En un mundo donde los Alphas están arriba de todo y los Omegas abajo, Aria Vance una trabajadora de un club exclusivo para Alphas dominantes, donde se ofrecen servicios para ayudarlos a liberar la carga de sus feromonas, siendo que todos los empleados de la servidumbre estrictamente son Betas, por lo cual ella tuvo que mentir en su sub genero para poder trabajar allí, escondida en la cocina como ayudante. Todo iba bien hasta que un día de trabajo una serie de eventos inesperados la pusieron frente a Liam Vidal, un Alpha dominante, que llevado por sus instintos se abalanza sobre ella. Después de allí comienzan a ocurrir sucesos que la obligan a correr lejos de la vida de aquel hombre, entre ellas es el hijo que ahora llevaba en su vientre.
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Capitulo 7. Necesidad
La luz del sol que se colaba por su ventana, daba justo en su rostro, algo que lo obligo a despertar. Al hacerlo se percató de que se encontraba de que no se encontraba en el club, tampoco en su departamento, esa habitación era su antiguo cuarto en la mansión de los Vidal.
- ¿Qué demonios hago aquí? – dice sintiendo que su cabeza iba a reventar, se levantó de la cama, tenía puesta una ropa de dormir, camino hacia la puerta y salió de la habitación
- Buenos días, señor – le dice una de las mujeres de la servidumbre
- Buenos días, ¿Quién de mi familia está aquí hoy? – le dice con un tono adolorido, sus músculos parecían atrofiados.
- Su padre se encuentra en su estudio – le comienza a decir – su hermano, el señor Ethan está en su habitación y su hermano el señor Cyrus, esta…
- Justo aquí – dice Cyrus apareciendo en la escena, como siempre llevando una sonrisa descarada en su rostro – buenos días hermano, ¿Qué tal se sintió desinhibirte? – le dice dándole unas palmadas en el hombro
- Eso duele, maldito idiota – le dice Liam en tono amargo
- Si bueno, la pobre Omega quedo peor – le dice riendo
- ¿Omega? – dice confundido, pero después recuerda todo lo sucedido – es verdad, yo estaba en el club y una Omega, ¿Dónde está ella? – dice alterado viendo a Cyrus
- Mmmm, creo que debería ir al estudio y hablarlo con nuestro padre – le dice Cyrus eludiendo la pregunta
Sin perder tiempo, Liam bajo las escaleras y fue directo hacia el estudio de Darius Vidal, su padre.
- Claro, Liam, puedes entrar y tomar asiento – le dice Darius en tono sarcástico luego de que Liam entrara sin siquiera tocar a la puerta
- ¿Qué sucedió con la Omega? – le dice sin siquiera disculparse por su comportamiento poco educado
- ¿De cuál Omega hablas? – le dice Darius en tono casual
- La Omega que estaba conmigo en la habitación del club – le dice molesto ante la manera descarada en que Darius fingía no darse por enterado – si estoy en este lugar significa que tú fuiste quien me trajo, así que debes saber que paso con la mujer – le dice en tono firme
- ¿Para qué quieres saber? – le dice viéndolo fijamente
- Sus feromonas no me desagradan, así que, pienso que me es de mucha utilidad, padre – le dice molesto
- Puede ser, pero también tu eres de mucha utilidad para esa mujer – le dice
- ¿Qué?,¿de qué hablas? – le dice confundido, ¿Cómo podría él serle útil a una Omega de un club?
