Atracción Pasional

Laura:

Tragué saliva, miré por ambos lados, no quería encontrarme con personas nada agradables… Ceci removió sus manos en señal que lo hiciera.

Levanté la mano tocando la gran puerta, era muy temprano y aun no llegaban las asistentes… pero sabía que se encontraba en su oficina por ver su camioneta en la entrada y en el casillero que le correspondía.

TOC!! TOC!!

- Adelante.

Respiré profundamente, sostuve con fuerza la cerradura empujando la puerta. Aseché un poco cubriéndome aun con la puerta.

Elías: Laurita, mi cielo, pasa… pasa…

Sonreí ante tal recibimiento, se levantó acercándose hacia la puerta mientras entraba, cerré la puerta sintiendo un mega abrazo de don Elías como si fuera un padre, el padre que deseaba siempre tener, pero la vida me dio otro…

Laura: Don Elías.

Se apartó tomando mis manos, las extendió observado de pies a cabeza.

Elías: Estás preciosa cariño, ven… por favor.

Pasó su brazo sobre mi hombro llevando hacia una pequeña salita de espera, hizo que me sentara, tomé asiento esperando que él se sentara.

Don Elías Braxton siempre ha sido un excelente padre con Nubia, lo he dicho, lástima que ella muchas veces no tome las oportunidades que su padre le brinda, ha decido tomar las cosas como vienen y no está mal, pero su padre todo lo que ha pedido siempre se lo ha dado, por eso Nubia nunca ha padecido que es encontrar un buscar, con una llamada de su padre, se lo den el que ella decida.

Elías: Ya has terminado la licenciatura en enfermería, no sabes como estoy agradecido por que has sido una amistad inquebrantable para mi hija, que sin ti, ella nunca lo hubiera podido lograr. Amistades como tú son las que siempre le he dicho que la cuide.

Laura: Lo sé, quiero mucho a Nubia. ¿ella vendrá hoy?

Elías: Si, en un rato debe llegar, tiene mucho por organizar, con eso que ganamos la licitación de la construcción de la base marina de Virginia, por cierto, Erick estará muy ocupado en ese proyecto, no quiero que tengas problemas con él por su ausencia.

Laura: No, no habrá ningún problema, él y yo hemos hablado.

Don Elías suspiró asintiendo con la cabeza. Reposó sus manos en los reposeros.

Elías: Es muy afortunado Erick en tenerte como novia, siempre le he dicho que te cuide, eres una chica hermosa, inteligente y con un corazón que pocos tienes.

Bajé la mirada, tragué saliva formandose un nudo en la garganta, si el pobre don Elías supiera lo que ha pasado entre nosotros, pero el caso es que tampoco quería perjudicarlo.

Elías: Has sido igual de gran ayuda para Erick, conoces de ingeniería, enfermería, de todo un poco.

Laura: Lo que sé de ingeniería es gracias a usted.

Elías: sacaste provecho de todo lo que te he enseñado, así como hubiera deseado que Nubia aprendiera… ¿Cómo vas con tus padres?

Suspiré negando con la cabeza, tragué saliva del dolor que tenía en pensar lo que había sucedido, sonreí sintiendo como se iban humedeciendo mis ojos.

Elías: No hace falta que me lo digas… otra vez problemas con tus padres… Hija, sinceramente has sido una mujer fuerte y has tenido que soportar mucho para salir adelante, pero ya no lo necesitas, tienes un título, una profesión, las oportunidades en los hospitales te esperan, solo es cuestión que vayas y digas que vas de mi parte y nadie te negará nada. Es más…

Metió su mano en el bolsillo de su saco, tenía en su mano una tarjeta… extendió su mano entregándome la tarjeta… la sostuve viendo que se trataba de una doctora.

Elías: Ve a entrevistarte con ella, entre poco se abrirá un reclutamiento masivo para pertenecer a la base militar… justamente de la misma base donde Erick construirá la base Marina, habrá en ese lugar de todo y manos para ayudar siempre harán falta.

