YO FUÍ TU PRIMER AMOR

Al salir del gran salón con Mina en brazos Dante la subió a una lujosa limusina la cual ya los estaba esperando para llevarlos al viaje de luna de miel, pero Dante ya estaba harto de seguirle el juego a su madre.

—Nico necesitó que nos lleves a la dirección que te he mandado y pobre de ti si le dices a mi madre a dónde es que hemos ido.

Señor, pero su madre me ha dado la orden de llevarlos directamente al aeropuerto, ahí los está esperando su avión privado para …

¡He dicho que no!

Grito Dante exaltado al chófer el cual guardo silencio y se dirigió hacia la dirección que le había dado.

Mina estaba asustada pues sabía que en el estado en el que se encontraba Dante podía ser capaz de hacerle daño, así que trató de mantenerse lo más alejada posible de él sin perder de vista cualquier movimiento.

Dante sacó su celular y mandos unos cuantos mensajes mientras fumaba un cigarro una vez que guardo su celular miró fijamente a Mina la cual temblaba como si fuera una gelatina, eso le trajo tristes recuerdos.

¿Estás asustada?.

No te preocupes, no te voy a hacer nada te llevaré al departamento en el que vivirás a partir de esta noche también ya he dado la indicación a Emilio para que lleve a tu nana así que no te preocupes no estarás sola.

—No te tengo miedo Dante es solo que tú no lo entenderías, le dijo Mina mientras desviaba su mirada hacia la ventana del auto pues no sabía en qué lugar estaba pues en el sector se veían lujosos departamentos y era algo que ella no se esperaba.

Después de varios minutos la limusina se detuvo y Dante fue el primero en bajar del auto y aunque estaba un poco mareado ayudo a Mina a bajar tendiendo su mano, pero ese gesto tomo a Mina por sorpresa pues ya no había ningún motivo para que él siguiera actuando de esa manera.

Tranquila no soy tan desagradable como piensa, anda te llevaré a tu nuevo hogar y por tu bien espero que jamás le des tu dirección a tu padre.

Mina se sintió avergonzada por el comportamiento de su padre, pero no dijo nada solo guardo silencio y siguió los pasos de Dante el cual no la perdía de vista ni un solo segundo aun así Mina se armó de valor para decirle una vez más.

¡No te tengo miedo Dante!

Esas palabras le taladraron el orgullo a Dante pues estaba acostumbrado a que todo el mundo le temiera y no era solo porque era multimillonario sino porque era el creador de una organización muy poderosa con la cual protege a sus padres y su fortuna y el oírla decir esas palabras tan deliberadamente le causaba cierta inquietud pues Mina lo veía como si fuera poca cosa ante sus ojos y eso no lo podía soportar.

—¿Por qué no?

Preguntó Dante mientras esperaban a que se abriera el elevador privado el cual solo podía utilizar el dueño de la suite.

Mina respondió sinceramente a su pregunta.

Porque eres un simple hombre, como todos los demás no veo el motivo por el cual te debería temer.

Dante sintió que lo atravesaba con un hierro en lo profundo de su ego pues jamás nadie se había atrevido a simplificar su personalidad como lo estaba asiendo esta niña, pensó en su interior mientras le sonreía cuando en verdad quería demostrarle el porqué debería de temerle.

—¡No sabes lo que dices niñita!

Pero lo dejaremos al tiempo y cuando me conozcas bien desearías no haberte cruzado en mi camino.

Mina se armó de valor y se plantó frente a Dante y mirándolo fijamente a los ojos le cuestionó, me estás amenazando?

La postura que Mina había tomado ante sus ojos era algo que jamás había visto y le hacía sentir algo inexplicable en su interior quería demostrarle que no era tan simple como ella creía, pero no quería hacerle daño y cuando le iba a responder las puertas de aquel elevador se abrieron mostrando a su paso la lujosa suite la cual había comprado hacia muchos años atrás y ahora sería exclusivamente para Mina.

—Bueno creo que dejaremos por hoy está conversación niñita, le dijo mientras acariciaba su cabeza para después entregarle un juego de llaves esta es tu casa cualquier cosa que necesites Emilio está a tus órdenes ok, le dijo dando la vuelta para regresar al interior del elevador.

Mina no pudo reaccionar a esa caricia pues estaba confundida además de nerviosa al escucharlo hablar de esa forma tan imponente ella en verdad estaba temblando, pero antes muerta que demostrar cualquier debilidad, eso fue una de las cosas que su madre se empeñó en inculcarle y ahora sabía el por qué.

Una vez que las puertas del elevador se cerraron Mina soltó un gran suspiro de alivio pues estaba aterrada pensando en que Dante quisiera pasar la noche con ella.

Tomó la llave y abrió la lujosa puerta y al entrar se dio cuenta de que Dominic ya la estaba esperando con sus maletas.

—¿Mi niña ste encuentras bien?

Por un momento pensé que el señor Dante querría pasar la noche con usted, después de como se comportó en la fiesta.

Yo pensé lo mismo nana estaba aterrada, pero gracias a Dios se marchó aunque no sé si hice bien en dejarlo partir, él ya está bastante tomado y tengo miedo que le pase algo y me culpen a mí por ello.

Vamos mi niña te ayudaré a quitarte ese hermoso vestido, lucias hermosa mi niña estoy segura de que tu madre diría lo mismo.

Es una pena que sea en estas circunstancias no es así nana, me case por la iglesia con un hombre que me compró dijo Mina mientras subían las escaleras en compañía de su inseparable nana la cual llevaba las maletas en mano.

¡Hay mi niña! no sabes cómo lamento que tu padre haya hecho eso contigo, pero velo por el lado bueno ahora ya eres libre nada te ata a él y puedes hacer tu vida sin preocupaciones y tu padre ara de su vida un cacahuate así que vamos no estés triste este es un día para celebrar por tu libertad.

Las dos mujeres entraron a la habitación nupcial y se dio cuenta de que ahí se encontraba algunos paquetes con pequeñas notas encima. ¿Tú has puesto esos ahí nana?.

Por supuesto que no mi niña, yo llegue unos minutos antes que usted así que no tuve la oportunidad de recorrer el departamento.

—¿Qué extraño?

Pensó Mina, pero se limitó a cambiarse de ropa antes de ver de qué se trataba dichos obsequios.