La Huida- Un Alfa Rechazado

Capítulo 13

Oliver

—¿Alguien quiere mate? ¿Té o café?, pregunto Lilly, que estaba junto a lucas—

Nos sentamos todos en la sala de estar, a tomar café, mis ojos estaban puestos en ella, en Aurora, cada movimiento que hacía, cada palabra que salía de su boca me provocaba sensaciones que nunca había sentido, ella era cálida y muy risueña, se reía de casi todas las bromas fomes que tiraba Manuel

—Aurora, dije para llamar su atención. Me gustaría que mañana te pases por la oficina, para que puedas firmar el contrato de trabajo, Ro me lo entregó ayer, pero no tuvimos tiempo de firmarlo—

—Si!, no hay problema ¿mañana a que hora? —

—eso lo ves tú, dame tu número de teléfono, así guardas el mío y nos ponemos de acuerdo para mañana. —

—ok, respondió ella, entregándome un papel con su número—

Luego de tomarnos el café, con los chicos nos fuimos a la cocina a dejar lo mas limpio posible, y cuando ya todo estaba limpio y ordenado nos fuimos cada uno por su camino.

Rocío

Llevé a Leandro a pasear por los alrededores de la manada, ansiaba estar a solas con el, necesitaba conocerlo mejor, la señora Silvia nos había preparado cosas ricas para hacer un picnic a la orilla del rio, el día estaba hermoso.

—este lugar me encanta, vengo aquí cada vez que puedo—

—Este lugar es muy lindo, aquí es tranquilo, me gusta que me hayas traído aquí, me gusta mucho estar contigo. —

—Después de comer me gustaría llevarte a otro lugar, no está tan lejos de aquí, pero te va a gustar mucho más —

Estuvimos conversado por mucho rato, supe algunas cosas de él, como, por ejemplo, que son 3 hermanos, y el es el mayor, le gustan mucho las cosas dulces, sobre todo el kuchen de frambuesas, y le gusta mucho tomar café, y tiene la idea de buscar un terreno por aquí de mucho tiempo antes de conocerme.

—ven, vamos sígueme!, caminamos por 10 minutos y llegamos a una laguna, con una cascada, es un lugar de ensueño.

Lo sentí detrás de mí, su cuerpo es tan cálido, me abrazó por la cintura y puso su cabeza en mi hombro, cada vez que lo tengo así de cerca solo pienso que me lo quiero comer, huele tan delicioso.

Me gire a verlo de frente, puse mis brazos alrededor de su cuello y comencé a acercarme, quería besarlo, y al parecer él quería lo mismo, después del beso que le di el día que lo lleve a su cabaña no he tenido oportunidad de volver a hacerlo

tin, tin, tin, tin, su celular comenzó a sonar insistentemente

—Contesta, puede ser importante le dije, lo vi sacar el teléfono del bolsillo y su mirada cambio rápidamente a una sombría y molesta, me alejé de su lado para que no se sintiera incomodo.

—¿pasó algo malo?, si quieres volvemos y así….

No pude terminar lo que iba a decir porque me envolvió en un abrazo apretado, podría decir que se estaba escondiendo, le correspondí el abrazo hasta que estuvo más calmado.

—Disculpa Ro, fue una llamada demasiado desagradable, de alguna manera me calmó tenerte a mi lado en este momento. Tengo que contarte algo que quizás te pueda espantar un poco.

Acaricié su mejilla y le dije

—¡oye!, puedes confiar en mí, si tienes algún problema voy a ayudarte a resolverlo–

—Soy casado… pero… estamos separados hace un año, llevo más de 6 meses intentando de que ella firme los papeles del divorcio, no quisiera hablar de porqué me separé, es algo que hasta el día de hoy me duele — dice bajando su mirada, —Perdón, creo que arruiné el paseo.

—Tranquilo, sabes que, si necesitas ayuda, aquí estoy, y mi hermano igual puede ayudar en lo que necesites. —¿Volvamos? Quizás alcanzamos a tomar té con los demás, me tomó de la mano y caminamos hasta la camioneta para irnos a la casa.

No sabía cómo sentirme, mi pareja, el hombre que mi Diosa me mandó es casado, no sé qué hacer, no sé cómo actuar, Abrí el enlace con mi loba para poder tener una segunda opinión

-Layla: Yo le creo, piensa Ro, no huele a ella, o por lo menos no huele a ni una mujer.

-Rocío: Tienes razón, no huele a ella, voy a hablar con Oli voy a pedir ayuda, no quiero dejarlo, lo quiero a mi lado

-Layla: Sigamos con nuestra conquista, estoy segura de que le gustamos, dale un poquito de tiempo.

Llegamos a mi casa, cuando entramos, estaban todos ahí, obviamente Oli se dio cuenta de que algo pasaba. Tomamos té comimos pasteles

Cuando ya todos habíamos terminado, subí a mi dormitorio, junté algunas cosas y me fui a dar una ducha, cuando estuve lista me fui a la sala de estar, y me encontré con las chicas.

