La Dama Y El Mafioso

No obstante algo inesperado sucedió, ella comenzó a narrar un accidente, sus manos agarraban con fuerza la sábana que cubría su cuerpo, comenzó a sudar y su cara se veía asustada…

Mientras más narraba ese accidente en dónde sus padres mueren, mi mente comenzó a retroceder a ese día, hace 12 años...

Yo fui el hombre que le salvo la vida cuando ella y sus padres tuvieron ese accidente, ese día yo egresaba de un campamento de entrenamiento, tenía 18 años y me encontraba furioso…

Pues había estado en el extranjero por más de 5 años, había perdido contacto con mi madre durante ese tiempo, no me gustaba como mi padre hacia las cosas y más cuando se trataba de mí...

Mi padre fue muy claro al decir que me iba a convertir en un hombre fuerte, sin debilidades, porque las debilidades te hacen caer y más cuando un hombre de la mafia se enamora de una mujer, mientras que existiera ese amor esa mujer sería la debilidad del hombre...

Cada persona que ames se convertirá en tu debilidad, ese fue uno de los motivos por los cuales mi padre me mando lejos de aquí, deseaba que no fuera un hombre débil que pudieran atrapar así como también matar...

Mientras maneja por la carretera en mi motocicleta quera una yamada R1 negra, miré un auto subaro impresa de color gris que estaba a punto de explotar, detuve mi motocicleta, me baje sacando una pistola de mi espalda…

Camine con cuidado y lentamente al auto gris que estaba enfrente de mí, mire por la ventana del carro, estaba una mujer totalmente llena de sangre, después le di la vuelta al carro para ver a un hombre muerto en el asiento del piloto...

Luego de unos segundos, el fuerte olor a gasolina me llegó, el auto no tardaba en arder en llamas, cuando estaba por irme escuche una voz que venía debajo de la mujer…

Me asomé por el cristal de una de las puertas de atrás del carro y ahí estaba ella bañada con sangre de su madre, mi diosa angelical luchando por salir del auto que no tardaba en explotar...

Intente abrir la puerta para ayudarla a salir de ahí, porque un infierno estaba por desatarse en ese auto, pero mis esfuerzos eran inútiles, la puerta se encontraba atorada con algo, tome mi pistola de atrás de mi cintura y dispare una vez hacia el cristal de la puerta...

De inmediato abrí la puerta, tomando a mi diosa angelical de su mano, intente atraerla hacia mí, pero su pie estaba atorado con el sillón delantero, el auto comenzó a incendiarse y no podía desatorar el pie de mi diosa angelical...

Los segundos estaban contados, si no sacaba a mi diosa angelical de ahí en menos de un minuto ella y yo estaríamos en vueltos en llamas por la explosión...

Entre al auto arriesgando mi propia vida, solté el pie de mi diosa angelical del asiento delantero y con fuerza la jalé hacia mí, puede sacarla antes de que el auto explotara...

Solo di unos cuantos pasos hacia adelante, cuando de repente el auto comenzó a arder cada vez más en llamas y al estar a una corta distancia las llamas estaban por alcanzarnos, solo pude cubrir con mí cuerpo a mí diosa angelical...

Si no fuera porque la cubrí su bello rostro se hubiera quemado y desfigurado con las llamas, después de eso perdí el conocimiento, cuando desperté estaba en el hospital que le pertenecía a mi padre...

Está dentro de una habitación en cama, puesto bocabajo, tenía un fuerte dolor de espalda que me estaba torturando, pues tenía toda la espalda quemada por las llamas de la explosión...

Podía sentir la mirada furiosa de mí padre, intentando matarme, por haber salvado a mí diosa angelical...

—¡Eres un inconsciente e irresponsable Emmett!, ¡¿Cómo pudiste poner en riesgo tu vida por la de una mocosa de 13 años?!...— Me dijo con un tono de voz fuerte y una mirada fulminante...

—¡No podía dejar que muriera ahí, no me importa lo que pienses!...— Le grité a pesar de mi dolor en mi espalda...

Esa noche radiaba ira por doquier, pero por mi mente solo pasaba el rostro de mi diosa angelical, después de esa noche, mi padre ya estaba planeando mandarme al extranjero de nuevo, solo espero 1 mes en lo que me recuperaba para mandarme lejos...

Así nadie podía saber que puse en riesgo mi vida para salvar a mi diosa angelical, ya que si se enteraban los enemigos de mi padre, que su hijo sea riesgo para salvar a una niña, ellos irían tras de ella así como tras de mí y eso no seria nada agradable...

Los enemigos que eran de mi padre matan a sangre fría, sin piedad ni remordimiento, con ellos no se juega, por eso mi padre decidió mandarme de nuevo al extranjero y ya no pude volver a ver a mí diosa angelical...

Ahora comprendo por qué desde el primer momento en que la vi, sentí que ella era mía, mi sub cociente te reconoció de inmediato y me impulso a ayudarte en esos problemas así como también me llenaba de ira cuando vi que alguien te golpeara...

Mientras tomaba las manos de Stella, pensaba en como poder hacer sufrir a todas las personas que le hicieron daño, cada una de esas personas pagaran el doble de lo que le hicieron a ella...

De repente recordé que Stella tenía dos amigas que deberían de estar preocupadas por ella, luego de unos minutos Oscar llego con la jarra de agua y la puso en el buro que estaba a mi lado...

—Oscar llama Alex y Diego, diles que quiero hablar con ellos...— Le ordene con una voz seria...

— Como diga señor...— Me respondió con una voz cálida...

Después de unos 15 minutos llegaron Alex y Diego a la habitación de Stella...

—Nos llamabas...— Dijo Alex mientras habría la puerta de la habitación...

— Sí, quiero que le avisen a las amigas de Stella que ella está bien...— Le dije mientras acariciaba el rostro de Stella...

—¿Y sabes como se llaman, esas amigas?...— Pregunto Diego cruzando sus brazos...

—Una se llama Alice y la otra se llama Layla, en el celular de Stella debe de estar sus números...— Le dije mientras acomodaba el flequillo de Stella

—Está bien, nos comunicaremos con ellas mañana temprano...— Dijo Alex cerrando sus ojos y con una voz seria...

—Sabes que tienes que reposar y no puedes quedarte aquí por mucho tiempo...— Mencionó Alex un poco preocupado...

—No te metas donde no te llaman, ahora váyanse y no olviden la investigación que les encargue...— Le dije con una voz fría...

—Solo no te exijas demasiado — Comento Diego golpeando mi hombro derecho...

—Sé que te preocupas por ella, pero también piensa en tu salud...— Me dijo Alex mientras suspiraba...

Cuando termino de hablar Alex, Diego y él salieron de la habitación de Stella, yo me volví a quedar solo con Stella, quería que ta despertara, para poder ver esos hermosos ojos de color miel...

Se que debo regresar a mi habitación, para poder reposar y descansar, pero no queria apartarme de mi diosa angelical, yo deseaba estar con ella para cuando despertara...