La Venganza Del Angel

Una semana desde la llegada de él Emperador con la extraña mujer en brazos había transcurrido y ella aún no había despertado.

La sociedad en general del imperio Zanthos no había dejado de hablar de tal suceso, nadie esperaba aquello y todos lo que pretendían después de la llegada de su Emperador fué desestabilizado por aquella mujer.

Había una reacción que todos estaban esperando y esa era la del templo, principalmente la de él papa quién comandaba al templo y era reconocida como la persona más cercana a la diosa Áine.

Él papa no se había pronunciado con respecto a lo sucedido y esto intrigaba mucho a todos debido a que no podían saber sí esto era bueno o malo.

En cuanto a él papa no haria nada sin antes saber de quién se trataba aquella mujer además había algo que casi todos en el imperio Zanthos desconocían y eso era que el oráculo se había roto, ahora él papa debía de ser mucho más calculador y minucioso con su actuar.

La Emperatriz madre, se encontraba demasiado ansiosa debido a que no había recibido una respuesta por parte de su hijo el papa Galatar, tomo una apresurada decisión y esa fue ir directamente al templo supremo a hablar con su hijo.

En la tarde la Emperatriz Adelaide se dirigió hacia el templo supremo donde decidía el papa. La inesperada visita sorprendió a los sacerdotes y paladines que habitaban el templo.

La Emperatriz Adelaide llegó buscando a su hijo él papa, pero incluso ella no podía interrumpir las oraciones de él papa, así que debió esperar en el jardín hasta que terminará sus oraciones, ésto demostraba que no había nadie por encima de él , nisiquiera su madre quién debía esperar como cualquier otra persona.

Al cabo de una hora él papa se presentó frente a la Emperatriz madre.

- me sorprendió su repentina visita Majestad.

- oh querido hi... o disculpe buenas tardes su santidad..

- bien puede tomar asiento Emperatriz.

- gracias por su amabilidad.

- desea más té...

- bueno me gustaría acompañarlo pero he bebido suficiente.

- o claro no hay ningún problema, y bien a venido personalmente a pedir oración?

- su santidad me alegra que pregunte, en esta ocasión no estoy aquí para eso, hay algo mucho más importante y que puede causar grandes problemas a nuestro Imperio, además debemos saber la voluntad de nuestra diosa con respecto a eso.

- me alegra que la madre del Imperio este tan presente y preocupada por este, me doy cuenta que está en buenas manos.

- me alaga su santidad.

- bien ahora podría decirme que es eso que aflige a la madre Emperatriz?

- estoy segura de que su santidad ya tiene conocimiento sobre lo ocurrido cuando su Majestad él Emperador volvió de la guerra, me avergüenza decirlo pero él Emperador a regresado trayendo una mujer con sigo, de la cuál desconocemos todo, incluso e movido mis contactos para tratar de averiguar sobre ella, pero al parecer él Emperador a bloqueado toda información que pudiéramos obtener, lo realmente preocupante es él cambio de actitud de su Majestad, me preocupa que esa mujer sea algún tipo de bruja que haya hechizado a nuestro Emperador.

Él papa que escuchaba silenciosamente a la madre Emperatriz pensaba en sus adentros.

-[ mmm veo que no soy el único que no a podido obtener información, hechizado qué estúpido si la mujer está dormida dese que llegó, veo que mi madre no a estado haciendo bien lo que le encomendé]

La Emperatriz que seguía con su relato de como había estado actuando el Emperador y sobre su preocupación por esto fué interrumpida por un sacerdote que entró apresuradamente y fué directo hacia el papa a susurrarle algo a los oídos.

- entiendo, bueno Majestad creo que podríamos pronto tal vez por la boca de la misma mujer escuchar quien es.

- a que se refiere su santidad?

- la mujer en cuestión a despertado.

La Emperatriz Adelaide abrió mucho sus ojos al escuchar la noticia que le dió el papa, sin duda debía regresar de inmediato al palacio Imperial.

Mientras tanto en el palacio Imperial, cómo hace un tiempo ya, Karim se encontraba en su habitación revisando papeles mientras Artemis yacía en su cama inmóvil, él se preguntaba cuánto más estaría ella así, pero a la vez se planteaba que haría con ella? qué le diría, cómo reaccionaría? eran cosa que solo sabría cómo serían cuando sucedieran y Karim tenía un poco de miedo a vivir estás situaciones, pero su preocupación era más grande, el que ella no despertara era preocupante, ya había transcurrido una semana desde que estaba en cama.

Karim se levantó de su escritorio y se dirigió hacia la cama, la joven se veía tan tranquila, había tanto cilencio en la habitación y en torno a ella que Karim para comprobar que realmente respiraba puso su mano bajo su nariz para sentir el flujo de aire, una pequeña brisa inaudible hizo contacto con su mano, el suave respirar de la joven era constante, esto tranquilizó a Karim. Su mano que estába casi tocando su rostro fue movida inconscientemente hasta su frente, dónde movió suavemente unos mechones de cabello que le tapan un poco el rostro, el suave cabello que parecía hilos de plata se delizo entre los dedos de Karim, la suave

sensación era agradable. De repente Karim noto como Artemis comenzó a moverse como si algo la molestara, sus párpados comenzaron a temblar como si lucharan por abrirse, entonces en un instante los grandes ojos de un azul tan cristalinos estuvieron viendo fijamente a Karim, quien se encontraba muy cerca de su rostro.

Karim se hecho para atrás sorprendió por lo que acaba de acontecer, Artemis intento moverse cuando entendió de quién se trataba aquel hombre, su expresión demostraba miedo, odió, desconcierto, entonces Karim le habló.

- te sientes bien, as estado una semana en cama no es conveniente que te muevas mucho, llamaré al médico.

No esperaba una respuesta por parte de ella, pero fué lo que recibió.

- basta!

- disculpa pero lo necesitas..

- he dicho basta, si esto es un sueño quiero despertar, quiero que mi hermano me despierte, quiero que mi madre y mí padre me esperen para desayunar, quiero despertar e ir con ellos.

Las lágrimas brotaban a montones de sus ojos mientras veía a Karim que estába cerca de la puerta de salida a buscar al doctor.

Karim que se quedó estático por aquella reacción de la jóven, apenas pudo pasar saliva por su reseca garganta y poder decir algo.

Pero qué? qué le diría a la joven que lo miraba de aquella manera y le preguntaba por el terrible destino que había tenido su familia.

Le diría cruelmente que todos estaban muertos, o le mentiría para que se calmará? Mentir por más que quisiera hacerlo no era una opción ya que está sería insostenible en poco tiempo.

Karim miro seriamente a la joven y le dijo.

- nada a sido un sueño, nada de lo que viviste, ahora traeré al doctor.

Karim salió apresuradamente de la habitación con una cara de angustia y mando llamar a él doctor que estuvo atendiendo regularmente a la princesa.

Recostado contra las puertas Karim pensó.

-[ ella despertó, ahora que haré]