Lea es una universitaria que se suicida pero reencarna en Tanea, una joven aristocrática qué tiene que vengarse por su hermana, teniendo que confrontarse con personas importantes e incluso con su prometido. Muchos secretos, traiciones y mentiras ¿su venganza saldrá bien o su vida se verá destruida?
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15
Distraída hacía círculos con el dedo sobre la tela del vestido, escuchaba como Annia hablaba sobre detalles del vestido de novia.
En medio del abrazo con Neyén, Innia apareció para decirme que la reina quería hablar conmigo sobre la boda. Me despedí de mi prometido con un "después nos vemos" y acudí a la mini reunión.
Miré de reojo a Innia, estaba al lado del sofá un poco alejada y de pie. Con un gesto le pedí silencio cuando nos encontró en esa situación, sonrió y fingió como si no hubiera pasado nada. Me sentía tranquila al saber que tenía alguien tan leal y buena a mi lado, comenzaba a sentir que era una amiga y no solo una dama de compañía.
-Con esto ya cerramos el tema del vestido- finalizó la charla
- Me parece bien- dije con una pequeña sonrisa
- Tanea... antes de irte quiero decirte que lamento lo que sucedió en el evento de los Rosenffel- dijo un poco incómoda
- No se preocupe, traté de no reaccionar mal ante la señorita Liana, veo que es muy cercana a Marc y no quería generar un escándalo- respondí
Sé que la reina ya está informada de lo sucedido, me imagino que no debe estar contenta por la relación de su hijo con Liana y yo voy a echar más leña al fuego.
Su mirada tenía un poco de confusión así que seguí hablando;
- Quiero decir, vi a Marc muy cercano con la señorita, no quería arruinar su relación con mi reacción-
-Oh, ellos no tienen una relación- habló con rapidez
La tengo.
- Que raro, cualquiera pensaría lo contrario con lo que mostraron- murmuré en un tono que ella pudiera escuchar
-De todos modos, le agradezco esta reunión. Si me lo permite, me retiro, ya que tengo que reunirme con Neyén- me puse de pie
Asintió dándome permiso, parecía sumida en sus pensamientos. Junto a Innia salimos de la habitación.
-Iré a buscar a Neyén, no es necesario que me acompañes. Ve y haz tus tareas o descansa- informé
-De acuerdo, señorita. Entonces iré a ver si la cocinera me regala algún postre- dijo entre risas
Que linda.
-Asegúrate de guardar uno para mí- bromee comenzando a ir por mi camino
Detuve mis pasos y la llamé nuevamente, volteó confundida.
-Por último, dime Tanea no señorita. Aunque sea cuando estemos nosotras solas- pedí con una sonrisa
Su sonrisa se agrandó haciendo que sus ojos casi se cierren del todo.
-De acuerdo, Tanea-
El tiempo pasó y a pesar de recorrer casi todo el palacio, no encontraba a Neyén. Esto me pasa por no decirle un lugar en específico para vernos.
-¿Buscando a tu querido prometido?-
Me exalté ante la voz detrás de mí que apareció de repente. Voltee para estar cara a cara con Marc.
-¿Sabes dónde está?- pregunté
- No me preocupo por el paradero de un inútil qué no le aporta a nada a la familia... aunque lo intenta aceptando una boda- se cruzó de brazos mientras sonreía de lado
-¿Entonces que quieres? Sabes que lo busco, si no vas a decirme dónde está ¿para qué me detienes?- ya me cansó
Suspiró, puso sus manos en los bolsillos y se acercó hasta quedar a unos pocos centímetros de mí.
- Solo te diré que tengas cuidado y elige bien a que jugarás y con quién-
Los vellos de mi cuerpo se erizaron, la amenaza era palpable. Su voz, su aura era muy pesada.
- No creas que no estoy al tanto de lo que estás haciendo...- terminó por susurrar en mi oído.
Al sentir su lengua tocar mi lóbulo me alejé con brusquedad, lo miré sin entender y él largó una risa ronca para después irse. Me recosté en la pared, sentía que la fuerza se me iba y caería pronto. Toqué mi oreja, sintiendo asco al sentir su saliva en ella, limpié mi mano contra mi vestido.
¿Qué está pasando?
