Lilian amó con sinceridad al emperador Dmitri y él también dijo amarla, por eso a ella no le importo ser solo una concubina, pero después de que este se casara con su prometida, comenzó a ignorarla, el emperador se dejó manipular por la madre emperatriz al punto de condenar a la familia de Lillian e incluso ella fue ejecutada de manera injusta, pero para sorpresa de Lillian, ella regresó a su pasado, cuando apenas era una niña y ahora, tenía la oportunidad de cambiar su cruel destino y el de su familia.
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Capitulo 12
Narra Lillian
Después de que salimos de la sala nosotros nos quedamos hablando en el pasillo, hasta que de pronto escuche el sonido de caballos galopando así que mire a la entrada y vi que dos hombres bajaban de sus caballos y empezaban a caminar hacia donde estábamos nosotros pero eso fue interrumpido por Stefan el cual me había jalado la falda del vestido
Lillian: ¿Que es lo que pasa Stefan?
Stefan: Es que estoy aburrido porque no creas para mí un dragón de fuego
Lillian: ¿Quieres que cree un dragón para ti en este lugar?
Stefan: Si
Lillian: Okay
Para mí era normal crear cualquier cosa que me pidiera Stefan así que no había ningún problema para hacerlo, así que extendí mis manos hacia al frente y comencé a concentrarme en lo que tenía que hacer
De mis manos empezó a salir fuego y enseguida se fue convirtiendo en un hermoso dragón igual al que nos representa, luego también se empezó a formar una chica
Stefan: Es muy lindo el dragón y esa chica se parece a ti
Charlie: Cierto esa chica se parece a ti Lillian
Antiguos recuerdos que pensé que había olvidado empezaron a llegar mi mente así que de pronto el dragón empezó atacar a la chica, la chica se defendió como pudo pero al final el dragón la consumió tal y como ellos lo hicieron conmigo
De pronto escuche unos aplausos así que volteé, y vi a los mismos hombres que habían abajado de sus caballos pero no estaban solos por qué Alexander estaba con ellos, el que estaba aplaudiendo tenía una sonrisa en su rostro además de que era albino y con ojos color miel el segundo tenía el cabello rojo y sus ojos de color marrones pero este estaba serio
– WOW eso fue increíble ¿como lo hizo señorita.....?
Alexander: Príncipe Cédric le quiero presentar a mi Familia, mi madre Daiana y mis hermanos Charlie, Lillian y Stefan
Al escuchar que era el príncipe hicimos una reverencia
Cédric: Es un placer conocer a la familia del General Blair
El príncipe se acercó a mí madre y le besó el dorso de la mano, luego lo hizo con Charlie la cual se ruborizó y cuando me tocó a mí yo solo le estreche la mano ya que odiaba que besaran mi mano y él al ver eso solo sé extraño pero igual manera me estrecho la mano y al pequeño Stefan le revolvió el cabello
Daiana: Para nosotros también es un placer conocer a su alteza
El príncipe le regaló una sonrisa a mi madre y luego me miró a mi
Cédric: Bueno como le dije eso fue increíble lady Borneth ¿ahora dígame cómo lo hizo?
Lillian: Eso fue solo práctica y un poco de concentración nada más
Cédric: Pero para ser eso nada más lo hace muy bien
Lillian: Eso es porque tuve a un gran profesor
Cédric: Que bien, bueno como dije fue un placer conocerlos pero ya me tengo que retirar nos vemos pronto
El príncipe se fue junto al otro hombre el cual me pareció una persona muy seria Charlie al ver que ellos se fueron enseguida se acercó Alexander
Charlie: ¿Alexander eres amigo del príncipe?
Alexander: Se podría decir que si, ¿pero por qué lo preguntas?
Charlie: Por curiosidad
Lillian: O será porque te gustó y lo quieres volver a ver
Charlie: Ay no claro que no, ¿cómo puedes decir eso de mi?
Lillian: Bueno lo digo porque vi como te sonrojaste cuando el té besó el dorso de la mano
Charlie: Tú también te hubieras sonrojado si él lo hubiera hecho contigo
Lillian: Claro que no, por que a mi las personas como el príncipe no me gustan
Daiana: Bueno ya, ahora no es el momento para hablar de eso ¿Alexander tu crees que tu padre tarde demasiado?
Alexander: Todo depende de lo que esté hablando con el emperador
Stefan: Madre yo ya me quiero ir estoy muy aburrido, quiero ir a jugar con Fanny
Daiana: Calma Stefan dentro de poco nos podremos ir
Stefan: Esto es estresante
Lillian: Madre si quieres yo lo llevo a la casa
Alexander: Pero tienes que estar aquí cuando mi padre salga, y mi casa queda a media hora del palacio no creo que tengas tiempo para regresar
Lillian: Claro que si tengo tiempo ( metí la mano entre mi cabello y saqué un broche de plata con una flor de loto encima ) con esto me podré teletransportar hasta tu casa
Alexander: ¿De donde sacaste eso?
Lillian: Me lo regalo él que me enseñó a usar la espada cuando cumplí 14 años
Charlie: Es muy lindo ese broche ya quisiera yo que alguien me regalara algo así
Me acerque a Charlie y le empecé a susurrar algo en el oído
Lillian: Si llegas a enamorar al príncipe seguro el te regalará uno igual o mejor que esté
Cuando me aleje de ella vi que estaba tan roja como un tomate
Charlie: Ay Lillian no digas esas cosas
Lillian: Que yo solo quería ver cómo te ponías
Daiana: Bueno si tú dices que con eso te puedes teletransportar a la casa entonces hazlo
Lillian: Nos vemos
Le dije a Stefan que se acercara a mi y me tomara la mano y así lo hizo, luego acerque el broche a mi pecho ya que para activar el broche se necesita un poco de mi mana luego pensé en la casa de Alexander y un brillo salió del broche y enseguida desaparecí del lugar
El lugar donde aparecí fue en el jardín de la casa, Stefan al estar ya en la casa se despidió de mi con un beso en la mejilla y salió corriendo hacia dentro
Mi nana que había visto lo que pasó enseguida se me acercó ya que me vio un poco débil
Mérida: ¿Se encuentra bien mi lady?
Lillian: Solo estoy un poco cansada, por favor nana busca un poco de azúcar para mí
Mi nana me tomo por el brazo y me sentó en una silla luego fue rápido a la cocina y al regresar me trajo un trozo de pastel de fresa me coloco un poco en la boca y enseguida me recupere
Mérida: Me imagino que uso el broche que le regaló aquella vez Lord Joseph
Lillian: Bueno si
Mérida: ¿Pero por qué lo uso si sabe que eso la deja débil?
Lillian: Porqué quería llegar rápido eso es todo, bueno ya me tengo que ir nos vemos
Me levanté de la silla y volví hacer lo mismo con el broche, pero cuando volví a estar de nuevo en el palacio me di cuenta que no estaba en el pasillo si no en lo que podía ser el despacho del príncipe ya lo último que vi antes de desmayarme fue al príncipe hablando con el pelirrojo