Dalia es una mujer de carácter fuerte, a sus 23 años ella está dirigiendo la empresa familiar, su abuela que es la persona a la que más respeta le pide que se casé, pues quiere tener nietos. Dalia no está de acuerdo pero para complacerla decide casarse, aunque no será con cualquiera. Debe ser con alguien que ella pueda manejar.
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Capitulo 13
Bernardo llega unos minutos después y ve a sus tres hijos llorando, el pregunta que pasa, una empleada le cuenta lo sucedido, el no lo creé y sube a revisar la habitación, en ella encuentra el cuerpo de su esposa sin vida. El se acerca a la cama y toca su cuerpo, Sara aún es cálida, pero no por mucho, Bernardo la abraza y llora sobre su cuerpo.
... En el funeral Elíseo sale corriendo mientras la lluvia lo empapa, el se siente muy arrepentido por las últimas palabras que le dijo a su madre, se siente miserable. Tanto que no puede ver a sus hermanas a la cara, en especial a Dalia. El prefiere irse de la casa unos días. Se la pasa tomando en un departamento que tiene en el centro. No es hasta que un empleado va por el que regresa a su casa. Dalia lo ve llegar y va a sus brazos, esperando recibir consuelo, pero Eliseo se aleja de ella.
— No me toques.
— ¿Estás enojado conmigo?
— No. Sólo vengo sucio. Vete a jugar. No sé. Has otra cosa. — Elíseo la aleja de el. A partir de ese día, el no toca a ninguna mujer, ni siquiera a su hermana pequeña, que en múltiples ocasiones levanta sus brazos para que el la cargue. Dalia al no recibir amor de su padre y hermano mayor, cierra su corazón, pues le duele la indiferencia con que es tratada. Y no quiere volver a sentirse así nunca más, ahora sólo le demuestra amor a Elisa, su pequeña hermana la necesita mucho, siempre pregunta por su madre, y a Dalia le duele tener que contarle que está en el cielo cuidando de ellas. Elisa siempre pregunta si Sara bajara del cielo a abrazarla cómo antes. Eso rompe el corazón de Dalia y con lágrimas en los ojos le dice que no, que ahora es un ángel que las observa pero no puede tocarlas. Elisa trata de entender eso y se conforma con el amor de su hermana.
A unas semanas de la muerte de Sara, Bernardo decide alejarse de sus hijos, se va dejándole toda la responsabilidad a Elíseo. Esté desde joven aprende sobre el negocio, sin embargo, su carácter se vuelve duro, frío e insoportable. Le molesta mucho el hecho de no poder demostrarle a sus hermanas cuánto las quiere, y tambien, el hecho de no poder estar con ninguna mujer de manera sexual.
Después de cuatro años, Elíseo conoce a Maritza por fotos que el padre de esta le muestra, el queda prendado de su belleza, y aunque no cree que eso sea suficiente para poder tocarla, decide aceptar la oferta.
Su primer encuentro es en un hotel, Maritza llega al lugar asustada, Elíseo la ve y siente algo muy extraño en su interior, el se acerca ella y por primera vez en cuatro años, logra tocar a otro ser humano, y lo mejor de todo es que es una mujer hermosa. Maritza lo deja abrazarla un momento, pero después se pone nerviosa y lo aleja, entregándole una nota. Elíseo la abre y leer.
"Por favor, no me hagas daño, yo no quiero hacer ésto, mi padre me obligó a venir, se una buena persona y deja que me vaya. Por favor."
Maritza aun lo observa con una cara de súplica. Elíseo nuevamente la abraza y le da un beso en la mejilla.
— No te haré nada. — Ella sonríe. — Por hoy. — Su sonrisa se va. — Hablaré con tu padre.
"No le digas que me negué a hacer lo que me mando." — Escribe ella asustada.
— No le diré.
"Gracias."
— Pero quédate conmigo un momento. Comamos algo. — Elíseo pide servicio al cuarto, pronto suben una mesa llena de comida. Ambos comen juntos, el incluso le regala una sonrisa.
... Al día siguiente, Elíseo le pide al padre de Maritza que le de a su hija en matrimonio, esté a cambio pide una suma de dinero muy grande. Elíseo con tal de tenerla acepta y firma un cheque, también le dice que se la llevará de una vez. El hombre llama a una empleada, le pide que haga las maletas de su hija y las baje.
Maritza al ver que empacan sus cosas baja de su habitación, ella pregunta por qué mando a la empleada.
— Hija. Te vas a vivir con tu prometido. — Maritza observa a Elíseo y no entiende. Esté la jala a su lado.
— Gracias por todo señor. No sé preocupe por nada. Yo le daré a mi prometida todo lo que ella quiera. — El se la lleva mientras Maritza intenta que la suelte. — Tranquila.
"¿A dónde me llevas?"
— Al hotel de antes. Te vas a quedar ahí hasta la boda.
"¿Boda?"
— Asi es, nuestra boda.
"¿Por qué se quiere casar con una muda?"
— Ese es asunto mío. — Elíseo toma su mano. — Por ahora iremos a divertirnos. — Maritza nuevamente no entiende a qué se refiere. Ambos llegan al hotel y Elíseo se quita el saco, Maritza al verlo se hace para atrás.
"Por favor, no me haga daño."
— No quiero hacerte daño. — Maritza le da las gracias a su manera. — No tengas miedo de mi. A partir de hoy te cuidaré.
"¿Por qué?"
— Por qué nos vamos a casar. — Elíseo la toma de la cintura. — Quiero darte un beso. ¿Me dejarías? — Maritza pone su mejilla, Elíseo se ríe y toma su rostro para besar sus labios. Ella acepta el beso nerviosa. — ¿Por qué estás temblando? — Ella intenta explicar con señas, pero el no entiende nada y le da su celular para que escriba ahí.
"Me das miedo"
— No tienes por qué. — Elíseo la abraza. — Ella de nuevo pone una expresión nerviosa y temerosa. — Se que es temprano. Pero quiero dormir, ¿me harías el honor? — Ella niega con la cabeza. — Por favor, sólo vamos a dormir. Te lo prometo.