Diurnos | VOL. I

Una noche mientras lo hacíamos, él dulcemente acariciaba mi espalda en tanto yo, introduciendo mis colmillos sobre su bajo cuello, lascivamente bebía de él hasta que, en pleno fervor del clímax, en tanto yo más me deleitaba con su jovial y armoniosa sangre, inconscientemente gimoteé entre dientes el nombre de Eric, – por un momento había creído que Tim era él – y aunque hipnotizado estaba, se detuvo mirándome fijamente; realmente me asusté.

Tim: – ¿Qué? – (Mirándome aturdidamente) – ¿Quién es Eric, Blake? – (Desconcertado)

Silencio.

Tim: – ¿Por qué? – (Abatido, reincorporándose) – ¿Quién es? – (Despertándose del trance)

Dentro de su cabeza, su subconsciente había dado cuenta de que yo acababa de mencionar a otro hombre en su lugar, por lo que abruptamente rompió con mi hipnosis; no lo podía creer, aún desconcertado, Tim pudo preguntar por Eric. ­– ¡Carajo...! Me sentí muy mal por él –.

Debido a este hecho, creí que él podría llegar a ser el indicado, ya que no recuerdo que haya habido algún ser humano que haya podido despertar de una de mis hipnosis en el pasado, pero éste individuo pudo romper con aquél estado de trance del cual yo creía lo tenía controlado, dejándome verdaderamente impactada. – ¿Sería a causa de su devoción hacia mí que Tim pudo despertar de aquél estado? Tal vez la decepción fue más grande de lo que me había imaginado, ¿amor, decepción, engaño? No lo sé, aunque... Tal vez pudo haberme servido también. ¿Quién sabe? –.

Después de haber despertado, lo abracé fuertemente y nuevamente traté de hipnotizarle.

Por suerte lo conseguí; dormido cayó a mis brazos como un bebé. Reaccioné; desinfecté la herida por la mordida mientras acariciaba su cabello. Tuve la suerte de que había bebido bastante sangre – previo a beber de él –, por lo que pude saciar muy bien mi sed. Luego procedí a higienizarme duchándome y, pensando en lo acontecido, suspiré.

Al terminar de vestirme, me acerqué a él y nuevamente lo abracé; con mis fríos labios su frente besé.

…

Me encontraba muy abatida.

Sabía muy bien que Tim no era mi prometido, aunque el parecido era sorprendente; si lo convertía habría sido por ese motivo únicamente y no por la verdadera razón que tenía en mente. No quería engañarme a mí misma ni seguir aprovechándome de un inocente que perdidamente se había enamorado de mí, cayendo rendido a mis pies, al igual que sucedió con Madeleine; me había aprovechado de ambos. Pero, debo decir que, pude llegar a estimarlos, como también a preocuparme por el bienestar de ambos – principalmente por el daño que les estaba haciendo al alimentarme de ellos –, incluso llegué a quererlos, pero... Jamás llegué a amarlos. No había tal sentimiento por mi parte. Esto último había quedado resonando en mi cabeza de manera preocupante durante un largo tiempo, lo que conllevó, de cierta manera, a que de repente me plantease una interesante interrogante:

Los vampiros, ¿podemos amar realmente?

Interesarse en alguien no es lo mismo que amarle. Puesto que vivimos por y para la sangre, se me hace extraordinario pensar en la idea de poder acercarme a un ser humano con la intención de amarle y no tentarme por el dulce y exquisito aroma de su sangre.

…

Esa misma noche me alejé de Tim y hui, llevándome un montón de dudas conmigo, pero sobre todo tristeza, mucha tristeza, acompañada de melancolía y sentimientos de vacío. El amor yacía extinto muy dentro mío.

Hui de Tim sin despedirme. Abandoné la universidad a la que asistía sin siquiera decirle, como también a la ciudad de manera repentina. Y muy enojada conmigo misma me fui, porque a pesar de que había intentado borrar su mente reiteradas veces, sus sentimientos hacia mi eran tan fuertes que no pude hacer nada para que me arrancase de su inconsciente; él me seguía amando a pesar de haberlo destrozado emocionalmente.

Fui muy descuidada por aquél entonces, no solo por no conseguir resetear muy bien su mente, sino también por dejar algunas marcas evidentes de mis colmillos en sus brazos y su vientre. Por suerte, Dave y Lisa pudieron modificar cualquier tipo de recuerdo y pensamiento relacionados a mi existencia dentro de su cabeza. Casi fracasé de no haber sido por ellos, a Tim lo habían dejado como nuevo.