—chicas, voy con mi hermano, necesito hablar con él, nos vemos más tarde, les dije cuando me disponía a salir de la casa—

—Nos vemos más tarde Ro, contestaron—

Caminé rumbo a la oficina de Oliver, muy concentrada en mis pensamientos, no me fije que detrás de mi venia caminando Leandro, hasta que me tomo por el brazo, con el susto que me dio, me giré y le di una cachetada.

—Auch! Se quejó el con la mano en la mejilla

—Leandro!, disculpa, no pensé que fueras tu ¡Me asustaste!, me acerqué a él para ver si estaba bien.

Aprovechó mi cercanía para rodearme con sus brazos por la cintura, juntó nuestras frentes sin dejar de mirarme a los ojos, respiraba pausadamente, decidí romper el momento

—¿Qué crees que haces?, dije en un susurro, cerrando mis ojos

—Lo siento, pero desde que te vi, no puedo imaginarme un día sin ti, quizás pensarás que soy un loco, que nos conocimos ayer, que es demasiado pronto, pero desde que me besaste, no puedo dejar de pensar en ti ¿Qué me hiciste?

Me sentía feliz de poder estar en esta situación, pero sabía que había asuntos que resolver con su ex.

—no hice nada, pero creo en el amor a primera vista, y cuando te vi bajar de la camioneta y tu mirada se cruzó con la mía, supe que te quería a mi lado, pero no puede ser hasta que arregles tus asuntos, dije bajando mi mirada al suelo—

— Hace unos minutos mi abogado me envió un correo, los papeles de mi divorcio están listos, ella los firmó, solo… falta la mía y pienso viajar esta noche a castro para mañana firmarlos a primera hora—.

—¿Estás seguro de querer firmar?, le pregunté, con miedo

—Es lo que vengo buscando hace un año. Ahora, me voy a buscar mis documentos y algunas cosas. ¿almorzamos mañana?

Afirmé con una sonrisa en mi rostro y nos despedimos. Cuando llegué a la casa e iba de camino a la oficina de Oli, en el pasillo me encontré con Loreto, ella realmente no me simpatiza, y no me gusta que esté cerca de mi hermano. Venia arreglándose la ropa, supongo que estaba con él,

—Rocío! Quisiera hablar contigo un momento—

—Lore, ¿podemos hablar más tarde?, necesito ver a Oliver en este momento—

— Pero claro que sí!, Oli está en su oficina, dijo que te estaba esperando, ¿te parece si nos tomamos un café mañana?

—Si, no hay problema nos vemos Lore—

Me alejé de ella, cuando estuve en la puerta de la oficina entré, sin tocar, Oliver estaba sentado en un asiento que tiene frente al ventanal, tenía la mirada perdida.

—cada vez que te veo estas con esa expresión, dime que te pasa— espeté, él se giró en mi dirección y el muy ridículo tenía la boca embetunada de labial rojo y un poco chascón, lo quedé observando con el ceño fruncido—

—¿porque me ves así? —

—eres un cerdo, no me digas que te tiraste a esa pesada, ¿Aquí? Wacala, arréglate, pareces payaso con la boca roja, que cerdo eres, jajaja.

—bueno, parece que ya no necesitas desahogarte, se te nota mejor, ¿Qué pasó?, dijo Oliver mientras se limpiaba la cara con una toallita húmeda—

—Estoy mejor, Leandro tiene que ir a castro, mañana temprano tiene que reunirse con su abogado, la ex firmó los papeles, solo falta el. —

—Es una buena noticia pequeña, dice mientras me da un abrazo —

—¿Qué pasa con Loreto?, no me gusta para ti Oli.

— Nada no tengo nada con ella —

-Kantz: A mí tampoco, dile a este idiota que si vuelve a acostarse con ella no me va a ver en

mucho tiempo

-Oliver: ¡Oye Cállate perro viejo!

-Rocío: Wacala, no lo puedo creer Oli

-Kantz: no quiere entender que yo quiero a una sola, y esa es la gordita rica que tienes viviendo en tu casa

—Jajajaja, ¿en serio Oliver?, ahora entiendo las miraditas furtivas, ¡me gusta!

—No, no le creas nada a lo que dice Kantz, ni siquiera la conozco, con suerte se cómo se llama y que trabajará contigo y que huele a Caramelo y coco y…. ~Se quedó en silencio, pensando en lo que había dicho. ~

—Ok. No voy a decir nada, solo que esa gordita rica como le dice Kantz, es una excelente persona y es perfecta para un viejo rabioso como tú. Ahora me voy, estoy un poco cansada, buenas noches, Oliver te amo mucho. —

Me despedí de Oliver y Kantz y me fui a mi casa, me encontré con mis chiquillas, nos tomamos unos mates mientras conversábamos entretenidas, me preguntaron por Leandro y como me siento en confianza con ellas, les conté sobre el problema del divorcio.

****Leandro****