- Esa mujer ha estado tras de ti – le dice entregándole una carpeta
- ¿Qué es esto? – le dice Liam abriendo la carpeta
- Esa es toda la artimaña que esa mujer utilizo para acercarse a ti, obviamente con la intención de tenerte en el estado en el que estas ahora, sumiso y creyendo que debes tenerla a tu lado – le dice suspirando – no sé de qué forma logro volver sus feromonas agradables para ti, pero lo que tengo seguro es que esa mujer debe ser una caza fortunas – le dice serio
- ¿Cómo lo sabes?, solo son conjeturas que has sacado por simplemente falsificar un documento – le dice lanzando la carpeta sobre el escritorio
- ¡Lo sé, porque eso es lo que le he ofrecido y sin pensarlo, aceptó! – le dice Darius alzando la voz
- Entiendo – dice dando la vuelta hacia la salida
- ¿Hacia dónde vas? – dice Darius - ¿piensas buscarla después de saber sus intenciones? – le dice sorprendido
- Padre, creo que ha confundido mis pensamientos y sentimientos – le dice Liam volteando a verlo mientras sostiene el pomo de la puerta con la mano – yo no amo a esa mujer, no tengo ni un ápice de sentimiento hacia ella, esto no es más que una mera necesidad de desahogo – su voz era firme – si es dinero lo que ella quiere, entonces solo debo darle más del que y le ofreciste, a cambio de sus servicios, porque esto, solo es un simple intercambio equivalente – le dice antes de marcharse.
Liam salió del despacho de su padre y se consiguió a Cyrus parado frente a la puerta, sonriendo sin importarle lo que su hermano pudiera pensar de su imprudencia.
- Mmmmm, así que ¿vas a salir a buscarla? – le dice Cyrus sonriendo – debió haber sido una experiencia inolvidable, eso me da un poco de curiosidad – dice pensativo - ¿podrías prestármela alguna vez? – le dice riendo, Liam lo toma por el cuello de la camisa, su mirada era la de un demonio al cual habían provocado su cólera
- Borra tu maldita y molesta sonrisa, Cyrus – le dice con ira, como si de un enemigo se tratara
- Ja, ja, ya veo que, no – le dice Cyrus despreocupado – me lo suponía, nunca te ha gustado compartir, ni siquiera los juguetes - dice riendo, en eso Liam le da un fuerte golpe en el rostro, algo que lo hizo callar, después lo soltó y se marchó, Cyrus enseguida se recuperó - ¡yo también, te amo, hermano! – le grita Cyrus mientras observa a Liam alejarse.
Liam sabía de qué forma se manejaba Darius, algo que le molestaba era que, en la mayoría de las veces, su padre pretendía dominar cada espacio de su vida, moldeándolo a la manera en que él deseara que fuera, manipulando situaciones y entornos para lograrlo.
Subió a su auto y condujo directo hacia la persona que bien podría brindarle toda la información que él estaba buscando, llego al edificio y enseguida el personal lo reconoció, dejándole libre la entrada, subió por el ascensor hasta el último piso y camino por el pasillo, entro a la oficina sin siquiera tocar a la puerta.
- ¡Vaya!, ¡Vaya!, miren quien decidió volver, admito que me preocupe un poco, cuatro días dormido, Wow…– dice Adira riendo - ¿quedaste satisfecho, Liam? – le dice en tono malicioso
- Tanto, que quiero saber dónde está – le dice de forma directa
- Mmmmm, lo siento, no sé dónde está en este momento – le dice haciendo un gesto con sus manos
- ¡No, mientas! – le dice Liam – tienes gente por todos lados de la ciudad, y yo sé que no hay nada que no manejes, Adira – le dice molesto
- Tal vez, tengas razón – le dice levantándose de su silla acercándose a Liam – tal vez, sepa donde se encuentra o quizás, no – lo hala de la camisa hacia ella – pero es algo, que no tengo muchas ganas de decirte, Liam – le dice al oído
- Mal nacida, ¿Cuánto dinero quieres por la información? – le dice apartándola
- Ja, ja, no quiero nada – le dice despreocupada – a veces, más que el dinero y el poder, me entretiene ver la desesperación en la mirada de las personas, ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar?, ¿Qué sacrificarías?, eso ya lo veremos – le dice riendo – ahora, por favor, márchate – dice halando la cadena, con ella al hombre atado del cuello – tengo cosas que hacer con mi mascota – le dice viéndolo de forma sugerente
Si Adira había tomado interés en verlo hundirse en la búsqueda de aquella Omega, jamás daría su brazo a torcer para ayudarlo con la información, así que, no quedaba más remedio que contratar otros medios, aunque serian tardíos en encontrarle la información y el paradero de aquella mujer.