Laura: Dra Militar Grace Whatts…

Elías: Si, una doctora de la base militar, está en un rango alto junto con los grandes de la milicia. Creo que donde abrirán vacantes será para el área de Bomberos y la Marina, ¿te imaginas ser una enfermera a la Marina? Dedicada a tu nación.

Laura: Don Elías justamente de eso tenía que hablar con usted.

Elías: claro… ¿Qué sucede?

(carraspeo) moría de nervios, ya que en su momento me negué rotundamente a las facilidades que él me daba y a toda la ayuda que me ofrecía.

Laura: Sé que me negué en un principio a la beca de la especialidad quirúrgica. En un principio se me hizo fácil, pero ahora, tuve que salirme de casa por un mal entendido y tengo a mi abuelita conmigo mientras en casa de Cecilia.

Elías: Ohhh, Cecilia es otra que no tengo peros en nada.

Laura: si, es una gran amiga.

Elías: ¿Qué necesitas Laura?

Laura: Le pagaría hasta el ultimo dólar que invierta usted en mi especialidad, esta vez, me he quedado sola y como bien dice, Erick viajará y no podré contar con su ayuda…

En mi mente estaba que no la necesitaba la ayuda de Erick, pero no quería que la verdad de lo sucedido entre nosotros tuviera problemas, sé que bastante don Elías ha hecho para apoyarme en todo lo referente a él para darle un buen empleo, pero prefería que la vida se encarga a en que la verdad saliera a la luz y no por mí.

Elías: Sabes que por mi no hay problema… Es más sin que me lo pidieras, la totalidad de la beca para tu especialidad está cubierta.

Laura: ¿QUEEE? ¿Cooomo?

Don Elías soltó la carcajada tan fuerte ante mis respuestas de sorpresa, no podía creerlo que esto me estuviera pasando, pensé que tendría que esperar.

Elías: hija Laurita, es normal, por eso te mando con la doctora Grace, ella ya tiene toda tu documentación, es más hasta me dijo que si al presentar para la beca, se sabrá si se toma el dinero a tu cuenta o simplemente el hospital se haría cargo, le dije que tus notas son asombrosas…

Laura: En verdad muchas gracias, claro que acudiré hoy mismo, no sabe como le agradezco, siempre hace mucho por mi y no tengo con que pagárselo… claro que cuando empiece a trabajar le devolveré todo y con interés.

Elías: Me basta saber que estas oportunidades las aprovechas, no sabemos si el día de mañana podrás contar conmigo… No soy eterno Laurita…

Tragué saliva, parpadeaba a sus palabras al sentirlas demasiadas tristes y con resignación, me levanté del sillón donde me encontraba, me senté al que estaba junto tomando su mano.

Laura: ¿Qué tiene don Elías?

Él apretó mi mano dando ligeras palmaditas… sonrió, se le miraba triste esa mirada que siempre sonreía con ella sin necesidad de mostrarla físicamente.

(Escuchen: In This Heart, Girl Named Tom)

Tragó saliva sin apartar la mirada de mi…

Elías: Estoy muriendo lentamente Laurita.

Laura: ¿Cómo?

Elías: tengo una enfermedad terminal, no quiero que Nubia mi hija se entere de nada, para ella solo es importante lo que ella quiere, que si le gusta un auto nuevo, si le gusta una propiedad, viajes, despilfarro, y… está bien, es joven, pero no escucha de razones, no tiene la responsabilidad de una profesión, de un empleo, de ella misma, todos tienen que hacer las cosas por ella.

Laura: Pero hay tratamientos, está avanzada la tecnología en la salud.

Elías: He pagado a los mejores doctores, traídos desde muy lejos, hace 4 años y medio vinieron los mejores a una conferencia y me atendieron, uno de ellos el director de un hospital muy lejano acudió personalmente para atenderme, un tratamiento a base de su creación pero no dio resultado, mi sistema ya está cansado, la edad pesa y mi salud se deteriora mucho. Aunque no lo creas a mis abogados les he puesto sobre aviso.

