Emergiendo de la reencarnación, se encuentra Vivianne, una mujer morena cuya atracción y elegancia esconde la cicatriz de una traición profunda. Sus ojos, cautivadores y expresivos, reflejan la resolución ardiente de desentrañar la maraña de engaños que marcó su pasado.
Ataviada con la elegancia de una dama envenenada por el desengaño, trama su venganza con la gracia de una danza macabra. Cada movimiento suyo es un paso hacia la redención, mientras su atractiva presencia esconde el huracán de emociones en su interior.
En su búsqueda de justicia, el destino le tiende una paradoja: el surgimiento de una pasión desenfrenada entre ella y el mayor enemigo de su ex prometido. La intensidad del amor florece en el terreno fértil de una lucha desenfrenada, donde la línea entre adversarios se desvanece ante la atracción irrefrenable.
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Capítulo 16
Mientras caminábamos por los pasillos bien iluminados, Isabelle no soltó mi brazo, demostrando su apoyo en cada paso. Al llegar a mi habitación, las sirvientas esperaban con paciencia para comenzar sus labores. Isabelle, con su gesto autoritario, indicó que procedieran.
Las sirvientas, guiadas por Agatha, comenzaron a despojarme de mis accesorios y ropajes, mientras Isabelle permanecía a mi lado, atenta a cada expresión en mi rostro.
En la tina, las sirvientas continuaron su labor con sumo cuidado. Isabelle aguardaba pacientemente, permitiéndome disfrutar de aquel momento de tranquilidad antes de abordar las millones de preguntas. El agua tibia acariciaba mi piel, llevándose consigo las tensiones acumuladas del día.
Después del relajante baño, las sirvientas me envolvieron en suaves toallas. Isabelle permanecía a mi lado, compartiendo miradas que comunicaban incertidumbre y desconfianza. Mientras las chicas cuidadosamente me vestían y arreglaban mi cabello. Vestida con un elegante camisón, me dirigí hacia el área donde me prepararía para descansar.
Con la puerta cerrada, Isabelle desató un torrente de preguntas que resonaron en la habitación. Cada interrogante de su parte era como una hoja en blanco esperando ser llenada con respuestas que cuidadosamente decidí dosificar. Sus ojos agudos escudriñaban mi rostro en busca de pistas.
"Vivianne, esa excusa de comprar cosas suena muy tonta. No me mientas, sé que hay algo más." Dijo frunciendo el entrecejo
"Isabelle, es complicado. No he comprado nada realmente, solo me distraje con algo en la ciudad." Expresé evitando su mirads
"¿Distracción? ¿Qué es ese algo o quién?. ¿Acaso es un chico, Vivianne? Estás actuando de manera extraña." Comentó cruzada de brazos
Las palabras de Isabelle sobre un chico resonaron en mi mente, recordándome el encuentro del otro día con Allen. Una sonrisa se dibujó en mi rostro al recordar la joya que ahora poseía, una pieza que ahora era preciada para mí.
Recobré la conciencia de nuevo, volviendo a percatarme de la presencia de Isabelle, quien me observaba con una sonrisa cargada de confianza. Fui consciente de que cualquier indicio en mi expresión podría revelar más de lo que deseaba, así que rápidamente volví a la realidad y respondí con una sonrisa intranquila.
Isabelle, con una gran sonrisa, me preguntó: "Así que se trata de un chico, ¿quién es y cómo se llama?". Traté de evadir la pregunta, pero ella insistió con miradas curiosas. Finalmente, le dije: "Es un conocido, nada más. No hay nada especial que debas saber". Sin embargo, Isabelle no parecía satisfecha y seguía queriendo saber más sobre aquel misterioso encuentro.
Isabelle, con una mirada penetrante, se sienta a mi lado en busca de respuestas.
"Vivianne, entiendo que puedas tener tus razones para no contarme todo. Pero quiero que sepas que siempre puedes confiar en mí. Estoy aquí para apoyarte, sin importar qué." Dijo con una voz tranquila
"Gracias, Isabelle. Es solo que hay asuntos complicados en juego, pero prometo que te diré todo cuando llegue el momento adecuado." Dije cautelosamente
"Está bien, hermana. Cada uno tiene sus secretos. Solo quiero que estés segura de que puedes contar conmigo." Dijo tomando mis manos entre las suyas
Mis brazos rodearon con afecto a Isabelle, y nuestras miradas se encontraron con complicidad. Me sentía agradecida por tener a una hermana tan comprensiva a mi lado. Isabelle rompió el abrazo y me miró con una expresión de complicidad.
