Mariano Márquez es un empresario, que fué tan profundamente herido, que desde ese momento, murió en su vida todo el romanticismo y la fé en el amor.
Yaimara Maceo es una joven modelo con un carácter indomable, que no cree en la fidelidad masculina, ni está dispuesta a darse la oportunidad de tener sentimientos románticos.
Él tiene treinta y un años, ella veintidós.
Él es venezolano, ella es cubana.
Él huele rico y está bueno, ella tiene una belleza exhuberante.
Él las quiere para un rato, ella no los toma en serio.
Dos migrantes de distintas culturas en Italia, una atracción que surgirá desde el primer momento en que sus miradas se crucen.
¿Quién será el primero en caer?, ¿Le costará a Yaimara conquistar a Mariano o será ella la primera en lanzarse a sus brazos?.
NovelToon tiene autorización de Lia Thiago para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 13 TRES MESES
MARIANO
Le indico con mi mano que entre al ascensor, espero que pulse el número de su piso, quiero saber todo de ella, no voy a seguir dejándole nuestros encuentros al azar, aunque aun no le diré donde vivo.
Ella me mira a los ojos como queriendo algo, tengo que hacer uso de todo mi autocontrol para no brincarle encima, desde la primera vez que la vi todo entre nosotros ha sido demasiado pasional, como la madera y el fuego y yo encantado de ser esa leña que ella consume, pero necesito saber más, hay algo que me impulsa a conocerla, sé que tiene que ser sólo deseo, pero necesito agotarme de Yaimara para seguir mi rumbo.
Las puertas de la caja metálica se abren y le vuelvo a indicar para que salga delante de mí, camino detrás de ella como un enfermo disfrutando de su contoneo natural de caderas. Introduce la llave en la ranura de la puerta, la gira y al abrir obtengo mi primer logro, que es saber el lugar exacto dónde vive.
—¿De qué quieres que hablemos?— cuestiona señalando el mueble para que me siente y cruzándose de brazos.
—De lo que pasa entre nosotros— le respondo convencido de que ocurre algo entre ella y yo, no es normal que cuando la vea surjan mis instintos más primitivos.
—¿Y qué pasa entre tú y yo?— me pregunta haciéndome sentir como si estuviera en un interrogatorio con mi maestra de tercer grado y no hubiera estudiado para la prueba.
—¿Te parece que no pasa nada?
YAIMARA
—¿Te parece que no pasa nada?— me responde con otra pregunta y la verdad es que sí siento que pasa mucho, pero no creo que exista hombre para una sola mujer.
No llega ninguna respuesta a mi cabeza, menos ahora que camina hacia mí y acerca su rostro al mío, muero por besarlo, su aliento mentolado me encanta, entonces soy yo quien lo atrapa por el cuello y lo besa, mi cuerpo reacciona a su sola presencia, la poca cordura que tengo la pierdo cuando está cerca.
—¿Dime qué es esto?— me dice abrazándome por la cintura y aún con su boca rozando la mía.
—Una reacción química que, como mucho, dura tres meses— le contesto lo primero que se me vino a la mente.
—¿Qué?— inquiere confundido retirándose un poco para verme a los ojos y yo aprovecho en zafarme de él.
—Lo de nosotros es pasión caballero, no podemos decir que estamos enamorados y vamos a estar claros, conozco tu cuerpo, pero no a tí— expreso con toda mi cubanía, ya consciente de mis facultades, si así se le puede decir.
—De eso se trata, de que nos conozcamos— insiste en su propósito —y ¿qué es eso de tres meses?
—Ciencia pipo, ciencia— le digo —hay evidencia científica que asegura que la atracción entre dos personas, que muchos llaman enamoramiento no es más que una reacción química que dura tres meses nada más— explico mientras él me mira fijamente y asiente con la cabeza.
—Entonces vivamos esos tres meses, vamos a conocernos y veamos qué pasa— me pide acercándose nuevamente, pero me alejo de él, mi sentido común me dice que corra.
MARIANO
Yaimara retrocede cuando me acerco; sin embargo, la acorralo entre mi cuerpo y la pared, su respiración es irregular, sé que está esperando que la bese, pero me controlo, voy a hacer esto a la antigüita.
Me alejo de ella, camino hacia el sofá y me siento.
