Solo Hay Un Amor

—Lucas ¡por favor! las lágrimas de Solange volvieron a salir. No quiero saber más de esto, lo que quiero es descansar.

Lucas, suavizó su temperamento y la reconfortó con un abrazo. —Ven, me quedare contigo esta noche. Sin decir más, se recostó con Solange entre sus brazos.

Mientras que en el despacho de Dionisio, todo estaba agitado. —¡Estas loca! Denise cómo vas a poner a Solange sobre aviso.

¡Te felicito por lo de anoche! pero lo que haces con una mano lo borras con la otra. Por tu culpa le pegué a mi sobrina ¿lo entiendes? Dionisio, dijo esto dándole un puñetazo a la mesa.

—Papá, no sé por qué te quejas, si mataste a su madre y no le puedes pegar a ella. Las palabras de Denise iban llenas de sarcasmo.

Se pasó de lista al querer enfrentar a su padre, por lo tanto, recibió la tercera cachetada de la noche.

—¡Cállate! ¡Yo no mate a mi hermana!

—¡No, Papá, tú acabaste con la vida de Alexa, tú la mandaste a matar! Es cierto, ella no murió en tus manos, pero pagaste para que hicieran el trabajo sucio, para mí, es lo mismo, eres un asesino!

—¡Lárgate! Déjame solo, no quiero ver a nadie.

Al duro de Dionisio a veces los remordimientos le jugaban una mala pasada. El mandó matar a su hermana todo por toda la fortuna de la familia Conde. No obstante, en el testamento, Alexa dejó escrito que sus bienes y acciones eran el setenta por ciento para su hija, lo que lo perjudico mucho.

Pero Alexa, cometió un gran error en el testamento y fue no poner el nombre de su hija. Por lo que Dionisio aprovechó e hizo pasar a Denise como la hija de Alexa. Una vez que Denise obtenga la herencia esta se la pasaría a Dionisio, ese fue el acuerdo entre

ellos.

Sin embargo, la herencia solamente se puede cobrar si la hija de Alexa se casa con alguien de buena familia y quien mejor que Lucas, además, los Grain son los más poderosos en el País. “Por el momento”

Horas más tarde, cerca de las doce de la noche Solange tenía “una pesadilla” ¡Mami! ¡mamá…! todo era oscuro y solo escuchaba una caja musical.

Mami no me dejes sola, tengo miedo, la voz de una niña también se escucha en la oscuridad.

Solange abrió los ojos de repente y se tocó al frente. Uff... Fue una pesadilla, la joven trató de no pensar en eso.

En ese momento, giró la cabeza para mirar al hermoso hombre que dormía a su lado. Lucas se había puesto un pijama que ella le había regalado. Pues sabía que este hombre siempre que podía se quedaba a dormir con ella, aunque no pasara nada entre ellos.

Esa noche, Solange lo abrazó y notó que no se movió. por lo tanto, se aprovechó de eso y metió la mano dentro de la camisa del pijama y comenzó a acariciar el pecho del joven, Lucas tenía un abdomen bien definido y la mujer estaba disfrutando de lo que estaba tocando.

—¡Estás jugando con el diablo! La voz de Lucas sonó un poco ronca, seguidamente, estiró la mano para encender la lámpara. Y al bajar la mirada, vio su pene rígido.

A un lado, Solange también se dio cuenta de lo que había provocado. así que se mordió el labio al ver el tamaño del miembro de Lucas y su deseo despertó más.

Mientras que, Lucas se sentó de un brinco y dijo.

—Préstame una toalla, necesito agua fría. Solamente así lograba bajar su erección, sin embargo, Solange lo abrazó por la espalda, y al besarlo en el cuello, le susurró: —no será necesario el baño.

—¿Qué quieres decir? Lucas la miró mientras ella se pasaba al frente, y terminó sentándose sobre él. Solange le sujetó el rostro con ambas manos, luego empezó a darle besos ardientes, besos de pasión.

Cuando Lucas por fin reaccionó le preguntó. ¿estás segura? En ese instante, la miró a los ojos, y en sus ojos descubrió que ardía en deseo.

—¡Lucas mi amor, nunca he estado tan segura! La joven continúo con sus besos. y con excitación le dijo. —Hoy quiero todo de ti. Dicho esto le quitó la camisa y la arrojó al suelo, mientras lo besaba.

¡Mi Sol, estamos en casa de tus padres!

—¿Y eso, qué? Yo tengo todas las llaves de la habitación, cuando me enojo con ellos siempre hago lo mismo. Me encierro para que no me moleste. Su voz sonaba excitada mientras su cuerpo ardía de pasión.