Quién eres?" preguntó Axel, su voz apenas un susurro.
"Soy el guardián del cometa Eos, el protector de la chispa que ahora llevas dentro. He estado esperando tu llegada desde que el cometa cayó en este mundo. Tú eres el elegido para llevar la chispa Karioli, pero aún no comprendes el poder que llevas dentro."
Axel sintió que su corazón latía con fuerza en su pecho. "¿Por qué yo? No entiendo... ¿por qué tengo esta chispa? ¿Qué es realmente?"
La figura inclinó la cabeza ligeramente, sus ojos brillando con una intensidad aún mayor. "La chispa Karioli no es solo poder, Axel. Es la esencia de la vida misma, la energía primordial que conecta este mundo con otros. Has sido elegido porque tu corazón es fuerte, y porque tienes la voluntad de proteger a aquellos que amas. Pero si no aprendes a controlarla, esa chispa te consumirá."
Axel bajó la mirada, observando la marca en su pecho, la cicatriz que había dejado el exceso de poder que usó en la última batalla. "Ya he sentido lo que puede hacerme... pero no sé cómo controlarla."
La figura asintió lentamente. "Por eso estás aquí. El cometa no solo trajo caos a este mundo; también trajo las respuestas que buscas. Pero antes de que puedas comprender el verdadero potencial de la chispa, debes recibir un regalo."
La figura extendió su mano, y en su palma apareció un collar. El colgante era una pequeña piedra negra, similar a las rocas del cráter, pero con un brillo interno que pulsaba suavemente, como si estuviera vivo.
"Este collar está hecho de una piedra del corazón del cometa. Te ayudará a equilibrar el poder de la chispa Karioli dentro de ti, evitando que su energía te consuma. Pero debes usarlo con sabiduría. El poder del cometa es inmenso, y solo aquellos que conocen sus límites pueden controlarlo."
Axel miró el collar, sintiendo una atracción hacia él, como si la piedra estuviera conectada a su propia energía. "¿Esto me permitirá controlar la chispa?"
"Te ayudará a guiar su poder, pero el control viene desde dentro de ti. El collar es solo una herramienta. El verdadero control lo encontrarás al comprender el propósito de la chispa y lo que significa para ti."
Axel tomó el collar con manos temblorosas, sintiendo el peso de la responsabilidad que venía con él. La energía que emanaba del colgante parecía resonar con la chispa dentro de él, como si ambas estuvieran conectadas desde el principio.
"Gracias," dijo, mirando a la figura. "Pero... ¿quién eres realmente? ¿Qué es este lugar?"
La figura sonrió, una sonrisa suave pero enigmática. "Soy solo una sombra de lo que una vez fue. Este lugar es donde la chispa comenzó su viaje, y ahora, es donde tu viaje continúa. No temas el futuro, Axel. Estás destinado a grandes cosas, pero también a grandes sacrificios. Recuerda siempre esto: el poder por sí solo no te define, es cómo lo usas lo que te convierte en lo que estás destinado a ser."
Y con esas palabras, la figura comenzó a desvanecerse, disolviéndose en la luz del cometa hasta que no quedó nada más que el silencio del cráter.
Axel permaneció allí, solo, con el collar en su mano. Las palabras de la figura resonaban en su mente mientras se ponía el collar alrededor del cuello. La piedra del cometa pulsó una vez más, sincronizándose con la chispa Karioli dentro de él.
El futuro seguía siendo incierto, pero ahora, Axel sentía que tenía una oportunidad real de controlar su destino.