La Luna Del Rey Alfa

Valentina se despertó totalmente agotada, poco a poco los recuerdos de la noche anterior volvieron a ella se sintió feliz y extasiada, aunque un poco avergonzada, sintió la cama vacía del lado de el, pensó que Julian se encontraría junto a ella, la chica se paró rápidamente de la cama, tendría un día ocupado, la pelirroja comenzó a buscar su ropa, pero encontró su camisón hecho pedazos así que cogió su bata y la amarro, salió rápidamente de la habitación y entró a la suya antes de alguien la viera, se sintió un poco decepcionada de que el Alfa no estuviera a su lado cuando despertó después de lo que habían compartido, la hizo sentir como una cualquiera.

Despejandose tomó una ducha, lavo su cuerpo adolorido y cabello, salió de la ducha enrollada en una toalla, cuando tocaron la puerta.

-Pase -dijo la pelirroja, eran Dianna y Quinn.

-Hola Val, el Alfa quería mandar a algunas chicas del servicio a ayudar, pero preferimos venir nosotras para que te sientas más cómoda -dijo Dianna mientras le entregaba el desayuno- como te levantaste un poco tarde desayunaras mientras comenzamos a organizarte y a hablar de lo de hoy.

-Chicas que amables son, ayudan a relajarme un poco -dijo Valentina- amaría que me hablaran de todo esto.

-Espera, ¿qué es eso que huele? -dijo Quinn olfateando el aire- ¡el Alfa te ha marcado!, por eso tu cuerpo tiene marcas, nos tienes que contar todo.

Valentina miró hacia abajo avergonzada, comenzó a contarle a sus amigas lo maravilloso y pasional que había sido todo, pero les contó la decepción al no verlo en la cama en la mañana.

Las rubias se miraron entre sí y Dianna dijo- Val debes saber que los lobos, especialmente el Alfa no tienen mucho conocimiento en lo romántico, como pudiste notar anoche son unos animales en la cama, eso no quiere decir que te haya usado solo para eso, vas a ver que esta tarde cuando lo veas todo en tu mente y corazón se arreglara.

Valentina decidió aceptar las palabras de su amiga y comenzó a desayunar, las chicas comenzaron a explicarle como sería la presentación, mientras comenzaban a organizarla, la pelirroja escucho y llego a la conclusión de que la ceremonia sería muy sencilla, aun así no le quitaba los nervios, el solo hecho de pararse frente a muchas personas la hacía temblar.

La presentación será en la tarde, en la noche todos tendremos cambio de look y empezaremos la ceremonia -comento Dianna.

-Espera ¿qué? -pregunto Valentina- solo era la presentación, ¿qué es la ceremonia?.

Definitivamente, el Alfa si ha sido descuidado, te debió haber explicado esto antes -dijo Dianna blanqueando los ojos- cuando un lobo encuentro su Mate, se hace una ceremonia, donde le agradecen a la Diosa Luna haberlos encontrado.

Las chicas le explicaron a Valentina lo que debía hacer y esto solo hizo que los nervios de la Luna aumentarán, Quinn había pintado las uñas de su Luna de un color claro que la hacía lucir tierna, Dianna había arreglado su cabello haciendo un pequeño recogido donde dejó algunos cabellos sueltos, haciéndola lucir fresca, le entregaron una loción para su cuerpo que logró que no solo oliera delicioso, sino que se viera más brillante, la maquillaron muy sutilmente, realzando sus rasgos, le pusieron un hermoso vestido azul celeste corto, que resaltaba su busto y era suelto de la cintura para abajo y finalizando unas sandalias altas blancas, Valentina se sentía tan hermosa, como una princesa y más con todas las atenciones de sus amigas

-Quedaste hermosa -dijo Quinn.

-Eres una verdadera Luna -dijo Dianna- muy bien Val, el Alfa te está esperando en el comedor para almorzar y salir a la presentación, nosotras nos iremos a poner lindas, todo saldra bien.

Valentina salió nerviosa hacia el comedor, noto que ahora los lobos que se encontraba en el camino le hacían una ligera inclinación con la cabeza, podía ser por la marca en su cuello pensó ella; cuando llego al comedor Val vio a su Mate estaba más guapo de lo normal, con un traje negro con bordes dorados, su cabello lo había recogido en un moño desarreglado, había cortado un poco su barba y además olía delicioso; sin embargo, ella aún se sentía herida por lo de la mañana.

-Buenas tardes, Alfa, se ve bien -dijo ella acercándose.

