Moonlight (BL)

Sentí como el auto se estacionaba delante una bonita casa, no era ni tan grande ni tan pequeña. Me baje de el después de Emily. Al final habíamos decidido que ella iría a mi casa y de ahí nos vendríamos a la reunión. Ya que le daba un poco de miedo llegar antes que yo y encontrarse a la chica que la invitó. Así que para evitar inconvenientes decidimos que esa era la mejor opción, venirnos juntos.

Una vez que Emily toco el timbre, abrió la puerta un chico mucho más alto que nosotros. Era lindo de labios gruesos, tez morena y de complexión media, pero no mi tipo ya que si lo llegaba a ver de espaldas es muy similar a Jack. Se hizo a un lado dejándonos entrar y saludando a Emily.

Cuando estuvimos adentro note que en el lugar había alrededor de unas treinta personas, incluidos los chicos con los que se juntaba Hazen, lo que me hizo preguntarme si acaso él también se encontraba aquí.

—Lee ven.—Dijo Emily agarrando mi mano derecha y caminando junto conmigo hacia las personas.

Algunas se encontraban en la sala de la casa, otras platicando en las escaleras y estaba seguro de que habría más en la cocina. La sala es lo suficientemente grande como para tener a todos ahí mismo sin sentirnos apretados. Todos se encontraban hablando y con una bebida alcohólica en la mano, incluso se podía oler alguna droga en el lugar.

Lo comprobé cuando mire como algunos chicos estaban en una esquina del lugar drogándose. Ahora que lo pensaba puede que los cigarros que fumaban algunos también sea alguna especie de droga. No sería raro si llegaba la policía.

—Emily viniste.—Dijo una chica parándose de uno de los sofás de la sala en cuanto vio a la chica con la que venía.

Era linda, un poco más alta que nosotros, rubia y de ojos cafés. Vestía una falda roja con un top negro y una zapatillas de punta del mismo color. A diferencia de Emily que vestía unos pantalones rotos y una blusa verde que tenía escrito "soy mejor que tú" en letras blancas. Sentí un poco de envidia por como estaba vestida la chica que invito a Emily a venir.

Se acercó a nosotros y se detuvo a dos pasos de distancia. Me miró de forma extraña de arriba a abajo sin disimular la poca molestia que se asomaba en su rostro, tal vez celos.

—Él es Lee.—Dijo rápidamente Emily al notar la mirada que la chica rubia me dirigía.—Es el hijo de los señores para los que trabajo y se podría decir que también mi amigo, espero no te moleste que lo haya invitado.—Explicó.

Mire como la chica rubia cambió su mirada de molestia —celos— a una alegre en una sonrisa falsa que al parecer solo yo note.

—Mucho gusto Lee.—Dijo sin extenderme la mano teniendo su mirada en Emily.—Soy Victoria, pero puedes decirme Vicky.—Aclaro. Pude sentir como en su forma de hablar quería que me fuera dejándolas solas.

—Un gusto Vicky.—Le respondí incómodo.

—¿Por qué no vas y nos traes algo de beber?—Pregunto con una sonrisa falsa Victoria.

—Puedo ir yo.—Se ofreció rápidamente Emily.—Yo invite a Lee. A parte ustedes pueden hablar en lo que vengo y conocerse un poco.—Sugirió con un tono un poco alegre, aunque sabia que le daba un poco de nervios quedarse sola con Victoria, pero no era la única.

Rápidamente volví a sentir la mirada de molestia de Victoria queriendo que me fuera de ahí. No sabia porqué le molestaba mi presencia no es como que nos conociéramos.

—No. Yo puedo ir. Ustedes hablen.—Antes de que pudieran decir algo más me aleje de ellas, no quería seguir sintiendo la mirada con una sonrisa falsa de Victoria.

Me dirigí a la cocina encontrándome a unos cuantos chicos hablando entre ellos. Cuando terminaron de preparar sus bebidas se fueron dejándome completamente solo.

Sin saber que hacer agarre una lata de cerveza abriéndola. La miré por unos segundos pensando en que bebida podía preparar con ella. Generalmente las que bebía ya estaban preparadas por otros personas, la mayoría de las veces por la servidumbre del lugar, en especial en las reuniones que llegaba a ir con mis padres, solo recibía la bebida y la bebía, pero aquí era completamente diferente, yo tenía que hacer las bebidas para las chicas y para mi.

—Pero si es la muñequita de porcelana.

Di media vuelta encontrándome a Hazen de brazos cruzados recargado en la puerta de la cocina mirándome burlón. Traía un cigarro detrás de su oreja, no iba a pasar mucho tiempo para que se lo fumara.

