Me Quedaré Con Mi Suegro

Tenemos dos días de llegar a Artmed, este imperio. Me gusta mucho, tiene un gran número de soldados, adiestrados a ser sanguinarios en la guerra por ello nadie es tan valiente para llevarle la contra, aquí tengo que hacer una alianza para que podamos conseguir armas y las armaduras de nuestros soldados además que quiero que nos envíen algunos generales para el entrenamiento de nuestros soldados, nunca está de más mayor capacitación.

He podido observar a los príncipes y princesa entrenar con los generales, todos por igual, el emperador Armand quiere que sepan defenderse en caso de emergencia y ellos obedecen. Ayer fui a entrenar con ellos como príncipe de Drien también debo estar preparado, pero debo decir que me ganaron por mucho, apenas podía defenderme y terminé con varios golpes y pequeñas cortadas en mis brazos porque me descuidaba. Y hoy no fui me dolía todos mis músculos.

Sin embargo, Cipriano estaba feliz al fin tenía quien rindiera como él, en las espadas y lucha cuerpo a cuerpo hasta se sacó la camisa para pelear mejor, eso era lo que me distraía.

Mis soldados también se esforzaban por dar lo mejor de sí y ganar el entrenamiento.

Así que decidí dejar de observarlos e irme a dar un pequeño recorrido esta tarde al fin tendría una audiencia con el emperador y pues veremos a qué acuerdo llegamos por lo pronto me queda esperar. Caminaba por el jardín cuando la vi de cerca una de las princesas, tenía un libro pero apenas me vio camino hacia mí para saludar, era hermosa si, si no es porque me gusta Cipriano tal vez solo tal vez hubiera sido una opción, pues también está mi prometida.

Príncipe Julen es un placer conocerlo. Mi nombre es Lidia. Es un gusto tenerlo en el palacio, le gustaría acompañarme así le muestro el pueblo y sus alrededores.

Mi lady el placer es mío y acepto su invitación, es usted una joven muy bella.

(aquí vamos de nuevo con el príncipe quien no se da cuenta que su amabilidad en exceso se confunde con interés, por eso ella se enamora de él y lo intenta matar).

Así salieron del palacio él la llevaba del brazo caminaron por algunos puestos de comida, reían y él tenía detalles con ella, que malinterpretó pues este solo quería ser amable. Para una joven quien no comparte con otros hombres que no sean su padre y hermanos celosos, es fácil confundir amabilidad con interés romántico, su ingenuidad le jugará en contra.

Al contrario del príncipe que sentía que esta vez tendría una amiga y tal vez podría contarle de su amor por Cipriano. Sentía que tenían muchas cosas en común como la comida, sus pasatiempos y ella mostraba mucho interés a sus relatos.

Al regresar ya me esperaba Cipriano con una carta de mi padre. Me despedí de la princesa y me dirijo a mi habitación a leer la carta de mi padre.

...Querido hijo, pasado más de un año que saliste del imperio, si bien tenías muchos lugares que recorrer no necesitabas tanto tiempo, así que tienes un mes a más tardar para regresar, es importante que termines lo que estés haciendo y regreses, es acerca de tu compromiso, prometo que solo serán buenas noticias para ti....

...Un mes no más si no iré yo mismo por ti....

Víctor Sellan emperador de Drien.

Un mes, solo un mes, aún no estaba listo para regresar y oponerme al matrimonio, tal vez nunca lo estaría, pero no era una pregunta era una orden como sea debía volver.

Esa misma tarde me reuní con el emperador y accedió pero a cambio nosotros debíamos hacer grandes cantidades de exportación de joyas, lo cual no era un gran problema.

También me reuní con Cipriano le comenté que debíamos volver y que no estaba listo para casarme, pero no sabía como romper el compromiso.

Entendí bien, no es fácil cuando todos esperan que te comportes y hagas todo lo que esperan de ti, era el príncipe. El heredero suspiré pesadamente y entonces hablé, porque no salimos mañana por la noche nos escapamos tomamos vino y nos divertimos estos días, antes de volver. Y el accedió, me acerque un poco y dejé un beso cerca de su oreja y me marche.