Tres reinos fueron la creación perfecta para mantener el equilibrio entre el bien y el mal.
Cielo, Tierra e Infierno vivieron en una armonía unánime durante millones de años resguardando la paz.
Pero una muerte inocente, fue suficiente para desatar el verdadero caos que amenazara por completo el equilibrio y, la existencia de todos los seres en el planeta.
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Un problema a la vez
Las cosas no estaban saliendo como planeaba, todo había sido relativamente rápido. No se podía negarlo, pero de alguna forma, no estaba siendo capaz de cumplir con la parte más importante de mí deber, llevar un maldito demonio vivo a Bì Xià Liú. En todo el camino, ni un solo rastro de energía resentida. No había nada y la situación empezaba a irritarme, nunca es una buena señal que todo esté tan calmado, y por más que no había nada, la pesada atmósfera dentro de los pueblos que atravesé era claramente signo de que algún demonio de Dì Yù paso por allí; sin mencionar la cantidad de monjes errantes de los que me tuve que ocultar todo el camino.
Resignado ante mi labor, me dispuse a ir lo más rápido posible a reportarlo, Bì xià Liú ha buscado por años a Zhòu Yān, el odio que le tiene no es menor y en cuanto a mí, disfrutaré de verla pasar por cada calamidad en la torre Yánluó.
Al llegar a la capital de BáiYù, la atmósfera era mucho más pesada, pero por más que recorriera la ciudad, no había nada, ni una sola señal de energía resentida, solo esa rara y pesada atmósfera. Me senté sobre el borde de una de las columnas a la entrada de la ciudad, la noche caía y seguramente no tardarían en llegar. Había intentado sellar el corte en mi cuello provocado por Zhòu Yān, pero al parecer no era un simple cuchillo, había absorbido demasiada energía de mi cuerpo de solamente rasguño y teniendo en cuenta de que sabe mi origen, sabía que no planeaba matarme, únicamente robar mi energía. Seguramente para crear más demonios putrefactos.
Negué suavemente pensando en los problemas que ello traería y como me encargaría de ellos. Bì xià Liú necesitaba todo en orden para iniciar el plan, ahora con esto, tendremos que retener las cosas por un tiempo, por lo menos el tiempo necesario para atrapar a Zhòu Yān, y eso no es nada fácil tomando en cuenta de que está usando un arma celestial. Quien diría que una rata del inframundo ahora trabajase para los sucios cielos, la vida es demasiado irónica.
—Debo suponer qué hay malas noticias por tu expresión y por cómo se está escapando tu energía desde tu cuello.
Estaba tan perdido formulando mis planes, que no note la presencia de Bì xià Liú y los demás. Si bien su rostro no mostraba preocupación alguna, de cierta forma sentía un gran peso cada vez que fallaba por algún motivo, mis labores. Salte rápidamente, me posiciones frente a él inclinándome y lo mire fijamente a los ojos con la expresión más calmada que pude dar. —Lo siento Huáng Dà Dì... apareció Zhòu Yān y tiene un pequeño ejército de podridos.
Bì xià Liú sorpresivamente sonrió de una manera peculiar, y llevo su mano a la cabeza acomodando tranquilamente sus cabellos, me miro con un brillo que rara vez mostraba en sus ojos y paso sus dedos por la herida de mi cuello. —Buen trabajo Lu Xiao. Busquemos rápido un lugar y curemos esto antes de que tu energía se agote por completo, sería un gran inconveniente en estos momentos.
Me quede estático luego de aquello, todos lo hicieron, incluso Chǒu Tai no se atrevió a decir una sola palabra. Bì xià Liú rara vez se comportaba de esa manera, y mucho menos me llamaba por aquel nombre. "Lu Xiao" fue el regalo que me dio luego de traerme a la vida, en aquel entonces lo que más odiaba era llevar el apellido Lí, fue entonces que me otorgo un nuevo origen, incluso se dio el tiempo de investigar quien fue mi verdadero padre. Realmente no comprendía la situación, pero de alguna forma él no estaba para nada molesto, y no me pondría indagar más allá, Bì xià Liú siempre sabe lo que hace y porque lo hace, no hay acto que efectúe que no esté completamente controlado.
Miré a los demás que aún seguían completamente conmocionados, di una pequeña inclinación y seguí a paso lento a Bì xià Liú. No sé si fue el insistente sentimiento de ser observado que me llevo a mirar hacia atrás, o el deseo de verle a cada cinco segundos, que crecía en demasía dentro de mí. Pero de alguna manera terminé mirando hacia él, notando la sombría mirada que me dedicaba Lí Sǒng, mirada que iba desde mi cuello hasta mis ojos y que cada segundo se ensombrecía más. Mire alrededor y note como la diosa Yang y Chǒu Tai adelantaban el paso quedando al lado de Bì xià Liú, suspire derrotado y ralentice el paso quedando al lado de Lí Sǒng. —¿Puedo saber por qué me miras así?
