Desde los 10 años, Latifa le ha confesado su amor al Príncipe Salomón y le ha pedido que se case con ella. Su destino es ser sólo una candidata a novia del heredero al trono del reino Sufan. Ella sólo es una agregada cultural, alguien a quien nadie ama y nadie extrañará una vez que se cumpla el objetivo de unir a los protagonistas.
Así era hasta que llegué yo, una persona madura que murió en otra realidad, pero esta es una nueva oportunidad para mi, así que no quiero seguir el destino marcado de Latifa, dejaré atrás rogar por el amor de un hombre, las declaraciones sin sentido y pedir el reconocimiento de los padres, es tiempo de darle a esta chica un destino donde ella sea la que tome las decisiones. ¿Habrá alguien que la quiera así?
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Al llegar a la antesala del salón de invitados, Latifa le pidió a su tío Luyain buscar al tío Hayat para que ambos vayan a averiguar qué ocurre, mientras Zaid los espera frente a las escaleras, aunque no entiende por qué están tan preocupados la joven y su tío.
No tardaron mucho en regresar bañados y arreglados y rápidamente Latifa le presentó al tío Hayat y mandó a los gemelos a saludar al Duque.
Cuando ellos entraron, tomó de la mano a Zaid y lo llevó a una habitación contigua al salón, tomó dos vasos de cristal y con una seña le indicó lo que debían hacer. Así que pusieron los vasos en la puerta adjunta al salón y pudieron escuchar la conversación.
Luyain: Entonces, ¿usted está interesado en un compromiso matrimonial con la familia Leibe? Y su hijo, ¿está de acuerdo?
Ahmed: De hecho, mi hijo es una persona solitaria y antisocial. Nunca ha mostrado el menor interés en interactuar con otras personas. Por eso cuando me informaron que estaba interesado en saber más sobre la señorita Latifa no pude evitar desear conocerla y proponer el compromiso. Entiendo que deberemos esperar a que sea descartada como candidata a Princesa Heredera, pero una vez que eso ocurra quiero que consideren a Zaid como el siguiente candidato a desposarla.
En ese momento, la mirada de pánico de Zaid era toda una belleza, no podía creer lo que estaba pasando, ¿sólo porque pidió investigar a Latifa su padre pensó en pedir un compromiso matrimonial? Veía a la chica frente a él, es demasiado hermosa, pero desde pequeño decidió dedicar su corazón a la bella Naya y no puede, no quiere amar a nadie más.
Rápidamente se dio cuenta de que ella en voz baja sólo le decía: No te angusties… todo tiene solución… mi abuela no aceptará.
Marquesa Leibe: Creo que es muy pronto para hablar de eso, aunque este tipo de acuerdos son lo más común en nuestro círculo, yo le prometí a mi nieta que no la obligaría a aceptar ningún tipo de compromiso arreglado. Mis hijos y yo apenas la recuperamos y queremos que ella tome sus propias decisiones, si se enamora de Zaid por supuesto que volveríamos a hablar de este tema, pero para eso primero debemos hablar con los interesados.
Hayat: Además, ¿cómo está seguro de que su hijo no es como el Príncipe heredero y ya tiene a otra mujer en su corazón?
En ese momento Zaid entró más en pánico y se sintió terrible, pues la misma Latifa sabe que eso es verdad, él ya tiene a alguien más en su corazón. Pero al ver nuevamente a la joven frente a él nota que no está preocupada en lo más mínimo… por el contrario, hasta parece divertida con toda la situación.
Marquesa Leibe: ¿Qué le parece querido Duque si pasamos a almorzar y le preguntamos directamente a los chicos? A lo mejor para ellos esta es sólo una bonita amistad y nosotros lo arruinamos estableciendo un compromiso matrimonial.
Zaid ahora se percata de la razón que tenía Latifa, la abuela no es fácil de manipular y es obvio que no permitirá nada que la joven no desee.
Al final de cuentas, todos saben que acaba de ser expulsada del marquesado Durand y seguramente su abuela quiere tenerla con ella el mayor tiempo posible. Así que cuando la chica tranquilamente le hace una seña para irse de ahí, él la sigue obedientemente.
Tras tocar la puerta, ambos jóvenes son invitados a entrar.
Marquesa Leibe: Acércate querida, te presento al Duque Ahmed Yeber, es el padre del joven Zaid que, tengo entendido, es amigo tuyo.
Vaya, al verlos juntos se nota que no niegan la cruz de su parroquia; por lo visto Zaid es una copia calca del Duque, la gran diferencia está en sus ojos, los del padre lucen sin vida, mientras que los del joven son intensos, pero es como ver una ventana de tiempo a los 18 años y 20 años después… y estos hombres son como el buen vino…
Latifa: (Haciendo una reverencia perfecta) Todo un honor conocerlo Duque, soy Latifa Leibe, la más reciente integrante del Marquesado, espero se encuentre usted muy bien y gracias por permitirle a Zaid ser amigo mío.
El resto de la visita transcurrió con normalidad, y durante el almuerzo notó cómo el Duque la miraba insistentemente, por lo que ella, en cuanto pudo, sin necesidad de que le preguntaran solamente afirmó.
Latifa: Duque, quiero aclarar que el joven duque y yo nos conocimos formalmente hace muy poco tiempo y estamos explorando si nos llevamos bien como amigos, yo… estoy muy decepcionada del amor luego de lo que he pasado con el Príncipe heredero, y por el momento no quiero más que una amistad sincera, así que agradezco que diera su permiso a Zaid para acercarse a mí [No es cierto, pero hay que darle una salida al dique, perdón, el duque este].
A Zaíd se le hizo divertido porque su padre no pudo decir nada más. Además, notó el gran parecido que la joven tenía con su familia materna, todos son muy sinceros y hablan abiertamente. Ambos tíos comparten con ella el cabello rosa y los ojos grises, y debido a que la abuela ya tenía el cabello cano, no dudaba que esa era herencia de ella.
Pero al ver un cuadro de la familia, entendió que la madre de Latifa era diferente, ella tenía el cabello oscuro y los ojos verde claro, igual que su padre, el antiguo Marqués Leibe.
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