Clarissa Davenport es una chica amable, inteligente y trabajadora, pero poco sabe ella que su vida está a punto de volcarse por completo, gracias a su padre.
Heitor Mancini, un empresario multimillonario, está a punto de enfrentar su mayor desafío y haría lo que fuera para no perder la empresa.
¿Qué será lo que el destino tiene preparado para estos dos?
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Capítulo 17
España, Cataluña...
...Clarissa Davenport...
Pasa cerca de media hora, alguien llama a mi puerta, enseguida voy a atender, veo que es Natan, que en cuanto me mira abre una linda sonrisa.
...Natan• Estás guapísima....
...Clarissa• Gracias Natan....
...Natan• Sonríe princesa, cualquier cosa le pegamos después de la boda....
...Clarissa• Siento que estoy cometiendo un grave error....
...Natan•. Y porque es algo diferente Clarissa, después de un año y medio estarás libre de Héctor, siempre nos tendrás a Celeste y a mí....
...Clarissa• Gracias, ¿vamos?...
...Natan•Claro...
Él coloca su brazo, yo coloco el mío sobre el suyo, a continuación empezamos a bajar las escaleras, claro que tuve un poco de dificultad debido a que el vestido era inmenso, en cuanto llegamos al primer piso, me coloco en la puerta junto con Natan, que en minutos se abre con la música, revelando a Héctor en el altar, realmente está guapo, pero no es el hombre que amo, intentaré mantenerme lo más alejada de él durante nuestro tiempo de casados. Natan, que va a entrar conmigo, lo tengo como a un hermano, es muy gracioso, pero es una gran persona, empezamos a caminar hacia el altar, a cada paso que daba era un sudor queriendo escurrir, el nerviosismo golpeando, y ese nivel de atención de la gente, conseguía dejarme aún más cohibida, en cuanto llegamos al altar, Natan me da un beso en la frente y me entrega a su hermano, que estaba con un semblante indescifrable, entrego el ramo a Celeste que sonríe.
...Sacerdote• Bueno, vamos a empezar, tomen asiento por favor....
Y así lo hacen todos, toman asiento, Héctor y yo nos quedamos frente a frente, nuestras miradas se cruzaron, pero ninguno de los dos sonrió, parecía incluso que se estaba librando una guerra allí, no sé qué pasó en ese viaje, pero cambió de la noche a la mañana.
...Sacerdote• Bueno, estamos aquí reunidos hoy, para celebrar la unión de dos personas y una sola carne, Héctor Mancini y Clarissa Davenport....
...Sacerdote• “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán ambos una sola carne”. El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová. El amor es paciente, es bondadoso....
...Sacerdote• ¿Y por libre y espontánea voluntad se casan hoy?...
...Clarissa• Sí...
...Héctor•Sí...
...Sacerdote• Pueden decir los votos matrimoniales....
Celeste me había dado un papel donde estaban escritos los votos, así que lo cojo y veo que Héctor también coge un papel, a continuación lo miro y empiezo.
...Clarissa•Me comprometo a ayudarte a amar la vida, a abrazarte siempre con ternura, y a tener la paciencia que el amor exige. A hablar cuando las palabras sean necesarias, y a compartir el silencio cuando no lo sean. A estar en desacuerdo para ponernos de acuerdo sobre el pastel. Y a vivir en el calor de tu corazón. Y a llamar siempre hogar.”...
...Héctor•“Me comprometo a amarte seriamente, en todas sus formas. Ahora y siempre. Prometo que nunca olvidaré que este es un amor para toda la vida. Y sabiendo siempre en lo más profundo de mi alma que no importa qué desafíos vengan a separarnos, siempre encontraremos el camino de vuelta el uno al otro.”...
...Sacerdote• Si alguien tiene algo en contra de este matrimonio que hable ahora o que calle para siempre....
Miramos a los invitados y ninguno se pronunció, cuando el sacerdote estaba a punto de volver a hablar, alguien grita, miramos hacia atrás, veo a una mujer de pelo largo y negro, un cuerpo un tanto escultural, venía caminando elegantemente.
...•¡Yo sí!, ¡detengan esta boda!...
...Sacerdote• ¿Quién es usted?...
...•Alicia Salazar, la mujer de Héctor....
En ese momento todos los invitados nos miraron a mí y a él, con la boca abierta, miro a Héctor, no sabía explicar la sensación que tenía, solo quería ahogarlo en la piscina, estaba temblando de odio.
...Héctor• ¡Salga de aquí ahora mismo, mi mujer es Clarissa!...
...Alicia• Qué gracioso, si era en mi cama donde estabas, y a quien amas es a mí....
...Héctor• ¡Yo no te amo, SAL DE AQUÍ AHORA MISMO, Natan por favor saca a esta mujer de aquí!...
Natan así lo hace, yo estaba conteniendo el llanto, podría salir de allí, y anular todo el contrato, pero volvería a las manos de mi padre, que era mucho peor, después de que todo se resolvió, el sacerdote vuelve a su puesto.
...Sacerdote• ¿Están seguros de querer continuar?...
...Héctor• Sí, prosiga...
Yo no digo absolutamente nada, se me forma un nudo en la garganta, las ganas de llorar y la humillación fueron enormes, miro hacia atrás, veo que Natan había vuelto, él y Celeste susurran que todo va a salir bien, el sacerdote mandó que trajeran las alianzas, y enseguida viene un perro, sonrío con aquella imagen, era un golden, se para justo delante de nosotros y Héctor se agacha y coge las alianzas y él se va.
...Sacerdote• Clarissa coge la alianza y repite conmigo....
Cojo la alianza, Héctor coloca su mano, y antes de que yo se la pusiera, el sacerdote empieza a hablar.
...Sacerdote• Yo Clarissa Davenport, te acepto a ti Héctor Mancini, como mi legítimo esposo, para amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte nos separe....
...Clarissa• Yo Clarissa Davenport, te acepto a ti Héctor Mancini, como mi legítimo esposo, para amarte y respetarte, en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte nos separe....
Le pongo la alianza en su dedo, a continuación él coge la alianza, y yo coloco mi mano para que me la ponga.
...Sacerdote• Yo Héctor Mancini, te acepto a ti Clarissa Davenport, como mi legítima esposa, y prometo amarte y respetarte en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte nos separe, prometo serte fiel hasta donde Dios me permita vivir....
...Héctor• Yo Héctor Mancini, te acepto a ti Clarissa Davenport, como mi legítima esposa, y prometo amarte y respetarte en la salud y en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza, hasta que la muerte nos separe, prometo serte fiel hasta donde Dios me permita vivir....
...Sacerdote• Por el poder que me ha sido conferido, los declaro marido y mujer, puede besar a la novia....
Vale, para esto no estaba para nada preparada, ahora estaba temblando, no sabía si de miedo u odio hacia él, Héctor se acerca a mí, nuestros rostros estaban a solo un centímetro de distancia, mi respiración estaba a punto de fallar, cuando siento sus labios rozando los míos, le odio tanto porque mi cuerpo se está entregando, lo que era solo un roce, se convirtió en un beso con urgencia, era como si una electricidad recorriera mi cuerpo, pide paso con la lengua y acabo cediendo, el beso era calmado y delicado, nos separamos por falta de aire, lo miro, a continuación los invitados empezaron a aplaudir, lo que me hizo romper el contacto visual, y se lo agradecí mentalmente, Natan fue a abrazar a su hermano y Celeste vino a abrazarme y me apartó de allí y se lo agradecí…..
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