El Parapléjico y la Buena Chica

10:00 William despierta, se queda mirando a Helena, ella comienza a despertar y al ver cómo está lo mira asustada.

Helena:Ay, Dios mío.

William:Buenos días para ti también.

Helena:Q...Qué...

William:Me abrazaste tan pronto te dormiste y te quedaste aquí hasta ahora, ¿dormiste bien, Doctora?

Helena:Ay, Dios mío, sabía que ibas a hacer algo.

William:No hice nada, fuiste tú quien me abrazó, ¿y la culpa es mía?

Helena:Necesito irme.

Ella se levanta, William la mira mientras ella coge su ropa y va al baño, Helena se siente avergonzada dentro del baño, no sabía qué hacer ni cómo actuar, había un cepillo de dientes nuevo en el lavabo, ella se hace su higiene y se viste, al salir del baño ve a William ya en la silla, él entra en el baño en silencio, Helena enciende su celular y ve la hora, tenía varias llamadas de Mateo, algunos mensajes preguntando dónde está y por qué no contesta, él estaba loco buscándola.

William sale del baño, Helena estaba a punto de irse, él se para frente a ella.

William:¿Ya te vas, Doctora?

Helena:¿Estás mejor?

William:Sí.

Helena:Bien, me voy, no tendremos sesiones durante dos días, descansa y no hagas esfuerzos.

William:¿Por qué no tendremos?

Helena:Es mejor que descanses.

William:Estoy bien.

Helena:Aun así, hacer esfuerzos excesivos es peligroso.

William:¿Estás huyendo, Doctora?

Helena:No, no hay nada de qué huir.

William:De acuerdo.

Helena:Adiós, cuídate.

William:Ya que vas a bajar, ¿puedes pedirle a Raquel que venga a ayudarme a bañarme?

Helena:¿Q...Quién?

William:Raquel, ella trabaja aquí.

Helena frunce el ceño, está furiosa y se va sin decir nada, William sonríe, le encanta provocarla y con cada provocación ella muestra aún más.

Helena baja al salón, los padres de William estaban allí.

Juliana:Buenos días, querida.

Helena:Buenos días.

Juliana:¿Cómo estás? ¿quieres desayunar?

Helena:Estoy bien, gracias pero tengo que irme, tengo que ir al hospital.

Juliana:Toma un café antes.

Helena:No, gracias, William estará dos días sin sesiones para descansar más.

Juliana:Está bien, gracias por ayudarnos.

Helena:Él pidió que una tal Raquel fuera a ayudarlo.

Juliana:¿Quién es Raquel?

Helena:¿No hay ninguna Raquel aquí?

Juliana:No conozco a nadie con ese nombre.

Helena:¡Arg!, olvídalo, tengo que irme, gracias por todo.

Helena se va apresurada, está furiosa por esa provocación de William, Helena va directo al hospital, al llegar coge un café y se dirige a su consultorio.

Helena al entrar en el consultorio se encuentra con Mateo sentado en su silla, él estaba furioso, ella respira hondo cerrando la puerta y lo mira.

Mateo:Creí que habías desaparecido.

Helena:Hola, Mateo, perdón.

Mateo:¿Sabes cuántas veces te llamé? ¿cuánto me preocupé? No respondiste ningún mensaje y no atendiste cuando te llamé, ¿por qué apagaste tu celular?

Helena:Se descargó.

Mateo:¿Crees que voy a creer eso? ¿dónde estabas? llamé a tu casa y nadie sabía dónde estabas tampoco.

Helena:Dormí en casa de los Gutiérrez, el señor William se enfermó y tuve que ir hasta allá cuando salí de aquí, anocheció y terminé quedándome ahí. Mi celular está realmente descargado, puedes comprobarlo si quieres.

Mateo:¿Cómo que dormiste ahí? tú no eres médica, Helena, eres fisioterapeuta, ellos deben tener un médico particular y pueden ocuparse de eso.

Helena:Soy la fisioterapeuta de él, tenía dolor debido a los ejercicios, no podía negarme, Mateo, gracias por recordarme que no soy médica, pero eso no me impide ayudar a quien lo necesita.

Mateo:Seguro que está muy bien con los cuidados de la Doctora Helena.

Él se va enfadado, Helena se sienta triste y respira profundo, su cabeza estaba a punto de estallar, deja que algunas lágrimas caigan de agotamiento, su mente está hecha un lío y ahora su vida.

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William estaba en la habitación, Juliana va hasta allá y llama a la puerta para entrar.

Juliana:Buenos días, querido.

William:Buenos días, mamá.

Juliana:¿Cómo estás?

William:Bien.

Juliana:William, ¿quién es Raquel?

William:No hice nada.

Juliana:Jajaja, hijo, no tienes límites.

William: ¿Kk ella dio el mensaje entonces?

Juliana: Sí, dijo que querías que Raquel viniera aquí a ayudarte.

William: ¿Cómo reaccionó al saber que no existe?

Juliana: Se quedó confundida, salió apresuradamente sin saber qué decir.

William: Kk, es una locura, creo que la doctora está loca.

Juliana: Eres un bribón kk.

William: ¿Puedes ayudarme?

Juliana: Claro.

Juliana lo ayuda a bañarse, solo lo ayuda a ir a otra silla, William se baña, Juliana lo ayuda a vestirse y se quedan en la habitación.

Ella había traído una bandeja de desayuno, William come mientras conversan.

Juliana: Mira esto... muestran la foto que tomaron juntos

William: Borra eso.

Juliana: Ni lo sueñes, la foto quedó hermosa.

William: Eso es una tontería, mamá.

Juliana: ¿Le has pedido algo?

William: Claro que no, ella me abrazó mientras dormía.

Juliana: Y claro, a ti no te gustó nada.

William: Para nada, sentí una carga.

Juliana: Ya veo kk.

William: ¿Hoy es cuando llega Jacob?

Juliana: Sí, ya está viniendo.

William: Bien.

Juliana: ¿Sientes algo por ella, hijo?

William: No, ¿qué podría sentir?

Juliana: Creo que te gusta.

William: No mamá, es irritante y solo eso, ya es demasiado para mí.

Juliana: Kk, ¿y tú qué eres?

William: Un amor.

Olvida eso, sal, tengo una reunión ahora.

Juliana: Está bien.

Juliana se va, William aparta a Helena de sus pensamientos, abre su portátil y comienza la reunión.