Sin Compromiso

Sasha

Latifa y yo nos encontramos en su capa totalmente desnudos, solamente cubiertos por su cobertor. Ella está sobre medio cuerpo mío, su brazo y mano estan sobre parte de mi estómago y mi pecho, su pierna está enredada entre las mías, debo decidir qué es lo que quiero realmente de mi linda Gatita. Llego a la conclusión que lo que quiero es más que encuentros, no solo tener intimidad y ya, deseo que sea solo mía.

Se empieza a remover y su pierna roza un lugar que no debería y que al sentir ese contacto ya empieza a reaccionar.

- Buenos días Blanquito - me dice con voz aperezada.

- Buenos días Gatita malvada, no deberías moverte así o te tendrás que hacer responsable.

La veo medio levantar su cabeza y posar su barbilla sobre la mano que reposa en mi pecho.

- Entonces me haré responsable ya mismo.

La pasión vuelve a apoderarse de nuestros cuerpos, nuestras bocas se unieron con frenesí y la temperatura en la habitación se elevó.

Después de un delicioso mañanero, me despedí; debía ir a mi departamento a cambiarme de ropa e irme a Lebreu Corporation a trabajar.

Llegó a la compañía y subo al último piso donde están las oficinas de presidencia y vicepresidencia, cargos que ocupamos Akim y yo. Me siento en mi silla giratoria con una sola cosa en el pensamiento, le propondré a mi Gatita que tengamos algo más que solo diez encuentros. Con esto no quiere decir que le propondré matrimonio ni nada por el estilo, aún no aparece la mujer adecuada para ser la señora Boesten de mi parte, pero mientras ella aparece, puedo disfrutar de mi linda Gatita malvada.

- Buenos días señor Boesten - me dice mi secretaria y asistente después de que le diera el permiso de ingresar - el día de hoy tendrá un almuerzo con los inversionistas de Los Ángeles y por la noche una cena con la señorita Roma.

Buenos días Sarah! Cancela la cena con Roma, envíale rosas como disculpa, debo hacer algo más importante.

- Está bien señor, ya mismo lo hago. También debe firmar estos documentos pues el señor Lebreu está fuera de la ciudad.

- Bien, deja los documentos que ya los firmo y consígueme por favor un café.

- Como ordene!

La veo salir y cerrar la puerta, reviso los documentos minuciosamente y al comprobar que todo está bien, los firmo.

Rato después aparece Sarah con un vaso de café humeante. Me lo tomo sintiendo el amargor dulzongo de este.

Tuve el almuerzo con los inversionistas, llegamos a un acuerdo jugoso para ambas partes, Lebreu Corporation será quien coloque sus productos a nivel internacional.

Por fin mi jornada laboral ha terminado, llamé temprano a Latifa para invitarla a cenar hamburguesas, sé que odia los restaurantes a los que estoy acostumbrado, por eso es que la complazco.

- Hola Gatita!

- Hola Blanquito! ¿Qué tal tu día?

- Mmmm... he tenido mejores días.

La acerco más a mí y le estampo un beso.

- Ahora está mucho mejor - le digo.

La tomo de la mano y la llevo hasta mi auto, le abro la puerta para que se siente. Después yo me subo de mi lado y coloco el auto en marcha, rumbo al restaurante para degustar unas deliciosas hamburguesas