Él ni siquiera se dignó a fingir su mirada, y vi claramente como apretó sus puños. Cerré los ojos y suspiré profundamente, por lo visto, está realmente sería una noche complicada. Tome su brazo y lo frené haciendo que me mirase a los ojos. —¿Vas a hablarme o me ignorarás todo el camino haciendo las cosas difíciles para todos? No somos niños Lí Sǒng, si algo te molesta puedes decirlo, deja de comportarte como...
—¿Cómo qué? Vamos, dilo, di que me comporto como un idiota.
Suspire en derrota y suavice la mirada nuevamente, para ser sincero, sabía muy bien que siendo rudo con él, no llegaríamos a nada y ese realmente no es mi estilo. —Lo siento, no quise decir eso.
—¿No?, porque a mí me pareció que sí...
Solté mi agarre y me encaminé a decirle a Bì xià Liú que nos retrasaríamos un poco. Cuando volví tome su brazo y lo guíe fuera de la multitud, de cierta forma si tenía que hablar algo, las sombras siempre eran mi mejor compañía, de aquella forma, podría evitar que viera mi cara de dolor cuando yo viera su cara de decepción. Era momento de hablar. —Bien, esto tiene que acabar de una vez Lí Sǒng.
Lo mire seriamente, la luz de la luna pegaba directamente en su cara, como tratando de recordarme lo que nunca tendría, bufe en derrota y solté su brazo con suavidad mientras trataba de comportarme fuertemente delante de él. —Bien, esta vez espero que no llegue ninguno de tus amigos a interferir.
Lo miré severo y negué. —Deja el sarcasmo, no sé a qué te refieres con ese tono, pero si es por Chǒu Tai, te recuerdo que fuiste tú quien le dijo que podía cambiarte el cuarto.
—¡Eso fue evidente sarcasmo!
Estaba sorprendido por la manera infantil en que protesto y de un momento a otro, toda la tensión que llevábamos se convirtió en risas suaves. —No debiste, Chǒu Tai es bueno jugando con la gente, de alguna forma supo que te molesta su presencia e intentara siempre jugar con ello, puede verse mayor, pero tiene el alma de un niño.
—Hablas demasiado bien de él, parecen muy cercanos «tsh».
No sé en qué momento llevé mis manos hacia arriba y di un pequeño golpe en su frente con mis dedos, tal como lo hacía cuando éramos niños. Al percatarme retiré rápidamente mi mano, pero él la agarro en el acto. —Ya no soy un niño para que hagas eso, incluso soy mucho más alto que tú, cuantas agallas tienes YànYàn-gē.
—Lo siento, fue un reflejo...
Lí Sǒng sonrió de una manera muy peculiar, una que realmente no pude comprender. Intenté zafarme del agarre, pero ello solo hacía que él reafirmara más. Lo miré fijamente y el susurro, mirándome sin pestañear. —Me molesta...
Me quede totalmente quieto, sin poder entender, pero sus suaves palabras continuaron antes de que mis pensamientos se ordenaran. —Me molesta tu cercanía con ellos. Me molesta en la forma que él se cuelga de ti, la forma en que tu nombre sale de su boca, me molesta como te mira. Me molesta el simple hecho de que te mire y sobre todo me molesta saber que él tiene mucho más derecho que yo de estar a tu lado.
Mis ojos estaban completamente abiertos, por un momento creí que se saldrían, al igual que mi corazón. Solté la respiración que no sé en qué momento había empezado a retener, y desvíe la mirada a su mano que lentamente se deslizaba por mi brazo hasta toparse con la mía y entrelazar nuestros dedos. —Lo siento Xiǎo-gē, no puedo evitarlo, no puedo evitarlo más...
—Lí Song, yo... yo no entiendo lo que quieres decir...
Él me miro a los ojos y paso suavemente los dedos de su otra mano por mi cuello. —¿Duele?
—¿Ah?, ¡oh!, la herida. No, para nada, realmente no siento dolor, en teoría estoy muerto.
Su mirada se ensombreció, pero no dejo de acariciar mi cuello con demasiada delicadeza. —¿Cómo puedes estar muerto, si tu corazón está latiendo tan fuerte?
Su pregunta me puso aún más nervioso, se había dado cuenta de mi estado y lo decía con esa mirada tan intensa y en aquella posición tan... comprometedora. Intente alejarme, pero lo evito a toda costa. —Deja de huir, está bien si no quieres hablar, hablaré yo. Y está bien si luego de escucharme decides evitarme, pero es algo que realmente necesito decir.
