UN VAMPIRO PARA MÍ

Luego de que Miahela se quedará dormida junto a su madre fueron llevadas a unas habitaciones de la casa de la manada. Cristian colocó a Miahela en la cama y beso su frente, no quería separarse de ella y acompañarla mientras descansaba, Pero debía cumplir con la petición que ella le hizo antes de quedar inconsciente.

El alfa Damian fue informado de todo por Tin por medio del enlace y luego Cristian se lo confirmo. Por lo que antes de ir a sacar de su escondite a los habitantes débiles de la manada, primero se reunieron con el alfa Gonzalo y lo pusieron al tanto de todo incluso sobre la llegada de los mates de sus bebés cosa que no le gustó mucho, pues sus niñas apenas habían llegado al mundo y ya tenían compañeros; Pero Cristian le hizo entender que a como estaba la situación era mejor así, porque sus hijas estarán mejor protegidas, pues el mejor que nadie sabe de lo que es capaz cada uno de ellos incluso el mismo por proteger a sus compañeras y a la prueba está, pues aquellos guerreros murieron tratando de encontrarlas y salvarlas para evitar que les hicieran daño.

Al escuchar la explicación de Cristian el alfa Gonzalo pensó mejor las cosas y al ver la situación en la que estaban se convenció de que en esos tiempos de guerra realmente era lo mejor y si sus bebés eran protegidas por sus compañeros él podía estar más tranquilo, ya que el simple hecho de que ellos murieran una vez por ellas le garantiza que lo volverían hacer otra vez si es necesario con tal de protegerlas.

La reunión culminó y ya con las decisiones tomadas decidieron dejar salir a los miembros de la manada, Pero antes de dejarlos salir se dio la orden de que aquellas lobas de la manada que tenían compañeros de otra especie o incluso de su misma especie fuera de la manada debían seguir al rey alfa Damian y su beta Timoti. Las lobas sintieron terror, pues pensaron que serían juzgadas y de por sí ya sus corazones dolían, pues ellas pudieron sentir en sus corazones las muertes de sus compañeros y eso para ellas fue un dolor desesperante que de un momento a otro desaparecido y de la nada aquel vacío que sentían volvió a llenarse; para ellas eso era algo difícil de explicar, pero ya entenderán el motivo de ese suceso al ver nuevamente a sus compañeros.

Las lobas aún sin saber su destino dieron un paso al frente incluso algunas ya estaban embarazadas y temían por la vida de los bebés en sus vientres; bien se sabe que en esa manada no prohíben aceptar compañeros de otra especie, Pero al encontrarlos deben ser presentados legalmente ante el alfa de la manada para que este apruebe dicha unión ante la diosa luna. Pero ellas no podían presentar a sus compañeros, pues la mayoría aún sin querer pertenecían a los grupos enemigos y solo podían abandonar dicho grupo si morían o lograban desertar con éxito y eso era casi imposible, tampoco podían llevar a sus compañeras con ellos, porque tanto ellas como sus hijos serían asesinadas por el simple hecho de no pertenecer a la misma especie y si sus hijos resultaban ser híbridos eran llevados para ser sometidos por el rey demonio, pues a este le gustaba someter a los familiares de los híbridos para así poder sacar provecho de sus habilidades, ya que la mayoría nacían con dones poco comunes.

Luego de la separación de grupos las lobas fueron llevadas al lugar donde se desató la pelea al ver a sus compañeros tirados en el suelo estás soltaron un grito de dolor al creer muertos a sus compañeros, Pero el alfa Damian con su voz de mando les pidió callar y que de forma ordenada cada una buscará a su compañero y se acercara a el, ya que de ellas dependía que ellos despertarán.

Las lobas hicieron lo que se les pidió aún con lágrimas en los ojos. Se acercaron a sus compañeros los levantaron del suelo dándoles un fuerte abrazo y ellos al sentir el aroma de ellas y de sus crías comenzaron a despertar esto hizo muy feliz a las lobas que creían haber perdido a sus compañeros.

El primer vampiro sanado por Miahela era levantado del suelo por una hermosa loba de piel blanca, ojos azules como el cielo y cabello negro azabache; ella era la hermana mas pequeña del alfa Gonzalo quien apenas la noche antes de la pelea había cumplido su mayoría de edad y tenido su primera transformación encontrando esa misma noche a su ahora compañero que para ella era la luz de sus ojos sin importar su especie. Ella al ver como otras habían despertado a sus mates, se sentó al lado de su compañero levantando su cabeza para ponerla en su regazo y acariciando su cabello mientras las lágrimas caían de sus ojos y su loba que aulla de ansiedad le dijo: despierta dormilón para que alejes de mi corazón este sentimiento de dolor (dejando caer sus lágrimas sobre el rostro de su compañero).

Este al sentir las gotas sobre su rostro y el olor delicioso de su loba comenzó a abrir los ojos, Pero al hacerlo sintió el terror, pues él pensaba que ya estaba muerto y al ver a su compañera ahí junto a él pensó que ella también había sido asesinada, Pero está lo tranquilizó con un beso y le dijo que ambos estaban bien y seguían con vida y justo ahí fue donde él recordó la cara de Miahela y la forma en que ella repentinamente alivio todo el dolor que sentía su cuerpo.

El alfa Gonzalo estaba que le daba una crisis existencial no solo sus hijas serían reclamadas por sus compañeros esa noche, también su pequeña y consentida hermana. Este cayó sentado en una silla haciendo su mejor drama de muerte fingiendo que se le bajaba la presión, y su esposa muerta de la risa le echaba aire con un trapo, mientras todos reían por las acciones de ese alfa que se puso aún peor cuando vio llegar frente a él a los compañeros de sus hijas ahí si se desmayó de verdad.