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Un Error Y Me Volví Humana

Un Error Y Me Volví Humana

Status: Terminada
Genre:Completas / Magia / Juego del gato y el ratón / Demonios / Villano
Popularitas:8k
Nilai: 5
nombre de autor: Amilkar

"Ash, cometí un error y ahora estoy pagando el precio. Guiar a esa alma era una tarea insignificante, pero la llevé al lugar equivocado. Ahora estoy atrapada en este patético cuerpo humano, cumpliendo la misión de Satanás. Pero no me preocupa; una vez que termine, regresaré al infierno para continuar con mi grandiosa existencia de demonio.Tarea fácil para alguien como yo. Aquí no hay espacio para sentimientos, solo estrategias. Así es como opera Dahna." Inspirada en un kdrama. (la jueza del infierno)

NovelToon tiene autorización de Amilkar para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Director

Los asesinatos en Azula continuaban. Era una masacre. La policía buscaba un asesino en serie, y lo único en común que tenían las víctimas eran las garras en su cuerpo y que todos habían sido asesinos. No había nada más que relacionara a aquellos hombres, salvo su forma de muerte y los crímenes que habían cometido. La ciudad estaba sumida en el miedo, pero Dahna estaba en su momento feliz. Esa mañana, llegó a la universidad con una gran sonrisa.

Durante esa semana, había estado evadiendo las clases, disfrutando de una libertad que no había conocido desde que ocupaba el cuerpo de Amara. Pero el decano de la facultad la había llamado a su oficina, así que allí estaba, rumbo a la oficina del director. Con cada paso que daba, recordaba las palabras que había escuchado sobre las muertes recientes. Todos esos hombres que habían sido asesinados habían cometido atrocidades, y aunque a muchos les parecía horrible la forma en que habían encontrado sus muertes, a Dahna le resultaba simplemente satisfactorio. Después de todo, aquellos que habían hecho daño a otros merecían su destino y ella se estaba encargando de darles su destino adecuado.

Frente a ella, un hombre con cara de enojo la esperaba, su figura alta y autoritaria parecía imponente. El director comenzaba su reprimenda sin preámbulo.

—Señorita Deveraux, su falta de responsabilidad con esta institución es un grave asunto. ¿Cree que simplemente puede saltarse clases porque sí?

Dahna lo miró un momento, sintiendo la fastidiosa mirada del hombre. Estaba cansada de ver a ese estúpido. Hace meses, Amara había ido a su oficina para hacerle ver lo que sufría, buscando ayuda tras ser golpeada por aquellos idiotas que seguían a Cassandra. Pero el director había sido frío y desinteresado, desestimando la situación como si se tratara de un mero capricho de una chica inmadura. “No puede acusar a chicos de tan honorables familias”, le había dicho.

Dahna, ahora solo deseaba que ese idiota pagara por su indiferencia.

—¿Acaso eso no es lo mismo que hace la mayoría de sus estudiantes? —replicó Dahna con arrogancia, dejando caer su mochila al suelo con un golpe sordo.

El director la miró, quitándose las gafas con exasperación, como si tratara de procesar lo que acababa de escuchar.

—¿Es usted como esos estudiantes? —le preguntó, incredulidad en su voz.

Dahna, sentada en su silla, se enderezó, bajando la mirada un instante. Luego, con una sonrisa en su rostro que ocultaba más de lo que mostraba, volvió a mirarlo.

—O sea, ¿tengo que tener dinero para que usted haga la vista gorda frente a las injusticias en este lugar?

El hombre la miró con sorpresa, atónito por la audacia de la joven que había frente a él. Dahna continuó, disfrutando de cada palabra que salía de su boca.

—Dígame, ¿cuánto es su salario por mantener la boca cerrada?

El director golpeó la mesa de su escritorio, su rostro se tornó rojo de furia.

—Es una joven irreverente. No le basta con ser una irresponsable, ahora viene a faltarme el respeto —le gritó, su voz resonando en las paredes del despacho.

Dahna soltó una risa que resonó como un eco burlón en la sala.

—¿Faltarle al respeto? Perdón, pero ese respeto lo perdió hace mucho tiempo. Solo digo la verdad. Y si tanto le molesta, puede echarme.

Con una sonrisa, hizo una mueca de inocencia, como si fuera una niña traviesa a punto de cometer una travesura.