Laura: Pero Nubia… se quedará sola.

Elías: Nada le faltará, tengo en manos de la mejor abogada civil todo lo que me pertenece y he dado ordenes e instrucciones precisas de cubrir en todo a mi hija, si le dejo a Nubia la constructora y el dinero en sus manos, lo gasta en un abrir y cerrar de ojos, es mi hija Laurita, sé que tú puedes motivarla a que también tome la especialidad que van a tomar Cecilia y tú.

Asentí con la cabeza, Nubia muchas veces es cabeza dura, pero dudo que me escuche después de todo, lo tendría que intentar solo por don Elías.

Laura: ¿Cuánto… cuanto tiempo le queda?

Elías: Horas, días, semanas, meses, pero solo unos cuantos, solo Dios decidirá cuando es el momento, por eso Laurita no podía perder el tiempo en seguir esperando tu respuesta, también quería dejar todo bien contigo y Ceci, por que ella igual tiene una oportunidad para tener un empleo en la base militar. Claro eso si aprueban los exámenes. Hasta Nubia está inscrita. Pero si ella no pasa, no podré hacer más.

Mis lagrimas empezaron a caer poco a poco, era una noticia que no me hubiera esperado. Apretó mi mano apartando mis lagrimas.

Elías: Eres un gran ser humano Laurita, no permitas que nadie pase por encima de ti, si tienes algo que decir, dilo, no te quedes con ello, es más doloroso saber que puedes perder mucho por nada. Siempre sé sincera en lo que tu corazón hermoso te esté alertando. No dejes que nadie tenga el poder sobre ti. Siempre ten en cuenta… Ama bajo 3 simples reglas… 1. El amor necesita hechos. 2. El perdón necesita cambios… 3. La confianza necesita pruebas.

Laura: ¿Hay algo que pueda hacer por usted?

Negó con la cabeza, se puso de pie, tomó mi mano ayudando a levantarme… metió su mano en su saco, tenía un pequeño papel doblado. Dejó mi mano con la palma hacia arriba asentando el papelito.

Elías: No es mucho, pero te servirá para lo que necesites.

Lo tomé abriendo, negué con la cabeza.

Laura: No, no puedo aceptarlo.

Elías: He dejado abierta una cuenta a nombre, no lo hagas por ti, pero si por tu abuelita, ahora que no estarás en tu casa necesitarás un poco de deshago…

Tomé su mano devolviendo el cheque, me sentía mal si lo aceptaba. Sonreí con lagrimas en los ojos.

Laura: No me haga esto, no lo puedo aceptar… bastante está haciendo conmigo para tener que aceptar esto. Sé que es de corazón, pero en verdad no me humille teniendo que aceptar este dinero. Puedo salir adelante y demostrar que puedo sola. Siempre lo he hecho.

Bajó la mirada suspirando, levantó el rostro asintiendo con la cabeza.

Elías: En verdad que para mí es un honor que mi hija tenga una amiga como tú.

Sonreí pasando mi mano sobre su mejilla, mis lagrimas empezaron a caer, me daba una tristeza enorme saber que don Elías tenía el tiempo en cuenta regresiva y el amor de padre protector queriendo proteger a Nubia en no decirle, hablaba de un padre que no quería ver a su hija sufrir.

Laura: Prometo no decirle nada a Nubia de su enfermedad.

Elías: Te lo agradezco mucho Laura, en verdad tienes todo mi apoyo para tu especialidad, no pierdas la oportunidad de entrevistarte con la Doctora Grace Watts.

Lo abracé tan fuerte como podía, asentía con la cabeza, tampoco pensaba en defraudarlo, quería que el poco tiempo de vida que le queda tenga un buen recuerdo de agradecimiento al menos con mis notas y que se diera cuenta que su ayuda valió la pena.

Me despedí de él, tenía que ver cuanto antes a Nubia y saber lo que realmente piensa de todo lo que ahora se le viene en estos momentos… Tampoco quería que su padre se ausentara cuando ella aun no está lista en saber lo que realmente quiere.

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Laura