-Mi Luna, luces maravillosa -dijo el gran hombre acercándose para darle un pequeño beso, luego le corrió la silla para que se sentara, pudo ver que al Alfa se le veía la marca que ella le había hecho la noche anterior.

-Supongo que ya te explicaron como será la presentación -cuestionó el hombre.

-Sí así es y también de la ceremonia que no sabia -respondió con un poco de rabia Val.

-Ay nena, lo siento soy un poco descuidado -se disculpó el mientras tomaba la mano de su mujer y la besaba, el Rey empezó a notar que Valentina no estaba dulce y tímida como de costumbre, estaba sería y parecía tener algo de rabia- ¿te sucede algo?.

-No, todo bien -mintió ella.

-De acuerdo -dijo él dudando-, ya que terminamos llego el momento, espera aquí, iré a ver si todo está bien y vendré por ti para empezar- comento el mientras iba hacia el jardin donde sería la presentación.

Valentina empezó a sentirse aún más nerviosa, ya había llegado la hora, se desesperó al ver que Julian no volvía, así que ella sola se dirigió hacia el jardín, en el camino se encontró al Beta junto a Dianna y el pequeño Mark, y al Omega junto a Quinn, ellas lucían preciosas con sus vestidos y ellos lucían muy guapos con trajes parecidos al de Julian, todos le hicieron una reverencia que Val no encontró necesaria, al llegar a las puertas del Jardín estaban cerradas, de repente escucho risas, del despacho del Rey venía Julian y Rachel, ella tenía su brazo colgado del brazo de Julian y se veían muy cómodos el uno con el otro, Valentina de repente sintió celos y recordó su primer encuentro con ella donde todo el tiempo decía "Mi Alfa" para referirse a él, no pudo evitar preguntarse si ellos habían tenido algo o aún lo tenían, por supuesto Rachel también estaba hermosa con un vestido negro de cuero luciendo sensual.

-Mujer ya iba por ti, todo está listo -dijo el Alfa poniéndose al lado de ella, intentando tomar su mano, pero ella la quito.

-Si, eso note, pero ya estoy aquí -dijo cruzándose de brazos, todos se sintieron incómodos menos Rachel quien sonrió.

Primero salió Finn, con su compañera y su cachorro, luego Rachel quien iba sola pues aún no había encontrado a su Mate y el Finalmente Samuel con su Compañera.

-Nena, no sé que te pasa, pero todo saldrá bien -dijo Julian tomando por fin la mano de ella y dándole un beso- eres mi Luna y mi vida entera no dejaré que nada malo pase.

Valentina se sintió un poco conmovida y lo miro, en ese instante los anunciaron, salieron juntos tomados de la mano y se subieron a un pequeño escenario de solo unos centímetros de altura, se posicionaron en la mitad de este al lado de Julian se encontraba el Beta, su Mate y su cachorro, al lado de Valentina se encontraba, la Gamma, el Omega y su Mate, Valentina pudo ver que había demasiadas personas en el lugar, pudo ver claramente que todos eran lobos.

Julian se posiciono en un atril, empezó saludando, hablo un poco de la manada y de lo que habían hecho desde que habían tomado el control del país, Valentina se dio cuenta de que desde que habían tomado el control Inglaterra habían hecho cambios muy buenos para el país.

-Y ahora tengo el gran placer de contarles que he encontrado a mi Luna, a nuestra Luna, ella es Valentina Meria, sé que será una gran Luna, sabrá guiarlos, ayudarlos y apoyarlos, es una mujer fuerte e inteligente y muy decidida - dijo Julian mientras extendía la mano hacia ella, que escucho todo eso y sus ojos se llenaron de lágrimas de agradecimiento.

Julian dio un paso atrás para que Valentina pudiera saludar y presentarse, ella sentía como le temblaba todo el cuerpo, sin embargo, las hermosas palabras del Alfa la llenaron de fuerza.

-Hola a todos y a todas, mi nombre es Valentina Meria, les debo confesar que me estoy acostumbrando a todo este mundo de los lobos, pero lo poco que conozco me di cuenta de lo maravillosos que son y no los voy a defraudar cada día trataré de hacer lo mejor por ustedes y que puedan contar conmigo para todo -tan pronto como Valentina terminó de decir eso toda la manada aplaudió, silbo y gritaron Luna fuertemente.

Valentina se sintió amada y aceptada, para una chica con poca vida social como ella esto era impresionante, sonrió con sus ojos aguados, en ese momento Julián la jalaba desde atrás y le daba un apasionado beso delante de toda su manada.