La Villana Cambiará Su Final

El carruaje llegó al palacio, primero bajo el Conde y tras él, Selene, claro que fue el cochero quien la ayudó a bajar, pues al conde no parece importarle si la niña no puede bajar por si misma, para Selene ese vestido era un fastidio, pero era necesario verse bien, gracias a Milie pudo vestirse bien; ambos fueron guiados al salón del trono, al entrar de inmediato hacen una reverencia ante el emperador, Alexei y la emperatriz estaban presentes, el único ausente era Dante, pues era la hora de sus clases.

- Saludos al emperador, señor protector de este imperio y saludos a la emperatriz, madre del imperio, saludos al príncipe heredero, futuro protector del imperio.

Selene hizo el mismo saludo que su padre, era un fastidio tener que cumplir con esas etiquetas, el emperador ordenó levantar sus cabezas.

- señorita Dubois, luce más linda que la última vez que la vi, permitame expresar mi más sentido pésame por su perdida.

- gracias majestad, ahora estoy bien.

- mi más sentido pésame, conde Dubois.

- se lo agradezco majestad.

- le he llamado hasta aquí, porque me han dicho que la señorita Dubois, ha estado entrenando con nuestro capitán Rudolf.

- así es majestad, mi hija a progresado muy bien, el maestro la alaba por su talento.

- eso esta bien. Siendo así, estaría bien invitarla al evento de caza este año, puede participar si lo desea.

- me honra con su invitación majestad, pero no creo que mis habilidades sean tan buenas. Pero asistiré para apoyar a mi padre y a mi prometido.

Selene dirige su mirada hacía Alexei, sería bueno participar y ganarle al mocoso, pero es mejor no mostrar todas habilidades en una sola vez. El emperador no puede evitar reír.

- de acuerdo, supongo que mi hijo se sentirá feliz de tener el apoyó de su linda prometida.

- por supuesto padre.

Alexei sonríe, aunque no le agrada mucho eso, espera no tener que estar cuidando de Selene durante todo el evento. Ambos padres continúan con su platica, mientras que Selene se mantiene en silencio, Alexei la observa, no comprende, como ha cambiado tanto, pero, pensó un poco en lo que Dante le dijo, quizás pueda intentar conocerla mejor, ya que si no logra romper su compromiso, tendrá que casarse con ella y lo mejor sería llevarse bien; minutos después el conde y Selene se retiran del salón, pero el Conde le pide a Selene volver sola, pues él debe ir a ocuparse de otras cosas, por lo que debe esperar a que otro carruaje venga por ella; busco donde sentarse, para no cansarse, esas zapatillas eran muy molestas, le esta tomando algo de tiempo acostumbrarse a ellas.

- señorita Selene ¿que hace aquí?

- si, si ya se, debería irme y créame que es lo que más deseo, pero debo esperar otro carruaje.

Como siempre, esa manera de hablarle tan tajante.

- no, yo solo quería decirle, que si para la competencia me hará un pañuelo...yo me veo en la necesidad de aceptarlo.

- ¡¿aaah?! No haré algo tan absurdo, vaya costumbres más petulantes.

Selene chasquea la lengua, había olvidado ese pequeño detalle, Alexei se sorprende por la reacción de Selene, ya que el año pasado, a fuerza le hizo aceptar su pañuelo, el cual por cierto, nisiquiera recuerda donde lo dejo.

- no espere nada de mi, mi madre ya no esta para obligarme a bordar.

- p-pero yo...lo que quiero decir es que deber...

- ¿que? ¿Quieres uno? Le dire a mi doncella que lo haga y te lo daré, si es algo obligatorio. Demonios.

En cierta forma, Alexei se sintió decepcionado al saber que Selene no lo hará, tal vez es porque se acostumbro a que la niña sea insistente con él, que ahora que ha cambiado, es extraño. El carruaje llega así que Selene sin decir nada, se dirige a el y sube; Alexei solo se queda en silencio, tal parece que es como Dante dijo, ella solo hacía lo que su madre decía, es la única explicación del porque su cambio de comportamiento hacía él.

Un semana después, el concurso de caza había llegado, Selene insistió en llevar consigo a Marion, el Conde las dejo bajo el cuidado de dos guardias y de Milie, mientras que él se fue a preparar, ya que cada años, participa en dicho concurso, los príncipes también estaban listos para participar, Selene y Marion fueron a buscar el sitió que les corresponde, una pequeña tienda donde pueden estar cómodas, pero en su camino de cruzaron varias de las niñas que solían beber el té con la antigua Selene, todas miraron a Marion, quien de inmediato se escondió tras Selene.

- así que era cierto, que la señorita Dubois tenía una plebeya como hermana.

- que horrible debe ser tener que cuidar de una bastarda.

- la compadezco señorita Dubois.

- por el contrario, yo las compadezco por carecer de cerebro.

Selene tomo a Marion de la mano para alejarse de esas mocosas, las cuales se sorprenden por la actitud de Selene, no esperaban ser insultadas por ella. Ambas llegan a su tienda asignada, ahí unas doncellas del palacio le sirven té y postres.

- lamento que hayas escuchado esas tonterías, solo no les hagas caso.

- no te preocupes hermana, sus insultos me tienen sin cuidado.

El grupo de niñas se acerca rodeando a ambas, pues se ven muy molestas.

- ¿como te atreves a insultarnos?

- solo te crees porque eres la prometida del príncipe, pero todas sabemos que a él no le importas.

- a mi él tampoco me importa. Háganse un favor y déjenos en paz.

- ¿como puede hablarnos así? Es usted quien esta en compañía de una plebeya.

- si, debería darle vergüenza tenerla cerca.

- que inmadurez la suya, por eso me repugna tenerlas cerca, son tan bobas.

Selene sonríe con burla ante ellas, causando que se enojen aún más, una de ellas se acerca para tirar del cabello de Selene, pues era más alta debido a que es mayor que la albina, Marion se asusto así que empuja a la chica y esta, le termina pagando una cachetada a Marion, ante esto, Selene empuja a la chica con todas sus fuerzas causando que cayera y aprovecha eso para darle una patada en el estómago.

- esto te enseñará a no molestar a las pequeñas.

La chica se queja en el piso, llevando sus manos a su estómago, las otras niñas también tiran del cabello de Selene y de su vestido, mientras que Marion trata de defenderla, pero le hacen lo mismo, hasta que llega la emperatriz, las niñas se calman para hacer una reverencia, de inmediato la que había sido pateada, le dice a la emperatriz que fue Selene quien agredió primero y por la manera que la emperatriz le vio, es obvio que le cree a esa niña.

- señorita Dubois, no es correcto atacar a otras solo porque uste....

- ¡no! No es así, mi hermana me defendió, ellas comenzaron a decir cosas de mi, esa niña me pego y mi hermana le devolvió el golpe.

- no es así majestad, no le crea a esta sirvienta.

- ¿sirvienta? La señorita Marion es hija del conde Dubois.

- pero majestad...no le crea...

- digo la verdad majestad...