—Oh, cierto, no puede. No puede porque firmo un acuerdo con mi abuela para que yo esté aquí.

El director la miró, sorprendido, como si le hubiera dado un golpe bajo.

—No sé de qué habla —respondió, intentando recuperar el control de la conversación.

Pero Dahna, sabiendo lo que su abogado le había comentado unos días atrás, sonrió de nuevo. Resultaba que del fideicomiso se pasaba una gran suma a la universidad para sus estudios, y esa suma era mayor a la que debía pagar como cualquier estudiante.

Se levantó de su silla, acomodándose la mochila con un gesto despreocupado.

—Si desea continuar recibiendo ese dinero, haga lo mismo que con todos, haga la vista gorda.

Sin más, la joven salió del despacho, dejando al director paralizado en su lugar, incapaz de procesar lo que acababa de suceder. La secretaria, que había escuchado todo, la miraba con curiosidad, pero Dahna simplemente la ignoró y continuó hasta el pasillo.

Allí, recostado en la pared, la esperaba Javier. Su sonrisa despreocupada hizo que un escalofrío recorriera su espalda.

—Has cambiado, he de reconocerlo —le dijo, sus ojos brillando con un interés que Dahna no podía soportar.

Dahna, que no estaba para esto, intentó continuar su camino, pero Javier la detuvo con su cuerpo, bloqueando su paso.

—Me gusta esta nueva tú. Espero que no vuelvas a la sumisión —añadió, acercándose un poco más de lo que ella hubiera deseado.

Javier tomó un mechón de cabello de Dahna y lo acomodó detrás de su oreja, pero ella lo miró asqueada, sintiendo cómo el desprecio brotaba en su interior. Pero este no le dio oportunidad de decir nada. Se sentía como una marioneta en manos de alguien que disfrutaba de controlar su vida.

Al llegar al campo de entrenamiento, Cassandra se acercó a Javier de inmediato, su tono de voz dulce y melódico contrastaba con la furia que Dahna sentía en su pecho.

—Javier, hoy iremos al Delux. Deberías venir con nosotros —dijo, coqueteando con una sonrisa que tenía ensayada.

Javier, sin prestarle demasiada atención, la miró de arriba abajo y dejó escapar una risa burlona.

—Siempre has sido tan sosa —le contestó, desestimando su invitación con desprecio.

Cassandra, que había estado segura de que sus palabras lo atraerían, miró a todos los presentes. Sabía que todos estaban al pendiente de esa conversación. Luego, para disimular su enojo, sonrió y miró a Javier.

—Jajaja, qué gracioso. No me gustan las bromas. Si quieres ir, me escribes —dijo, y sin más, se apartó enojada, dejando a sus amiguitas murmullando entre ellas.

Dahna observó la escena con una mezcla de desprecio y diversión. Cassandra siempre había sido una rival en la búsqueda del afecto de Javier, y verla arrastrarse  e incluso esforzandose por llamar su atención la hacía sentir una extraña satisfacción. La antigua Amara había sido víctima de las humillaciones de Javier y Cassandra, pero Dahna no estaba dispuesta a permitir que eso se repitiera. A ella ellos no le importaban, pero como ahora no tenia mucha diversion, podia hacer de ellos su diversion.

Caminó hacia el campo de entrenamiento, el aroma del césped fresco la envolvía, pero su mente estaba llena de pensamientos oscuros. Sabía que tenía que aprovechar su nuevo cuerpo, que era su mejor arma. Había tomado la vida de Amara y ahora quería que todos pagaran por el daño que habían hecho ahora era el momento de divertirse y ver tambien que tanto podia llegar a hacer en la tierra sin que satanas hiciera algo para controlarla.

—No te dejaré ganar esta vez, Cassandra —murmuró para sí misma, sintiendo que su sonrisa se volvía más amplia y cruel.

Dahna se movió entre los estudiantes, sintiendo su mirada afilada en cada uno de ellos. La vida de Amara había sido miserable, marcada por las humillaciones y la tristeza, pero Dahna tenía un plan. No solo quería venganza; quería hacerles sentir el miedo que había sentido Amara. Esa sensación de ser una víctima, de ser despojada de su dignidad.

En su mente, visualizaba a cada uno de ellos, a Javier, a Cassandra, y a todos los que se habían reído a costa de amara. Sabía que tenía que ser inteligente; no podía actuar de manera impulsiva. La venganza se serviría mejor en el momento adecuado, y tenía que ser cuidadosa con cada paso que daba.

