Curvas Al Exito

Mientras Benjamín y sus familiares continuaban la búsqueda desesperada de Ariel, en otro lugar de la ciudad, Valery se encontraba en una lujosa habitación de hotel. Estaba sentada en un sillón, mirando por la ventana con una sonrisa satisfecha. A su lado, un hombre de aspecto sombrío se sirvió una copa de vino y se acercó a ella.

Este hombre era Leonardo Bernaola, un antiguo socio de negocios de Benjamín, con quien había tenido varios conflictos en el pasado. Leonardo había perdido un importante contrato debido a una decisión de Benjamín, y desde entonces, había buscado venganza.

Leonardo: (levantando su copa) Salud por el éxito de nuestro plan. Todo está saliendo tal como lo habíamos planeado.

Valery: (sonriendo) Sí, Leonardo. Ahora, Ariel está fuera del camino y Benjamín está desesperado. No hay nada más satisfactorio que ver a un hombre que se creía intocable caer de rodillas.

Leonardo: Y esto es solo el comienzo. Aún tenemos mucho por hacer para asegurarnos de que no se recuperen. ¿Has pensado en nuestro próximo movimiento?

Valery: (asintiendo) Sí. Con Ariel desaparecida y Benjamín enfocado en buscarla, tenemos una ventana perfecta para destruir sus negocios y su reputación. Sabemos que Benjamín se está debilitando emocionalmente, y es el momento ideal para atacarlo en su punto más vulnerable.

Leonardo: Perfecto. Ya he iniciado movimientos para desestabilizar su empresa. Algunas personas clave están de nuestro lado, y pronto todo su imperio comenzará a desmoronarse.

Valery: (con un destello de malicia en los ojos) Y cuando eso suceda, él no tendrá a nadie a quien recurrir. Ariel lo abandonará para siempre, y él perderá todo por lo que ha trabajado.

Leonardo y Valery brindaron, sellando su pacto oscuro. Mientras tanto, Benjamín seguía buscando a Ariel, sin saber que detrás de su sufrimiento había una conspiración cuidadosamente orquestada por aquellos que una vez fueron cercanos a él.

Valery: (susurrando) Esto es por todos esos años de desprecio, Benjamín, debiste permanecer conmigo, debiste de mirarme a mí, ahora sufre y llora, por fin sentirás lo que es perderlo todo.

La alianza entre Valery y Leonardo era peligrosa y motivada por una mezcla de rencor y ambición. Ambos sabían que su éxito dependía de mantener a Ariel lejos de Benjamín y de hacer que sus vidas fueran un caos absoluto.

Leonardo: No subestimemos a Benjamín. Es un hombre inteligente, pero con la distracción adecuada, no tendrá tiempo ni recursos para contrarrestar nuestros movimientos.

Valery: (con una sonrisa fría) Déjamelo a mí. Me aseguraré de mantenerlo lo suficientemente distraído. Y para Ariel, ya he arreglado para que no sea fácil encontrarla.

El juego estaba en marcha, y Valery y Leonardo estaban decididos a no detenerse hasta ver a Benjamín completamente derrotado. Con Ariel fuera de su alcance y su empresa tambaleándose, parecía que su venganza estaba a punto de completarse.

Pero la vida, con todas sus complicaciones y giros inesperados, aún tenía cartas por jugar, y el amor verdadero entre Benjamín y Ariel podría ser más fuerte de lo que cualquiera de ellos imaginaba.