YO NO TE DEBERÍA AMAR

¿Sabes una cosa? Te juro que imaginé que pronto te cansarias y no volverías a ilusionarte con mi hermano, pero me haz callado la boca, eres una mujer extraordinaria y muy valiente al estar todo este tiempo junto a Joel, ¿cómo haces para no desvanecerte así frente a él? te juro que ni yo lo logro.-

Era Emiliano quien por encima de la barra me hablaba.

- No lo sé, yo tampoco entiendo cómo puedo asimilar y guardar todo este dolor que siento.-

Dije secando mis lágrimas y levantándome del suelo.

- No llores más nena, ven y siéntate ¿Quieres beber algo?.-

- No muchas gracias, solo necesitaba desahogarme.-

- Bien, y ¿Porque regresaron tan pronto? ¿Que sucedió?.-

- Sus síntomas están apareciendo y cada vez son más fuertes, Valbuena lo vio y definitivamente confirmo que está en etapa crítica y que no mejorará, al contrario se complicará cada vez más hasta...-

- Llamaré a mis padres, ellos deben estar aquí debemos estar unidos ahora más que nunca.-

- Bien, tú sabes que yo he tenido poco contacto con ellos y la verdad en esas decisiones no tengo derecho a opinar.-

Dicho esto me levanté y fui a al cuarto de Joel para despertarlo y bajar a cenar.

- Mi amor, la cena está lista.-

- Excelente hermosa, dame un minuto voy al baño y bajamos.-

- Claro que si.-

Fui y organice la mesa para los tres.

- Emiliano - Alana no pongas un lugar para mí, debo salir en un rato y es mejor que disfruten ustedes dos.-

- Joel - Claro que no Emiliano, acompáñanos a la mesa por favor.-

- Alana - Ya puse tu lugar, no vas a dejarme con la cena lista ¿O sí?.-

- Emiliano - De acuerdo.-

Luego de cenar llamo Nao y tuve que salir de inmediato para mi casa.

Joel quedó al cuidado de Emiliano y pronto llegarían sus padres así que me sentía tranquila.

Al llegar a casa Naomi me dijo que debía viajar a casa de mis padres porque Luciano había tenido una fuerte caída y se había partido un brazo montando bicicleta. La demora fue llegar y ella salió .

Yo quedé completamente sola en aquella casa y efectivamente no dejaba de llorar, no era fácil asimilar que el hombre que estaba robando mi corazón estaba muriendo.

Era tanta mi tristeza que comencé a beber vino hasta que me sentí completamente pérdida.

Me desperté con unas ganas de vomitar y un dolor de cabeza espantoso.

Fui al baño y luego de vaciar mi estómago a horcajadas me sumergí en la tina y luego de bañarme salí hacia la oficina como no seguimos en el dichoso viaje prefiero seguir trabajando y hacer seguimiento a los pendientes.

- Buen día margareth.-

- Señorita Alana se supone que estaba en un receso.-

- Si pero se pospuso y prefiero venir y seguir con las labores.-

Transcurrió el resto de la semana entre visitas cortas a Joel en casa y el trabajo, luego llegando a mi casa a estar sola como un champiñón.

En dónde Joel procuro no demorar mucho porqué la señora Bernarda siempre es muy celosa con él y no me gusta entrar en discusiones y menos frente a él, sus dolores están siendo más agudos, se levanta poco de la cama, está bastante delgado y dice Emiliano que el vómito se intensifica cada vez más.

Hablamos bastante pero a través de vídeollamada, Cada que cuelgo o llegó de verlo solo me refugió en el llanto, he dormido muy poco, no me apetece comer mucho y he bajado de peso.

Sabia que esto iba a ser difícil pero no creí que tanto.

Han pasado 4 Meses desde que conocí a ese maravilloso hombre y aunque muchos no creen en el amor que estamos sintiendo, lo que importa es que nos queremos y solo él y yo sabemos el dolor que estamos sintiendo.

Estando sumergida en mis pensamientos Escuché que mi teléfono sonaba insistentemente.

Al reaccionar fui a contestar y vi que era Emiliano, en ese momento sentí un frío recorrer todo mi cuerpo, tuve miedo de contestar pero lo hice.

- Emiliano.-

* Alana necesito que vengas a casa.-

- ¿Que sucede?.-

* Joel se puso muy mal y quiere verte.-

- No puedo Emiliano, no puedo manejar así de nerviosa ¡Maldita sea!.-

* Tranquilízate,Juan irá a recogerte de inmediato, es el chófer de mamá.-

- Está bien.- Colgué y no podía parar de llorar.

En ese momento Naomi entro y solo me abrazó tan fuerte como ella podía pero esto me hacía llorar aún más.

- Nana, ¿Que sucede?.-

- Está muy mal, ya no hay tiempo Nao, ya no...-

- Sshh, calmate bella por favor debes estar bien para que lo puedas ver.-

- No puedo, siento que mi corazón está partido en mil pedazos.-

- Iré contigo.-

Minutos después llegó el chófer y nos dirigimos a casa de Emiliano pero al llegar sentía que todo me temblaba, que mi cabeza daba vueltas y no dejaba de sollozar.

- A ver Alana, ten presente que desde el principio de todo esto el fue sincero contigo y sabías que está situación pronto llegaría aún así ustedes decidieron vivir ese loco amor aceptando todo lo que venía así que tú debes ser esa calma y esa fortaleza que él necesita para poder morir tranquilo y perdoname si sueno cruel pero la verdad es que necesitas reaccionar nana.-

No le contesté nada a Naomi, sabía que ella tenía toda la razón y por eso decidí secar mis lágrimas acomodar mi vestido y entrar a ver a mi hombre.

Al llegar la Sra Bernarda me recibió con un abrazo, algo extraño seguido don Alberto y zara, Emiliano estaba muy extraño y no quiso acercarse mucho a mi en ese momento.

- Alana - Subiré a verlo.-

- Emiliano - Él quiere que estemos los dos en la habitación.-

- Alana - ¿Porqué?.-

- Emiliano - No lo sé aún, pero honestamente no quiero entrar allí, no estoy listo.-

- Bernarda - Basta ya Emiliano, entiende que ya no hay nada que hacer, entiende que él los está llamando hace mucho rato, no lo hagas esperar más hijo por favor.- Dijo hecha un más de llanto.

- Zara - Yo ya hablé con él y créeme que no estará tranquilo hasta que hable contigo Emiliano.-

Emiliano comenzó a pasear por toda la sala y yo solo estaba petrificada en el borde de la escalera esperando su reacción.

De pronto se tomó un whisky y se acercó a mí.

- Bien, subamos.-

- Espera, yo también necesito un trago.-

- ¡Oh nena!, por favor no me hagas perder la valentía y subamos ya.-