Crucigrama

La fiesta de año nuevo llegó a su fin, Elisa quedó con la mente perturbada por las palabras de Guillermo. Intenta dormir, pero no puede, las palabras y los recuerdos dan vueltas y vueltas. En cambio, Guillermo está sereno, él no duerme, está pensando en toda la conversación que sostuvo con su ex, quiere volver con ella, pero hasta el momento no ha tenido éxito.

Elisa parece tener pesadillas, se mueve y Guillermo se hace a un lado y le habla.

-Cariño, ¿Estás bien?... Elisa, tú te pones así cuando no puedes dormir… - se pone al lado de ella y con una mano la acaricia para despertarla - ¿Qué estás soñando, Elisa?... Despierta… amorcito ¿Qué no te deja dormir?

 Elisa está viviendo su sueño siente la mano de Guillermo, y eso es que eta soñando, ella lo abraza y lo hace con cariño, es lo que sueña, pero también es lo que ocurre y Guillermo en vez de despertarla, le sigue la corriente, él también la besa con cariño, su sueño se está viviendo en la realidad para Guillermo, también para Elisa está viviendo su sueño, ella no tiene los ojos abiertos.

La noche avanza y el sueño se torna turbulento, Guillermo va amando a Elisa, y con cada movimiento siente dolor, llora, le duele y Elisa parece estar en su mejor momento, cada movimiento que hace Guillermo parece que la vuelve loca. Ella disfruta en su sueño, y Guillermo que la ayuda a vivir su sueño mientras duerme y él llora, sufre, se arrepiente de su pasado, durante el desarrollo de la actividad amorosa le dedica frases muy románticas para calmar a Elisa entre ellas “Te amo, Elisa”

Guillermo siente que llega el momento de la descarga, se levanta tan rápido como puede y fue derramar todo fuera del tapete. Sintió un gran alivio, el dolor acabó para Guillermo, y el sueño de Elisa también acabó, está tranquila, tiene una sonrisa.

Verla tranquila es un gran alivio, pero él que da hecho pedazos, sale de cuarto y llora como condenado, se ahoga en sus lágrimas, quiere gritar para liberar su corazón de la pesada carga y no puede, como si la voz la hubiera perdido, esa condición es lo que más lo aflige, es incapaz de aliviar su corazón.

La noche es triste, la puerta está abierta, hace frío debe entrar y no lo hace. Más bien, Elisa siente el frío, se levanta y se da cuenta que Guillermo no está, pero la puerta está abierta, ella se abriga con lo que hay y sale a buscarlo.  Él no puede enfermarse, Elisa lo encuentra en el suelo, lo siente llorar y le conmueve.

-Guillermo, hace frío, entra. - lo zarandea.

- Me quiero morir, Elisa. – es todo lo que puede decir.

- No digas tonterías, por favor, entremos. Hace mucho frío. - le suplica.

- Esta noche es la más triste de mi vida. Nunca me sentí tan mal.

Elisa lo levanta y lo hace pasar para que se calme y se caliente.

- ¿Por qué, Elisa?

- Específica tu pregunta. Suena ambigua, la siento así. - le pide una explicación.

- ¿Porque tiene que doler tanto?

- No sé a lo que te refieres, pero yo he tenido una pesadilla. Soñé contigo y fue un sueño muy revoltoso, muy intenso, hasta siento que mi cuerpo ha sufrido esa pesadilla, me acuerdo cuando estábamos juntos, esa misma sensación después del enredo.

Esas palabras hacen sentir peor a Guillermo, pero se esfuerza por hablar.

-Yo tuve un sueño muy bonito. Te amaba con la locura en su máxima expresión, pero cada segundo de ese sueño era una agonía, me levanté y salí a desahogarme.

Elisa siente pena al ver sufrir a Guillermo, una noche triste en invierno y en plena fiesta deja un mal recuerdo. Ella se apiada de él, le da un abrazo y para Guillermo es un gran consuelo, en su corazón se están mezclando los sentimientos de alegría y dolor, no sé sabe cómo describir exactamente lo que se siente, es algo que genera confusión la mezcla de sentimientos.

El abrazo es silencioso y sentido, los minutos pasan y los dos sienten sueño y se fueron a dormir, pero Guillermo limpia el área donde hubo el derrame, no puede dejar rastro del delito. Limpia todo el piso y lava el trapo, todo queda como si nada hubiera pasado, se acuesta para dormir.

Si bien es cierto mañana tienen día libre, hay mucho que hacer, hay ropa que lavar, hay que hacer limpieza en el cuarto, el almacén hay que limpiarlo para cuando llegue la nueva mercadería.

Guillermo también tiene en cuenta que ya es una semana no ha tenido comunicación con Gary, necesita actualizarse, tampoco se ha comunicado con el vicepresidente para saber cómo va el ritmo de la empresa, pero todo será por medio de mensajes, no creo que se sienta en condiciones de hablar después de haber tenido una noche terrible.

El sueño fue tranquilo para ambos después de la pesadilla, han podido descansar, Elisa despertó primero, ella tiene bastante ropa que lavar. Guillermo despertó media hora después, amanece con los ojos hinchados, pero lavó su ropa, bajó al almacén para la limpieza de los anaqueles, refrigerador y otros contenedores.

Los efectos de la noche triste han permanecido durante el transcurso del día, ambos se la pasaron meditando en el significado de todas palabras dichas, ambos se quedaron en silencio, ese es un punto en común entre los dos, que más  bien fue un punto que ellos crearon cada vez que discutían, muy aparte de resolver crucigramas, ellos estaban creando un patrón de comportamiento, entre los dos estaban creando un tercero hasta que Patricia llegó a los ojos de Guillermo y poco a poco todo lo que se construyó se echó a perder.