La Tormenta Perfecta

—¡¡¡Sam!!!, ¡¡saam!!

Isabelle empezó a gritar a media noche, los dolores eran insoportables, se levantó con las pocas fuerzas que tenía y en ese momento la fuente se rompió.

Sintió como un líquido caliente resbalaba por sus piernas, una contracción llegó y en ese momento grito con todas sus fuerzas.

Sam entro a la habitación de Isabelle y encendió las luces, vio a Isabelle con la fuente rota y rápidamente se movilizó, la cargo al estilo nupcial y bajaron las escaleras, y depósito con cuidado a Isabelle, busco las llaves del auto y abrió rápidamente la puerta, entro por isabelle y la subió, debían darse prisa las contracciones eran horribles.

Por más asustado que se encontraba, no era hora de dejar que el miedo lo dominará, tomo aire y se tranquilizó, después de dejar a isabelle en los asientos traseros del auto, tomo la maleta que isabelle había preparado, tomo el móvil y condujo al hospital más cercano.

The London independt hospital

el hombre estaba muy nervioso, se encontraba dando vueltas sin parar, la sala de espera, la cual era una habitación amplia llena de cómodos sillones para sentarse, los ascensores estaban frente a él, isabelle había sido llevada por los enfermeros a la sala de partos en el quinto piso.

—¿padre primero verdad?

—si, bue..no

—todo saldra bien siéntate, tu esposa es fuerte, vi cuando la llevaron, es muy hermosa por cierto.

—gracias.

Sam no quiso decirles que isabelle no era su esposa, sino su amiga, quería estar en todo momento con ella, lo malo es que el bebé estaba en problemas, se había atorado en el canal de parto y debían hacerle a isabelle una pequeña operación para salvar al bebé, él estaba muy nervioso, lo único que pudo hacer es llamar a sus padres, para que ellos lo aconsejaran.

en el momento en que Sam iba a realizar la llamada, el llanto de un bebé se escuchó a lo lejos.

—¡¡¡felicidades amigo!!!, ya eres padre. Bienvenido al mundo de cambio de pañales y noches sin dormir.

Sam miro a aquel hombre y lo abrazo estaba muy feliz, aunque ese niño no llevará su sangre, lo amaría como suyo, era un alma inocente.

Mientras en Londres el mundo le daba la bienvenida al pequeño bebé de Isabelle, al otro lado del mundo en Nueva York alguien abría los ojos.

El hombre se encontraba con los ojos cerrados su cara reflejaba mucha paz, la enfermera lo atendía como todos los días, ella estaba sentada en el sillón de la habitación cuando el hombre abrió los ojos.

—¡¡¡Isabelle!!!

fue lo primero que Dylan grito, el hombre empezó a moverse, estaba desesperado y confundido.

—la enfermera llamo rápidamente a los médicos, los cuales entraron corriendo a la sala, en menos de cinco minutos la habitación se llenó de médicos.

—mi, mi esposa, ¡quiero ver a mi esposa!, Dylan llamaba una y otra vez a Isabelle, pero no sabía que isabelle jamás regresaría a sus brazos.

después de varios estudios, los médicos pudieron comprobar que Dylan se encontraba en perfectas condiciones, llamaron al hermano de Dylan,quien llegó al instante al hospital.

Demian al recibir la llamada de la enfermera, se conmocionó, no sabía que hacer pensaba desconectar a Dylan, sin embargo sus planes habían fallado ya que el había despertado.

Londres

—señor Samuel Rivera, puede pasar a la habitación a ver a su esposa, ella y el bebé se encuentran ahí, todo salió perfecto, lo felicito.

El médico estrecho las manos de Samuel y lo llevo a la habitación en donde se encontraba isabelle.

Se quedó parado ahí por unos minutos, pensó en tocar la puerta, pero le habían comentado que isabelle quedó exhausta con el trabajo de parto la operación que llevo, que no quiso importunar, tomo el pomo de la puerta y abrió, la vio a ella dormida, su rostro reflejaba paz, la enfermera tenía en brazos al pequeño bebé de isabelle.

—¿le gustaría abrazarlo?

Sam dudo, tenía miedo de hacerle daño al bebe, la enfermera lo noto así que tranquilizó a Sam.

—no se preocupe yo lo ayudaré a sostenerlo, es normal que como padre primerizo tenga miedo, pero no pasa nada, venga y conozca a su bebé, es muy hermoso.

Sam se acercó a la enfermera y extendió los brazos, la enfermera le dio al bebé en brazos y le pregunto a Sam:

—bueno y como se llamará su bebé señor Rivera.

—yo.. Bue..no el se llamará.

Samuel recordó el nombre que isabelle había escogído para el bebé.

—su nombre es Matthew

—es un hermoso nombre

la enfermera se despidió de Sam para darle privacidad a él y su esposa, el bebé estaba dormido en el cunero a un lado de isabelle, el observababa a ambos dormir, se veían hermosos, parecían una familia, pero para su mala suerte isabelle aún no lo aceptaba.

isabelle

Abrí los ojos y vi a Sam durmiendo a un lado mío, el sillón estaba probablemente muy incómodo para el, lo llame y el abrió los ojos.

—sam, despierta, Sam

El hombre abrió los ojos

 se veía muy cansado ya que se había dormido tarde, en varias ocasiones el bebé se levantó y como isabelle seguía cansada el ayudo a cambiarle el pañal y darle el biberón, con supervisión de la enfermera por supuesto, había hecho un gran trabajo; sin embargo, estaba cansado, así que llamo a la enfermera para que cuidara al niño mientras el tomaba una pequeña siesta.

—sam,¿ el bebé donde está?

—la enfermera lo llevo al área de pediatría hace unos momentos.

—¡¡como!!

—no te preocupes Belly el bebé está bien, solamente que sintió hambre y lo llevaron a tomar el biberón, en un momento lo traen.

eso relajo más a Isabelle, en ese momento la puerta sonó, ambos hablaron al unísono y la puerta se abrió.

—oh, veo que ya despertó señora Rivera, llamaré a mi compañera para que la atienda le gustaría abrazar a su bebé o se lo doy a su esposo

—demelo, por favor.

isabelle tomo en brazos al pequeño Matt, lo miro era hermoso, podía ver qué tenía el cabello color azabache como el de su padre, también noto unas cuentas facciones de él, las lágrimas cayeron por las mejillas de Isabelle.

—¿todo bien Belly?

—si, es solo que pienso en el, Sam, el bebé tiene su cabello y hay algunas facciones iguales a la de su padre.—lo odio por haberme hecho esto, como pudo engañarme si el mismo me había pedido que tuviéramos un hijo.

—no pienses en el Belly, mírame yo estoy aquí, siempre te he dicho que yo seré un padre para Matt no me importa si el no lleva mi sangre aún así lo amare como mío.

—gracias, Sam.

Sam abrazo a isabelle, la enfermera entro y al mirarlos así, les tomo una fotografía, eran la familia perfecta.