—¿Qué haces aquí?—Le pregunte sin pensar arrepintiéndome al instante.

—¿Tu qué haces aquí?— Pregunto burlón. Se acercó a mi agarrando la lata de cerveza y dándole un trago sin dejar de mirarme.— Quedarte viéndola no va a hacer que se prepare sola.— Dijo obvio.

—No la estaba viendo.— Mentí.

—Me sorprende que estés aquí y no con tu grupito de falsos príncipes en una de sus mansiones.— Se recargo en la barra de la cocina sin dejar de verme.

Ignore el apodo que les había puesto a mis "amigos", no estaban muy lejos de él.

—¿A caso te preocupa en donde esté?—Le dije burlón, tal vez sus mañas se me estaban pegando.

Mire como se río. Su risa era linda, creo que es la primera vez que la escuchaba. Físicamente hablando Hazen es perfecto, no lograba encontrar algún defecto en él, y si hablamos de su forma ser, hasta ahorita tampoco lo había encontrado.

—Solo si llevas una falda puesta.— Me sonrió de lado, en cambio yo lo mire curioso.— No quiero que alguien más se robe mi apodo.— Dijo divertido.

—Estoy seguro de que se robaran algo más que eso.—Dije de la misma forma.

—Si que sabes como jugar sucio.—Me acorralo contra la barra de la cocina sin dejar de mirarme a los ojos. Había un poco de desafío y lujuria en su mirada.

Pase mi lengua por mis labios sintiéndolos secos, rápidamente Hazen dirigió su vista a lo que hacia para volver a mirarme a los ojos. Sentí como su mano derecha viajaba hacia mi mejilla izquierda dejando suaves caricias en ella. Me sonrió.

Mire de sus labios a sus ojos rápidamente dos veces, sintiendo la tensión sexual que había en medio de los dos.

...🥀♡🥀♡🥀...

Seguí el beso con la misma intensidad que la de Hazen. No sabía cómo habíamos llegado a esto, o tal vez si. Recuerdo que después de nuestro coqueteo en la cocina nos empezamos a besar importándome poco las bebidas que me habían encargado. Simplemente Hazen propuso irnos a otro lugar a lo cual acepte y sin importarme me subí a su auto y me trajo a la que creo que es su casa.

Por lo poco que había alcanzado a ver de la casa es que es muy bonita, grande como de dos pisos y tenía alrededor muchas plantas y árboles.

Sentí como mi espalda toco una de las paredes de la habitación mientras su mano derecha bajaba de mi cintura a mi trasero apretándolo y juntándome más a él, sus besos dirigiéndose a mi cuello, solté un pequeño gemido y me alzó haciendo que enroscara mis piernas en su cadera. Caminó hacía la cama que se encontraba en la habitación dejándome caer en ella.

Se subió arriba de mí continuando con sus besos en mi cuello, se separo un poco llevando sus manos a mi camiseta para quitármela y después se quito la de él. Se volvió a colocar encima de mí besando mis labios y yo no dude en seguirle el beso colocando mis manos detrás de su cuello.

Hice mi cabeza hacia atrás dándole mejor acceso a mi piel, cuando estuve satisfecho lo voltee quedando ahora yo encima de él. Le quite las prendas que todavía seguían cubriendo su cuerpo e hice lo mismo conmigo.

Dirigí mis labios a los suyos para continuar con nuestra sesión de besos, los cuales empezaban a gustarme. Coloque mis rodillas a cada lado de su cadera sintiendo sus manos masajear mi trasero desnudo mientras lentamente se iba sentando sobre la cama sin separar nuestros labios, quedando sentado sobre sus piernas. Lleve una de mis manos detrás de su cabello. Empecé a mover mis caderas sintiendo su miembro duro debajo de mi trasero.

—Quiero que me montes.—Susurro en mi oído.—¿Alguna vez lo has hecho?—Su voz ronca fue como música para mis oídos.

Lo mire a los ojos llevando mi mano derecha a su mejilla y dejando suaves caricias en ella. Negué con mi cabeza en respuesta a su pregunta.

—Pero quiero hacerlo.—Susurre rápidamente antes de que cambie de idea.

Mire la pequeña sonrisa que se formó en su rostro e inmediatamente lleve mi dedo pulgar a sus labios. No duró mucho tiempo ahí ya que Hazen lo quito gentilmente para acercar su rostro y dejar un pequeño beso sobre mis labios. Agarró un condón y una botella de lubricante de su mesa de noche para preparar lo que haríamos esta noche.

Me gusta experimentar estás cosas con Hazen especialmente porque es la segunda vez que me hace sentir querido.