Mientras tanto, el clima en la universidad se tornaba tenso. Las conversaciones sobre los asesinatos estaban en boca de todos, y Dahna se alimentaba de esos rumores. La sensación de que la justicia se estaba haciendo en un nivel más profundo la llenaba de energía. El hecho de oir cada cosa estupida que salia de sus bocas la hacia sentir superior, mas viva que nunca. esa semana habia tenido una gran recarga, pero necesitaba otra clase de diversion, una que implicara otro tipo de placer, en el infierno era un demonio que disfrutaba de la lujuria, ese era un gran lujo, los peores demonios eran su blanco, los tenia comiendo de su mano, javier paso frente a ella mientras entrenaba y una sonrisa se dibujo en su rostro, por que no hacer lo que los hombres humanos hacen con las chicas, jugar con ellos y luego simplemente dejarlos botados.

la mejor venganza contra cassandra era teniendo aquello que tanto deseaba, pero tambien haria de javier su perrito faldero, ella era un demonio sin sentimientos, jamas sentiria nada por javier ni nadie, asi que podia jugar con todos en ese lugar y divertirse un poco. al mirar hacia los espectadores vio a las amigas de cassandra, todas mirando a javier que por alguna razon estaba con el dorso desnudo.

— Joder, no lo habia notado — dahna sonrio, javier se parecia tanto a aquel extraño de la comisaria, si le hubiese prestado mas atencion a javier quizas lo hubiese notado, pero durante todo este tiempo solos se habia enfocado en su mision.

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Vanessa Ibáñez Fernández
maravillosaaaaaa!!!!!!
Vanessa Ibáñez Fernández
autora sin palabras!!!! gran historia de principio a fin muchas felicidades y esperaré ansiosa la siguiente novela
Vanessa Ibáñez Fernández
que nervioooossss
Vanessa Ibáñez Fernández
mmmm entonces posello al detective cuando el "murio" en el asidente con Nicolás, ya se me hacia raro que saliera ileso cuando se supone que Iban los 2 en el coche no?
Vanessa Ibáñez Fernández
me encanta!!!
Ale Rojero
gracias autora por compartir una historia tan buena,a me a él bello gato y a Nico un personaje fuerte, enigmático qué no fue el clásico Ceo frío y todo poderoso LO AME,esperare su próximo proyecto
Mikaela: Ya está disponible "una luna para el alfa" lleva 6 capitulos
total 1 replies
Alejandra Paganini
gracias escritora,un millón de gracias,x no dejarnos,con las ganas ,x el compromiso y el esfuerzo de escribir y publicar cada día ,mis sinceras felicitaciones y espero la próxima historia 😘❤️😍
Mikaela: Ya la historia está en verificación, apenas pase la revisión estará disponible el primer capítulo.
total 1 replies
Catie
Bonita historia. Estarían genial unos extras, sobre todo para aber si hubo babys
Ale Rojero
quiero un gato de esos😁😁😁😁😁 balal lo hace por la pequeña moustrito al final se encariño con ella
Ale Rojero
si este es el demonio se oculto bien
Ale Rojero
hay pobre hombre.......a menos que se esté ocultando ese demonio
Ale Rojero
vaya el gatito la anuncio peto llego muy pronto.....causará problemas!?
Ale Rojero
🤔🤔mucha coincidencia no?
Ale Rojero
sorpresa sorpresa por menospreciarla les dará grandes regalos
Vanessa Ibáñez Fernández: se les adelanto navidad jajajajaajaja
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Ale Rojero
ese Sanchez cree que se irá de rositas jaja pronto caerá también
Mariel Robles
amooooooo! esta novela está en mi top 10!!!!/Drool/
Mikaela: Me alegra que así sea, me estoy esforzando por entregarles un buen trabajo.
total 1 replies
Mariel Robles
caído /Chuckle/
Vanessa Ibáñez Fernández
uff!! la pusistes difícil PERO!! adoro las venganzas, las protagonistas despiadados y fuertes asique la 2
Vanessa Ibáñez Fernández
que emocioonnn!!!!!! ella está cediendo ante el son saberlo
Vanessa Ibáñez Fernández
estaba bastante ocupada jajajajaja
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