Mi Mancha, ¿Mi Perdición? 1

Facundo se levantó lo más temprano posible, lo primero que hizo fue llamar al hotel y como presentía Abril ya no estaba en la ciudad, se había marchado a primera hora de la mañana. A él se le dibujó una sonrisa irónica en su rostro, ella cumplió con su palabra y regresó a su hogar. Ya no tiene más sentido dilatar la situación, es muy urgente que hable con su madre y afrontar la realidad. Necesita respuestas y no va a seguir perdiendo tiempo, desayuna algo ligero y va a la campiña, por lo general tarda casi una hora en estar enfrente de los imponentes portones pero hoy solo le tomo la mitad del tiempo. Entra a la casa y Josefa lo atiende como es costumbre con su mayor sonrisa, le comenta que su madre está paseando por el jardín y sale a su encuentro. Ve como observa el horizonte y sostiene una pequeña muñeca en sus manos, es colorada del mismo tono que el cabello de Abril. Él se acerca lentamente y le dice.

   ⎯ Buenos días mamá.

    ⎯ Los estaba esperando.

     ⎯ Vine solo, Abril se marchó sin siquiera despedirse.

 ⎯ Lo siento, no te quise causar problemas.⎯ se gira y lo abraza.⎯ Vamos adentro hijo, es hora de que sepas la verdad. Entremos al despacho de tu padre.

  ⎯ De acuerdo, me parece justo. Necesito saber que pasa antes que la pierda para siempre.

  ⎯ Tranquilo creo que es momento de liberar mi alma.⎯ ella toma su brazo e ingresan a la mansión

Hace mucho que no entraba nadie al despacho de su padre y están las cortinas cerradas, no entra luz natural y todavía se puede apreciar el olor a puros que solía fumar para festejar o desestresarse ó sea que fumaba siempre y eso le causó la muerte. Su madre corre las cortinas y abre las ventanas para que corra aire y se ventile el lugar, el sol entra adueñándose de cada rincón y cambia totalmente el aspecto sombrío del despacho. Del lugar frío y oscuro no queda nada, ella se sienta en el enorme sillón que está frente al escritorio y le indica que se siente enfrente, él obedece como cuando era pequeño. Ella saca una llave de su bolsillo y abre un cajón, busca algo y saca una carpeta. Y comienza a hablar.

⎯ Por ahora solo puedo contarte una parte de la historia, pero llegado el momento sabrás mucho más.

⎯ ¿De qué hablas?¿ Por qué está pasando todo esto?

⎯ Antes de comenzar quiero saber ¿ por qué elegiste a esa chica para la investigación y que sientes por ella?

⎯ Abril fue mi amiga en España, la niña que expulsaron por ser diferente y ustedes no hicieron nada por ayudarnos a continuar juntos.⎯ ella ve cómo sus ojos se cristalizan pero continua con el reproche.⎯ Sabes que después que ella se fue, ese lugar se volvió una pesadilla para mí y lo soporté porque a ella le hacían cosas peores y lo aguantaba sin quejarse. Yo siempre pensaba que si ella pudo que era tan débil, como yo no iba a poder con esas bromas si era todo un Rinalde.

⎯ Hijo tú nunca me dijiste nada.

⎯ Eso ya no tiene importancia eran solo cosas de niños.

⎯ Lo siento mucho. Pero dime ¿Cómo la encontraste?

⎯ Después de mucho tiempo intentando encontrarla y buscar una excusa para hablarle, veo en las redes que es una excelente abogada, nunca pierde un caso y es muy tenaz en lo que hace. La muerte de papá me dio lo que tanto anhelaba la oportunidad de acercarme. Pero todo se arruinó ayer cuando la confundiste con mi hermana.⎯   las lágrimas caen de su rostro y se sorprende a escuchar lo siguiente

⎯ Yo no la confundí con tu hermana. ¡Ella es mi hija!

⎯ ¿Qué?¿O sea que somos hermanos? Todo este tiempo me obsesioné y pensé en formar una familia con mi hermana. ¡Esto es una maldita pesadilla! ⎯ él se levanta de su sillón y camina sin control tira unos libros del estante de su padre y dice.⎯ Los odio a los dos. Me enamore de mi hermana ahora como sigo sin ella.

⎯ Facundo escucha, no dije que fueran hermanos, dije que ella es mi hija.

⎯ Explícate por qué no te estoy entendiendo.

⎯ El día que Abigail nació fue el día más maravilloso y triste de mi vida. Amaba con el alma a mi bebé y sabía que al ser una niña, tu padre le tendría adoración. Pase las primeras horas viendo su pelito colorado, sus ojitos de diferente colores y su marca que sabía que sería su perdición, pero nada me preparó para lo que sucedería cuando tu padre la viera por primera vez. Estaba tan emocionada amamantando a mi bebé que él entró feliz con esta muñeca, ya sabía que era colorada por qué el médico le avisó del parto por teléfono y le supliqué que no le dijera nada de su rostro, solo el peso, el color de pelo y que estaba sana. Él me vio tan apenada que me hizo caso, ya la vería Lorenzo con sus propios ojos.

⎯ ¿Y qué pasó?⎯ la interrumpe para que se seque sus lágrimas.

⎯ Cuando llegó estaba emocionado, feliz me llenó de besos, pero cuando cargó a Abigail en sus brazos y vio la marca y sus ojitos diferentes. Solo me dijo …”no te preocupes lo arreglaremos”…. Yo pensé que hablaba de algo estético o que sabríamos apoyarla en un futuro pero ese no era su plan. Salió de la habitación tan rápido como entró.

⎯ ¿Él no quiso a su hija? ¿Qué clase de hombre era?

⎯ Tu padre cometió errores que pagó con creces pero déjame continuar o no tendré fuerzas para hablar.

⎯ Esta bien, prosigue.

⎯ A las horas, en ese mismo hospital, se escucharon los gritos de una parturienta, se ve que su bebé le estaba dando batalla y a los pocos minutos solo se escuchó un llanto fuerte. Mi niña era tan pequeñita que ni lloraba, se comportaba como una princesa. Dormimos toda la noche y a la mañana temprano nos fuimos del hospital. Esa noche estuve con mi bebé en casa pero de la nada él llegó con otro bebé.⎯ él seguía su relato cada vez más incrédulo, no podía creer todo lo que le estaba contando.⎯ Ese bebé eras tú. Y tenía la loca idea de cambiar a los niños. En su mente ya todo estaba solucionado, pero no pensó en mis sentimientos. Me encerré en el cuarto con solo algunas cosas para mi pequeña bebé y me aferre a ella con todo el alma. No dejaría que se la lleven. Pasaron unos dos días y me venció el cansancio y el hambre. Mi cuerpo estaba muy débil y comencé a tener una hemorragia muy fuerte, como pude abrí la puerta, si yo moría al menos mi bebé estaría sana y salva pero después de eso no supe nada más y perdí el conocimiento. Esa fue la primera vez que me desmayaba. Al despertar estaba en Italia, no sabía cómo ni cuándo pero me habían trasladado hasta esta casa. Desperté el día 9 de Abril sin mi niña y con un niño que no quería.

Él al escuchar esas palabras sale del despacho y sube a su habitación. Se niega a seguir escuchando esto es mucho más duro de procesar de lo que se imaginó.