…

Recapacité.

Después de aquellos acercamientos nunca más volví a relacionarme directamente con los humanos, más si para alimentarme de ellos con mis hermanos. Por un tiempo no volví a concurrir a universidades y hasta dejé de perder el tiempo en trabajos insignificantes para ver si por "esas casualidades" de la vida, daba con la presencia de algún ser humano interesante quien pudiera servirme a futuro – para reclutarle si este/esta cumplía con mis estándares personales –.

Como no fue así por un largo tiempo simplemente desistí.

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Silencio.

Lisa: (Frunciendo su ceño) – ¿Y con ésta jovencita? ¿Qué piensas hacer, Blake? – (Hace una pausa) – Quiero decir... Si es la persona correcta como afirmas que es... – (Se levanta y se inclina hacia delante) – ¿Crees ser capaz de convertirla en uno de nosotros? –

Blake: (Saca de su bolsillo el atado de cigarrillos, llevándose uno a su boca) – Da. – (Enciende el cigarrillo) – Es lo que planeo hacer. – (Pita del mismo) – Ella no es ordinaria, por eso siento es la correcta. – (Exhala el humo) – Merece la pena tenerla en cuenta. –

Lisa: – Aha… Mira. – (Suspira) – Estoy algo preocupada cariño, porque estamos hablando de una niña, ¿entiendes? – (Preocupada) – Esa colegiala de seguro vive en un cálido y hermoso hogar junto a su feliz y adorable familia, ¿verdad? – (Preocupada) – Escúchame... Solo trato de hacerte entrar en razón, Blake... No debes de apresurarte. –

Blake: – Así es, su familia es muy amable y adorable... – (Pita nuevamente de su cigarrillo) – Ya he conocido a sus pequeños hermanos y a su encantadora madre. – (Sonríe) – Pero descuida, Lisa... Realmente esperaré a que crezca; no me apresuraré... Con el tiempo veré que hacer con ella; apenas nos estamos conociendo por lo que iré viendo cómo evolucionan las cosas entre nosotras. – (Pensativa) – *Aunque nunca estoy del todo convencida en querer convertir a alguien, puesto que realmente nunca se sabe qué pueda llegar a suceder. Puedo fracasar como puedo vencer. * – Es algo que planeo de hacer a futuro, ya lo sabes. –

…

Lisa: ­– Aha… – (Pensativa) – Y dime... ¿Cuántas probabilidades hay de que la conviertas y no sea lo que tú esperas que sea? –

Blake: – Bueno, verás... – (Arrojando las cenizas dentro del cenicero) – Me temo que muy pocas... – (Suspira) – Solo he conocido a 4 como yo de lo que llevo recorrido, incluyendo al despreciable demonio que hizo esto conmigo, pero... – (Hace una breve pausa) – Sé de este último que hay muchos más, hallándose dispersos en gran parte del mundo. – (Frunce su ceño) – Muchos de ellos han sido reclutados por importantes comunidades vampíricas para trabajos específicos; otros aún siguen escondidos, supongo... – (Señalándose a ella misma) – Tal es mi caso, claramente. –

Lisa: – Comprendo... – (Preocupada)

Blake: – ¿Qué es lo que te preocupa, Lisa? – (Revolea sus ojos) – Ugh, ya dilo. –

…

Lisa: (Sin titubear) – ¿Y si te equivocas con ella? – (Hace una breve pausa) – Sabes perfectamente que no hay vuelta atrás después de esto... Es por eso que tiene que ser un disparo certero, Blake. – (Suspira) – Solo asegúrate bien antes de condenar a una inocente a éste infierno. Podrías arrepentirte por ello más tarde. – (Preocupada) – Piénsalo bien, cariño... –

Blake: (Irritada) – ¿Crees que no pienso en eso, Lisa? – (Se toma de su frente, apoyando los codos sobre la mesa) – Como si fuese agradable arrebatar una vida en un acto tan egoísta... – (Gruñe) – ¿Crees que no pienso en las consecuencias? No solo arrebataría una vida inocente, sino varias de ellas que por mi culpa sufrirían por su muerte... – (En blanco, golpeteando suavemente sus dedos sobre la mesa, simulando tocar un teclado)

…