"Ves, te lo dije. Es mejor buscar un amor real que casarse sin sentir nada. Pero, ¿qué harás con respecto a Luke?" Dijo
Suspiré, sopesando las palabras que estaban a punto de salir de mi boca. Mi mente estaba llena de pensamientos sobre el plan de venganza que había trazado, pero no quería preocupar innecesariamente a Isabelle.
"Lo que tenga que hacer, Isabelle, lo haré por el bien de nuestra familia. Pero no te preocupes, sé lo que estoy haciendo." Expresé cansada
Isabelle me miró fijamente, sus ojos reflejaban preocupación y un toque de curiosidad.
"Solo prométeme que te cuidarás, Vivianne. No quiero verte sufrir más de lo necesario." Dijo acariciando mi cabeza
Asentí con una sonrisa reconfortante. La conexión entre nosotras era más fuerte que cualquier situación complicada.
"Te lo prometo, Isabelle. Pero ahora, hablemos de algo más agradable. ¿Qué te parece si planeamos un día especial para nosotras dos? Una escapada de la mansión, quizás." Dije con una sonrisa
Isabelle sonrió, agradecida por cambiar el tema.
"Eso suena maravilloso, Vivianne. Podríamos explorar el mercado local, disfrutar de la compañía de la gente común y olvidarnos por un rato de nuestras preocupaciones." Dijo con una voz amorosa
Mis ojos se posaron en la mano de Isabelle, y noté un anillo que no le había visto antes. Al levantar la mirada, descubrí un collar y unos pendientes, todos del mismo color y diseño. La sorpresa se reflejó en mi rostro, y no pude evitar abordar el tema.
"Isabelle, esos accesorios son nuevos, ¿verdad? No recuerdo habértelos visto antes." Dije con curiosidad
Isabelle sonrió misteriosamente, como si estuviera disfrutando de mi curiosidad.
"Oh, estos pequeños tesoros. Sí, son nuevos. Un regalo de alguien muy especial." Expresó alegré
Mi interés se agudizó, y una mezcla de emoción y curiosidad se apoderó de mí.
"¿De alguien especial? No me dejarás así, ¿quién es el afortunado?" Comenté aún con curiosidad
Isabelle rió suavemente, jugando con el misterio.
"Un caballero encantador que conocí en una de las veladas. Es alguien de la alta sociedad, tiene un corazón noble y buen gusto en joyas, como puedes ver."
Miré los accesorios con más detalle, apreciando la finura de su diseño.
"Deben de tener una historia fascinante detrás. ¿Cómo lo conociste?" Pregunté
Isabelle se acomodó en su asiento, dispuesta a compartir su pequeño secreto.
"Fue en una reunión, de hecho. Tropecé con él mientras miraba algunas estatuas. Resulta que compartimos un interés común en antigüedades y, bueno, las chispas volaron."
Sonreí ante la historia romántica y auténtica que Isabelle estaba compartiendo.
"Eso suena encantador, Isabelle. Estoy feliz de que hayas encontrado a alguien que te guste realmente ." Dije muy feliz
"Isabelle, ¿nuestros padres saben sobre este caballero del mercado?" Pregunte curiosa
La mención de nuestros padres causó una tensión evidente en Isabelle. Sus ojos, antes chispeantes con la emoción de su historia de amor, se nublaron momentáneamente.
Isabelle bajó la mirada y pareció meditar sus palabras antes de responder.
"No, aún no se lo he mencionado a mamá y papá."
La preocupación en su voz era palpable, y me di cuenta de que había algo más detrás de esta historia que aún no conocía.
Vivianne: "Isabelle, ¿hay algo más que no estás compartiendo?"
Isabelle suspiró antes de responder, como si estuviera sopesando la decisión de revelar un secreto.
"Vivianne, este chico es encantador, pero no debo tomarlo a la ligera. Y tú sabes lo que eso significa." Dijo cabizbaja
"Entiendo la preocupación, Isabelle. Pero si realmente te hace feliz, deberías hablar con mamá y papá. Tal vez sea el indicado ."
Isabelle asintió, pero aún parecía dubitativa.
"Lo consideraré, Vivianne. Pero por ahora, prefiero mantenerlo en privado." Comentó
La conversación cambió de tono cuando Isabelle mencionó el próximo baile que tendríamos en la mansión.
"De todos modos, hablemos de cosas más alegres. ¿Ya tienes un pretendiente en mente para el próximo baile, hermana?" Dijo
La idea del baile me hizo recordar el encuentro con Allen y la joya que aún descansaba en mi pecho.
"Aún no lo he considerado. Pero creo que el baile será una ocasión interesante." Dije con confianza
Isabelle sonrió, aparentemente satisfecha con mi respuesta.