Asentí suavemente. —Está bien, pero suéltame, si alguien pasa por aquí y nos ve, se creará una idea equivocada.
—¿Y qué rayos me importa lo que piensen los demás?
—Lí Sǒng, esta tampoco es una forma correcta de tocarnos, no está bien, nosotros no somos amán...
Pare en seco mis ideas cuando me di cuenta de lo que estaba por decir, él me miraba expectante, y eso hacía que mi corazón palpitara con demasiada fuerza. —¿No somos que, Xiǎo-gē?
—Olvídalo, solo digo que es una manera inapropiada, eres un adulto, un adulto de más de mil años y por sobre eso, eres un dios, compórtate a la altura.
Le regañé intentando suavizar mi error, pero por su mirada vivaz sabía que no había funcionado, aun así, saco su mano de mi cuello. —Está bien, está bien, pero no soltaré tu mano, de este modo evitaré que te escapes.
—Eso es ilógico, ¿Por qué habría de escaparme?
Él solo levanta los hombros en una señal desinteresada y sonrió. —Digamos que es únicamente una precaución, acepta este capricho por un momento Xiǎo-gē.
—Mm, supongo que no tengo otra opción, ya no tengo energía para discutir contigo. Solo terminemos de una vez, tenemos que buscar a los demás.
Él asintió mirando al piso, su mirada se había entristecido y sus ojos habían perdido levemente su característico brillo. -YànYàn, ¿Por qué Liú Huó te dijo de esa manera, hace un momento?
—¿Hm? ¡Oh! Bueno, es una larga historia, pero si resumimos a lo importante, únicamente fue porque él me creo. Era irrelevante en ese entonces si tenía mi verdadero nombre o no, todos los que conocía estaban muertos, por lo que Bì xià Liú me nombro con mi verdadero origen. "Lu"... era el apellido de mi verdadero padre.
Asintió suavemente aun si mirarme. —Entiendo... Ustedes... ¿Tú de verdad lo aprecias?, ¿no?
—Claro, fue quien me dio otra oportunidad de vivir, le debo todo... Lí Sǒng, ¿a qué vienen estas preguntas?
—Simple curiosidad, lo siento.
Negué con suavidad y apreté su mano en acto reflejo. —No me molesta, es solo... es extraño.
—Realmente lo es, pero siento que soy un completo desconocido para ti ahora. Como se supone que te diga lo que tengo que decir, si no soy nada en tu vida...
Sus ojos estaban llenos de tristeza y mi corazón dolió apretándose con fuerza. —Lí Sǒng... tú eres lo más valioso que me queda en esta vida, así que no digas eso otra vez ¿sí?.
Lí Sǒng me miro sorprendido y yo intenté mantenerle la mirada aun cuando sentía que me era imposible tener la mirada serena en este momento, agradecía elegir un lugar oscuro. —¿Es realmente así?
—No volveré a repetirlo...
Él rio suavemente y vi como su cara recobraba el brillo. —Bien, creo que debería dejar de ser un cobarde...
—Lí Sǒng, si lo dices de esa forma, no sé qué esperarme...
Vi como suspiraba derrotado, sentí el leve temblor venir de su mano y afianzo el mismo apretando con más fuerza la mía. —Lí YànYàn... ¿Recuerdas cuando te fuiste? ¿Recuerdas lo que te dije el día que te fuiste a la frontera norte?
—¿Antes del ataque de WūYā?
—Mm, la primera vez que te fuiste de casa, cuando empezamos a tomar caminos separados.
—Si, lo recuerdo... dijiste que no importa que pasara, siempre sería tú...
—Siempre serías mi héroe y la persona que más admiro. Aún lo sigues siendo YànYàn, aún sigue siendo de la misma manera que aquella vez hace más de mil años.
-No debería ser así, he hecho cosas despreciables Lí Sǒng, cosas que, si supieras, jamás me podrías volver a mirar de esa manera, incluso he sentido cosas que...
-No importa nada de eso. Es lo que jamás entendiste YànYàn, no importa lo que hayas hecho o lo que hagas, YànYàn sigue siendo el mismo, porque eres esto—. Me señalo completamente. —Con cada uno de tus defectos y virtudes, eso, es lo que te hace ser tú, es lo que te hace especial y único ante mis ojos.
—Lí Song, yo...
—Déjame hablar, si algo detiene lo que necesito decir, siento que jamás podré soltarlo...
—Mm, lo siento...
—No tienes que disculparte.
Sonrió enternecido mirándome a los ojos, la luz de la luna se reflejaba en ellos haciéndolos brillar y para estas alturas, sentía como mi corazón pedía escapar de mi pecho y abrazar al hombre delante de mí. —Lu Xiǎo... me gusta.