—¿Trabajas hoy?— le pregunto tratando de apaciguar mis ansias y logrando que baje la guardia.
—Sí, en el transcurso de la mañana debo ir a la agencia porque a las dos de la tarde tengo una sesión de fotos y aún no me dicen la locación— responde sentándose en el mueble frente a mí.
—¿Puedes prestarme tu teléfono? Por favor, necesito hacer una llamada— le pido y ella me lo entrega desbloqueado, marco mi número, lo dejo vibrar dentro de mi bolsillo y luego lo guardo en sus contactos.
—Gracias, debo irme a trabajar, cualquier cosa puedes llamarme y te voy a buscar, no importa la hora— le entrego su teléfono y se sonríe mordiendo el labio superior cuando lee el nombre.
Me aprovecho una vez más y me despido con un beso apasionado.
YAIMARA
"Mi príncipe", rio al ver el nombre que escribió en mis contactos, ¡qué engreído!, será mi sapo, porque aunque sí parece un príncipe, más temprano que tarde todos se convierten en sapos. Si José que era más feo que un carro por debajo me montó los tarros (fue infiel), ¿qué me espera con este que está pa' cantar el manisero? (para morirse)
Termino de alistarme y camino hasta la agencia, pensando en mi encuentro con Mariano, lo voy a dejar ser, después de todo ¿quien me quita lo bailao?.
Estoy por entrar cuando veo al mismo hombre que siempre me sigue en la puerta lateral, apresuro el paso y ahí está la Guanaja colgada del brazo de Liborio; él la aparta en cuanto me ve y si los ojos fueran puñales, ya me hubiera desangrado.
Saludo al italiano y sigo de largo, la asistente me entrega mi itinerario de esta semana, cuando estoy por salir soy interceptada.
—Allora cosa hai deciso? (Entonces, ¿qué decidiste?— Me pregunta Loretta en un tono poco amable, sé a lo que se refiere y no entiendo tanta insistencia.
—Non c’è niente a cui pensare, la mia risposta è no (No hay nada que pensar, mi respuesta es no)
Continúo mi andar, dejándola con la palabra en la boca, no voy a permitir que me siga molestando, ella no me calcula (no sabe con quién se mete).
MARIANO
Reviso la hora en mi reloj, son las doce cincuenta, salgo de la oficina, hoy trataré de hacerle de chofer a Yaimara, pienso en comprar unas flores para usar la misma estrategia de Davide con Beatrice, me coloco el cinturón de seguridad; entonces el roce con la maldita alianza que compré para Loretta me hace recordar que no me debo enamorar.
Conduzco por las calles de Roma repitiendo como un mantra, que esto que me pasa es únicamente pasión y ella está clara en eso, rápidamente avanzo por la via dei Condotti y estaciono frente al edificio de cuatro pisos de la Agencia Nurzia.
Llego a la recepción con la intención de preguntar por la morena y me sorprendo al ver que Loretta corre hacia mí sonriente, mientras Yaimara ve la escena con los brazos cruzados, desde el pie de las escaleras.
Gadamadreeeeeee, ya se acabo, fin, adiós, bye!!!
Y ahora q prosigue??
Como siempre querida autora, Gracias infinitas por tu gran esfuerzo para regalarnos esta bella historia!!!
Gracias or No rendirte y dar siempre lo mejor!
Gracias gracias!
Peroooooooo.....
Ya empieza a mover esos deditos y q gire la ardilla!!!
Nos leemos en la próxima!!
Y hechele pa hecharle!!!!
Clau, ahora si manita, agárrate por q te van a dar hasta oor las orejas!!!!
Y ni digas q no, 9or q estas q te pelas por un buen revolcon!!!
Así q a darle como cajón q no cierra!!!!
1. cayó en manos de migración
2.pudo sufrir un accidente.
3.no haber pedido volver por falta de recursos
ahora la duda está si lo hizo porq se quiso deshacer de su familia? .mmmm🤔🤔🤔que sera
pero q bueno lo q paso con la hija
sirvió para volverlos a uni.y lo más importante, desenmascarar a la ambiciosa de Loretta
Entiende q ellas se Juntan, Se Coluden y pum sucede el desmoder!!
Dios las hace y ellas se juntan!!!!