Tras perderlo todo en una estafa devastadora, Alonzo se ve obligado a comenzar de nuevo y buscar refugio en el Viñedo de su abuelo, un remanso de paz en medio de exuberantes paisajes. Sin embargo, lo que Alonzo no espera es encontrase con Sofía De Luca, una mujer de impresionante belleza y carácter férreo, quien lidera el viñedo de su poderosa familia.
Entre viñedos y copas de vino se entrelazan las vidas de Alonzo y Sofía en una historia marcada de pasión y desafíos.
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Capitulo 14 Capaz de todo
A medida que el sol se alzaba sobre la Villa De Luca, Emma permanecía en su habitación, escondiéndose tras la excusa de sentirse indispuesta. Sin embargo, su malestar no provenía de una enfermedad física, sino de una agitación mental y emocional que la consumía desde adentro.
Recostaba en su cama, Emma cerraba los ojos con fuerza, tratando en vano de bloquear los pensamientos que la atormentaban. La conversación con Alonso aún resonaba en su mente, y el rechazo que había sentido aún pesaban en sus hombros como cemento.
Emma se sentía abrumada por una sensación de tristeza y desilusión. Había puesto en juego su corazón al confesar sus sentimientos a Alonso, solo para ser rechazada de una manera que había dejado una profunda marca en su alma.
Mientras abajo, se encontraban Don Eduardo, Beatriz y Sofía, en el comedor para desayunar.
- Hola papá, buenos días.
- Hola hija, hola Bet, buenos días.
- ¿Qué tal dormiste?
- Mal hija, no hice más que dar vueltas en la cama, con esta preocupación por Emma.
- Son Eduardo, si me permite voy a hablar con Emma, tal vez me escuche.
- Gracias, Bet, ojalá a ti te escuche.
Bet se levanta y sube hasta la habitación de Emma. Entra y ve todo oscuro. Abre las cortinas para que entren los rayos de sol.
- Haber Emma, ya está bien de esta actitud. Siéntate, debemos hablar.
Emma se sienta, y se recuesta de la cabecera de la cama.
- Emma, anoche fuimos a casa de Alonso. Para hablar de todo lo que nos dijiste ayer.
- Fueron a verificar que estuve con Alonso. Me parece muy bien. Y les dijo que pasamos la tarde juntos ¿Verdad?
- No, eso no fue lo que Alonso nos dijo.
- Tal vez no dijo la verdad por temor a mi papá.
- Emma por favor, no que fuera un niño, Alonso es un hombre hecho y derecho.
- Si, y es mi hombre.
- Emma, por favor, no digas eso.
- Y ¿Por qué no?
- Porque no es verdad. Emma, cariño, por favor entra en razón. Alonso no te ama.
- Eso dices tu.
- Pues creo que llegó la hora de decirte algo que te tiene que hacer reaccionar. Alonso es novio de Sofía, anoche se lo dijeron a tu padre y él le propuso matrimonio y Sofía ella acepto.
El corazón de Emma se detuvo por un momento cuando Beatriz pronuncio esas palabras. La noticia la golpeó como un rayo, dejándola aturdida y sin aliento. Su mente gritaba mientras intentaba procesar la verdad impactante que acababa de escuchar.
- ¿Qué... Qué estás diciendo, Bet? - pregunto con voz entrecortada.
La habitación parecía dar vueltas a su alrededor mientras luchaba por entender lo que acababa de escuchar. Una oleada de emociones abrumadoras la envolvían, desde la incredulidad hasta la ira y la desesperación.
- Lo siento, Emma - le dijo Beatriz con ternura - se que debe ser difícil de aceptar, pero ya debes reaccionar y salir de esa fantasía.
Las lágrimas comenzaron a emerger en los ojos de Emma, mientras gritos cargados de dolor y angustia salían de su boca.
- No, no, no, eso no puede ser. ¿Por qué él... Por qué eligió a Sofía?
Beatriz la rodeo con un abrazo reconfortante, sintiendo el peso de la tristeza de Emma.
Los gritos de Emma asustaron a Sofía y a Don Eduardo que subieron corriendo a su habitación y al ver la escena se acercaron a ella.
- ¡ALÈJATE DE MI! Eres una zorra, roba maridos - le gritó Emma a Sofía. - Tu no te vas a casar con Alonso.
- ¡Emma basta! - le gritó Don Eduardo.
- Papá, siempre te pones de parte de Sofía. Yo también soy tu hija.
- Emma, amor claro que eres mi hija. Y no es que este del lado de tu hermana, es que tu hija mía estás equivocada. Las cosas no son como tú crees.
- Emma, perdóname, no me voy a volver a acercar a ti, voy a tratar de evitarte mi presencia y voy a tratar de no molestarte. Tú vas a decidir cuando te quiera acercar a mí, yo te esperaré, porque te quiero mucho Emma - le dijo Sofía.
- Yo no necesito que me esperes, yo no necesito nada de ti. Y escúchame bien lo que te voy a decir. Tú no te vas a casar con Alonso, por qué yo estoy embarazada de él.
Las palabras resonaron en el aire, llenando la habitación con un silencio tenso mientras los presentes procesaban la noticia. Los ojos de Emma se llenaron de lágrimas mientras esperaba su reacción, sabiendo que había cruzado una línea que nunca debería haber cruzado.
- ¿Pero, que estás diciendo? - le pregunto Don Eduardo a Emma.
- Eso, papá, que estoy embarazada de Alonso. Desde que nos conocimos nos hemos amado en secreto.
- Ahora sí te volviste loca - le dice Beatriz a Emma - ¿Cómo vas a decir semejante mentira?
- No es mentira. Alonso es mío y no me lo vas a quitar. - le dijo con una mirada retadora.