Lo miré expectante, aquel susurro fue más para el mismo que para mí. —Xiǎo-gē, siempre me sentí enfermo conmigo mismo y por muchos años creí que esa fue la razón por la cual te fuiste...
Lo miré con extrañeza. —Yo, no entiendo a lo que te refieres...
—Cuando éramos niños, siempre ame estar cerca de ti. Al principio pensé que era normal, estar con tu hermano mayor y admirarle de tal forma, no había nada raro en ello. Pero a medida qué pasó el tiempo, sabía que algo no estaba bien en mí y lo confirme cuando mi madre dijo que no eras su hijo, que eras hijo de otra mujer. Me sentí feliz, me sentí feliz de saber que no éramos del todo hermanos, tal vez de esa manera, no era tan enfermizo lo que sentía por ti...
Mis ojos se abrieron y mi cuerpo se congeló, su mirada estaba llena de vergüenza y tristeza, quería abrazarle y decirle que yo... ¿Qué es realmente lo que tenía que decir en esa situación? Me miro y negó suavemente como adivinando mis pensamientos, por lo cual calle y lo deje seguir. —YànYàn sé que tienes miles de preguntas ahora, tal vez estés odiándome en este momento, pero necesito que me dejes terminar.
Asentí levemente mirándolo a los ojos con la mirada más serena que le pude dar y lo dejé continuar. —Yo... me has gustado desde los diez años YànYàn, me has gustado mucho más de lo que te puede gustar un hermano, mucho, mucho más de lo que está permitido y es debido. Y cuando te fuiste ignorándome completamente, creí que lo habías descubierto, con el tiempo entendí que no fue así, pero tampoco encontré la razón de tu actuar. Luego de ello pasaron demasiadas cosas y de alguna forma cuando por fin sentía que volvías a mí, todo el desastre de WūYā dio inicio. Yáng Měi pasaba en nuestra casa planeando estrategias para defender a su alteza y tú desaparecías todo el tiempo, luego con la guerra y tu muerte... pensé que mi vida se había esfumado...
Él me miro, levanto su mano y la poso en mi mejilla acariciándola suavemente. —Cuando supe de tu muerte, creí que moriría en ese mismo instante y a decir verdad, cierta parte de mí lo hizo, pero Yáng Měi me obligo a seguir con nuestro cultivo y de algún modo logramos ascender. Luego de doscientos años por fin te pude encontrar, ni más ni menos que al lado del rey del inframundo en medio de una guerra entre el cielo y el infierno, pero aun con todo el caos, sentí que volvía a vivir después de tanto tiempo.
—Yo...
Me acaricio suavemente la mano con el pulgar. —Estaba demasiado feliz en aquel entonces. Pero de alguna forma, todo volvía a ser como antes, volvías a ignorarme, no solo eso, ni siquiera me mirabas a los ojos, fue entonces que intenté buscar la verdad ante los hechos y lo descubrí, descubrí tu origen, descubrí la verdad de ello y de muchas cosas más...
Lo miré con el miedo exudando por mis poros, sentía mi cuerpo temblar.-Tenía miedo de decepcionarte cuando te enterases. Pero no es solamente por ello que actúe de esa manera en aquel tiempo. La razón por la que no podía estar a tu lado en aquella época y por la que no puedo estar a tu lado ahora, son las mismas, y no tienen que ver con mi origen Lí Sǒng...
—Lo sé... Yo, sé que no es por ello...
Lo miré sorpresivo, pero él solo sonrió con ternura, soltó mi mano y poso ambas en mi rostro. -Porque también descubrí que Yàn Yàn guardaba los mismos sentimientos que yo en aquel entonces, y si Yàn Yàn dice que es la misma razón, entonces eso significa, que aún tiene los mismos sentimientos hacia mí.
Sabía que mi cara en ese momento no podía parecer serena, lo sabía, pero el impacto de sus palabras era mucho mayor ante la preocupación de saber cómo estaba mi rostro en este momento y solo pude pronunciar una palabra. —¿Cómo?
—Te lo dije. Busque por mis propios medios, pero Yàn Yàn es totalmente complicado, porque nunca me diste una oportunidad de hablarte o de estar cerca de ti. Aun cuando me veías desde lejos cada vez que Yáng Měi me arrastraba a BáiYù, no te dignabas a verme, y eso volvía imposible encontrar la forma correcta de decirte que te amo...
—Eso no es así, tú solo tenías que hablarme, pero... ¿Qué dijiste?
—Que te amo Lu Xiǎo, te amo desde que tenía diez años, te he amado durante más de mil años, y no puedo estar un solo día más conteniendo estos sentimientos. Sea que me odies o me aceptes, esto jamás cambiara nada de lo que profeso hoy hacia ti...