La novela trata sobre una joven llamada Jazz que, después de un accidente de tránsito, se reencarna en el mundo de su novela favorita, "Príncipe de la Oscuridad". Ahora es la reina Anastasia, casada con el rey Richard y es madre del pequeño Ethan de cinco años. A medida que explora este nuevo mundo, Jazz debe navegar por la política y la magia, mientras descubre su papel en la historia y su conexión hacia ese mundo.
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Capítulo 15: ¿Quién Carajos eres?
La sirvienta salió de la habitación de Anastasia y se dirigió hacia el despacho del rey Richard. Llegó y le comunicó que Anastasia se iba a comer con ellos.
Pero mientras tanto Lemel caminaba apresurado hacia el despacho de Richard
-"tengo que detener esto"- piensa mientras camina.
Lemel caminaba enojado, vio a la sirvienta salir del despacho, se acercó a la puerta
Y de un solo golpe abrió la puerta
-"Richard, debes sacar a Anastasia de este lugar"-, le dijo Lemel. "Es un peligro para el reino y para el Joven Maestro".
Richard se quedó mirando a Lemel y dijo: -"Primero aprende a tocar la puerta, no seas mal educado al hablar conmigo"-
Lemel insistió: -"Eso no es el punto. El punto es que debes sacar a esa mujer. Me da mala espina"-
Richard se levantó de su silla y caminó hacia Lemel.
-"Deja de hablar tonterías de mi esposa. Ella no sería incapaz de hacer algo malo. No tienes evidencia alguna"-.
Lemel respondió: -"Sí tengo evidencia, pero simplemente pasó un accidente y la evidencia ya no está en mis manos"-.
Richard se rio y dijo: -"Haras un escándalo, Lemel. Mantén respeto hacia Anastasia, es la reina y mi esposa. Como fiel amigo mío, debes mantener el respeto mutuo hacia ella"-.
-"¡Pero esa mujer no es confiable!"- grita
-"Cállate y vamos que no quiero problemas, con nadie"-
-" Se que algo anda mal, no puedo permitir que esa mujer lave el cerebro del joven amo y del rey Richard"- piensa.
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Después de la conversación, Richard y Lemel se dirigieron al comedor para comer con los demás caballeros. Al entrar, Lemel vio a Anastasia sentada en la mesa con ellos, riendo y charlando con el rey y los demás. Simplemente frunció el ceño y se sentó, mientras que todos reían y se divertían.
Manuel, uno de los caballeros, dijo: -"La señorita Anastasia es muy hermosa en persona"-
Frank, otro caballero, agregó: "Sí, y es muy buena y bondadosa".
Pero Lemel siguió mirando a Anastasia con recelo, sintiendo que había algo malo en ella.
Richard se dio cuenta y preguntó a Lemel. -"Hay algo en la cara de mi esposa, Lemel"-"Estás que la miras demasiado"-.
Lemel respondió de manera nerviosa-" No, para nada simplemente concuerdo con Manuel, la Señorita Anastasia es muy hermosa"- miró a Anastasia serio.
Richard simplemente siguió comiendo tranquilamente.
Lo Quería Es utilizar el poder de sus ojos en Anastasia El ~"Essentia"~
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En el reino de la magia, existía un poder tan raro y preciado que solo unos pocos habían tenido el privilegio de poseerlo. Se conocía como ~"Essentia"~ y era un don que permitía a su portador ver el aura de las personas y su poder mágico, ese resplandor etéreo que rodeaba a cada ser vivo y revelaba sus secretos más profundos.
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La diosa Lilit la mujer que poseía esos ojos era una mujer bella rubia, su poder podría ver al Aura y El poder mágico de Aquellos rivales o los mismos dioses.
Pero el dios supremo Mercus, el dios de el alto tenía odio hacia Lilit porque se preocupaba como ganaba las batallas y podía poder una estrella en el cielo como su existencia, hasta unos de los discípulos de ella la traicionó y junto a dios Mercus la ejecutaron, pero antes de morir dio sus últimas palabras
-"Maldito sean los que me matarán, su pecado es no liberarse de mis ojos que pueden ver todo lo que ellos temen, y a mis hijas del templo las bendigo, sus hijos y generaciones tengan que poseer mis ojos La ESSENTIA como recompensa pierdan la vista para saber que me recuerden"-
Y fue ejecutada delante de los demás dioses.
Pero este poder no era un regalo sin consecuencias. Cada vez que se utilizaba, el poseedor sentía un dolor agudo en sus ojos, como si estuvieran siendo desgarrados desde adentro. Y si se abusaba de él, el precio a pagar era la pérdida de la vista.
A pesar de esto, aquellos que poseían la Essentia no podían resistirse a su llamado. Era como si estuvieran atrapados en una danza peligrosa, donde cada paso los acercaba más a la verdad, pero también los llevaba más cerca del abismo.
La ~"Essentia"~. Era un poder seductor, que prometía revelar los secretos más profundos del universo, pero a un costo muy alto. Solo aquellos que estaban dispuestos a arriesgarlo todo podían poseerlo, y aún así, no estaban seguros de poder controlarlo.
En este mundo de magia y misterio, la Essentia era un poder temido y respetado. Solo unos pocos habían logrado dominarlo, y aún así, su uso era un tabú. Pero para aquellos que estaban dispuestos a correr el riesgo, la Esencia ofrecía una recompensa inigualable: la verdad absoluta sobre el universo y sus habitantes.
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Lemel, hijo de una bruja heredó los ojos de su madre, aquellos que podían ver más allá de la apariencia física y percibir el aura de las personas. Los ojos que habían sido bendecidos con el poder de la Esencia, un don que permitía a Lemel ver la energía mágica que fluía a través de cada ser vivo. La Essentia, el don que había sido su mayor fortaleza, se había convertido en su peor debilidad.
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De repente, prendió su poder mágico de los ojos y miró a Anastasia con una visión más profunda.
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Primero vio un aura blanco bonito alrededor de ella, como una luz radiante que la rodeaba.
-"Que lindo, es tan cálido, puro y limpió"- dijo mirando a Anastasia.
-"Debe ser idea mía la juzgue mal"-.
Pero luego, vio algo que lo hizo estremecer. Un aura oscura y una sombra maligna la escondían, girando alrededor de ella como un torbellino de muerte.
Lemel se sintió un escalofrío en la espalda y desvió la mirada, preguntándose qué estaba pasando en realidad. ¿Qué era esa sombra oscura que rodeaba a Anastasia? ¿Y por qué parecía estar consumiendo su alma?
-" Que mierda es esto, Ella tiene las dos Auras la celestial y La oscura"-. -"¿Quién carajos eres Anastasia Letmort?"-.