NovelToon NovelToon
Renaciendo De Fuego Libro #2

Renaciendo De Fuego Libro #2

Status: Terminada
Genre:Mafia / Malentendidos / Traiciones y engaños / Completas
Popularitas:515
Nilai: 5
nombre de autor: Mar-4538

La miro, estupefacto. Se ve tan hermosa con esa bata blanca, y la blancura de la habitación contrasta con su hermoso cuerpo latino que me enloquece. Siento que estoy soñando, pero se ve muy real. Cuando ella nota mi mirada, me quedo helado. La mirada que me daba antes era de amor... ahora es como si estuviera viendo a su peor enemigo.

—Por tu culpa mi vida se jodió —me dice, con la voz llena de rencor.

—No, Morgan, nena, yo traté de salvarte, te amo. Fui lo más sincero que pude contigo a pesar de lo que pasó con Madison —le respondo, desesperado.

—Por tu culpa estoy así.

—No, sabes que no es verdad —le insisto.

—Sí, estoy muerta por tu culpa. Solo tú tienes la culpa por haber entrado en mi vida. ¡TE ODIO! —me grita con todas sus fuerzas.

Trato de acercarme para abrazarla, pero cuando al fin la tengo entre mis brazos, se deshace, como si fuera de humo.

Me despierto sobresaltado, empapado en sudor. Mi respiración está agitada y siento mis mejillas mojadas por las lágrimas

NovelToon tiene autorización de Mar-4538 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo: 12

CALEB.

—Sofía, ¿puedes quedarte quieta? —le digo entre dientes, sintiendo que estoy llegando a mi límite.

—¿Quieta? Quieres que me quede quieta cuando acabo de provocar que tengas una pelea con todos tus amigos. En serio, eres un tonto. No puedo creer que alguien estuviera tan enamorada de ti. Esa chica debió de haber sido demasiado ilusa para eso —responde, con un tono burlón.

Me levanto abruptamente del sofá. Ella da un paso atrás. Sabe que no debió haber dicho algo así, y su cara de pánico lo delata.

—Ella, a un lado de ti, sería una mejor persona. No era una ilusa, era una persona que creía que la gente que era una mierda podía cambiar —le digo, con la voz entrecortada.

—Vaya, ¿y a dónde la llevó eso? —pregunta, con ironía.

—¡CÁLLATE! —alzo la voz.

—Dime qué fue lo que le hiciste.

—Mierda, ¿y eso a ti por qué te importaría? —le pregunto, con furia.

—Porque tal vez pienso que algún día alguien me pueda amar como tú la amaste a ella. Por eso quiero saber qué le hiciste. Si la heriste demasiado, entonces no quiero que alguien me ame como tú la amaste a ella.

—Créeme, no quieres que alguien te ame de esa forma —le digo, con tristeza.

—¿Por qué no?

—Porque cuando estás enamorado, bajas la guardia y la gente se aprovecha de eso para hacerte daño.

Paso por un lado de ella y camino hacia mi habitación. Me paso las manos por el cabello, completamente frustrado. Justo cuando pienso en echarme en la cama para tratar de despejar mi cabeza, mi teléfono suena.

—¿Sí, diga? —respondo.

—Caleb —escucho esa voz. La conozco, pero no recuerdo de dónde.

—Querido yerno —dice la voz.

—Lorenzo —digo entre dientes.

—¿Qué tal les va en la vida? ¿Aún siguen llorando la muerte de Morgan? —pregunta, con burla.

—¿Y eso a ti qué te importa? —le digo, con enojo.

—No, qué va, me da igual. Solo quería saber si seguían siendo igual de miserables que el día que murió.

— Era tu hija, y ni siquiera ¿te importa saber que le hiciste daño antes de que diera la vida por ti?

—Mira, querido yerno, para que veas que no soy tan malo. Tengo entendido que esta noche irás a unas carreras, y sé dónde serán, así que te llevaré un regalo. Bueno, te mandaré, ya que no dejaré que me veas nunca más. Solo valora mi regalo y cuídalo, que es lo más valioso que tengo —dice, y cuelga.

¡Maldito hijo de puta! Camino completamente enfurecido al mueble que está al lado de mi cama y tiro todo lo que hay ahí: fotos con Morgan y mis amigos.

—¿Caleb? —pregunta Sofía, con voz tímida.

Mierda, por un momento me olvidé que Sofía se encontraba en la sala. Tratando de calmar mi respiración, camino hacia la puerta. Al abrirla, me encuentro con una Sofía un poco asustada.

—¿Qué? —pregunto, con brusquedad.

—¿Saldremos? —pregunta, con la esperanza en los ojos.

—Yo saldré, y tú no sé. Puedes hacer lo que te plazca.

—Tu hermano dijo algo de unas carreras, tú irás, ¿no? Si vas, tal vez pueda ir contigo.

—Dame una sola razón por la cual te llevaría conmigo a una carrera ilegal.

—Porque tu vida es tan miserable desde la muerte de esa tal Morgan que incluso tienes una pésima relación con tus amigos, y supongo que no quieres conocer a nadie nuevo para agregar a la lista a gente nueva que te lastime.

—Sabes, tal vez ni siquiera debí haberte ayudado. Simplemente debí haber dicho que no, y seguramente no estaría pasando por esto en este preciso momento.

—Tal vez deberías dejar de ser tan frío y alejar a las personas que tratan de acercarse a ti con buenas intenciones.

—¿Buenas intenciones dices? Tus intenciones son de que sienta algo por ti, y yo no estoy dispuesto a abrir mi corazón nuevamente, y menos para alguien que está igual o más destruida que yo.

—¿Destruida? Al menos yo estoy dispuesta a darle una oportunidad a las personas de demostrar que no son una mierda como el resto. Pero tú estás totalmente cerrado en tu mundo, culpando y juzgando a la gente buena por culpa de los actos de la gente mala.

—Es mentira —le digo.

—¿Me llevarás a las carreras o no?

Horas más tarde...

—Caleb, camina más despacio. Me perderé entre tanta gente —me grita Sofía.

—Diablos, Sofi. Si tú decidiste convencerme de que te trajera, ahora solo te queda aguantar todo y pasarla bien —le respondo.

—Eres un egocéntrico. Tampoco te rogué tanto.

—Vaya que sí lo hiciste.

—No, no lo hice. Solo te persuadí un poco para lograrlo.

—Oh, sí, claro, y te funcionó muy bien —le digo, con total sarcasmo.

Mientras camino entre la gente, me empiezo a desesperar porque no encuentro a los chicos. De pronto, entre toda la gente, veo a una chica de piel morena, con una larga cabellera negra y unas curvas muy bien definidas. Cuando voltea, me quedo sin aire y corro rápidamente hacia ella. Siento que ni siquiera toco el piso, simplemente me enfoco en llegar a donde está ella para estrecharla en mis brazos. Pero cuando llego, ella ya no está. La busco y la encuentro caminando fuera del gentío. Entonces, tratando de que no desaparezca de mi vista, la llamo.

—¡¡¡MORGAN!!!

1
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play