Eros y Lyra descubren que están unidos por el lazo más poderoso: son compañeros destinados. Sin embargo, las heridas del pasado convierten ese vínculo en una lucha constante para Lyra, quien intenta resistirse a lo inevitable. Pero el llamado del destino es más fuerte, y poco a poco, la atracción entre ambos comienza a derribar las barreras que los separan.
La cercanía se intensifica cuando Eros y Lyra emprenden un viaje en busca de respuestas sobre los inquietantes cambios que ella experimenta. En el camino, descubrirán que el mundo está tejido de secretos oscuros: brujas que juegan con el destino, vampiros que ocultan verdades prohibidas y Doppelgängers que amenazan con cambiarlo todo.
Te invito a caminar bajo la misma luna con Eros y Lyra en busca de respuestas.
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Capítulo 12
Lyra
Mientras espero a mi padre, he visto como la chica no para de hablarle a Eros a pesar de que este no le hace caso y trata de no mantener la mirada fija en mi por mucho tiempo, la chica no puede tener las manos quieta ya que cada que le habla siempre le está tocando y eso está haciendo que mi rabia aumente.
Se que aún no lo he aceptado como mi compañero pero aún así no puedo evitar sentir estos celos irracionales. Mientras Eros intenta mantener la distancia la chica no parece darse cuenta del rechazo si no que mientras Eros más se aleja ella se acerca aún más.
“Ve y reclama a nuestro compañero” me dice Lila
“No frente a todos, sospecharían”.
“Y eso que, ella no para de tocar a nuestro compañero” me dice “Ve ahora mismo”.
Cuando estoy apunto de aproximarme escucho que alguien me llama.
—Lyra— mira al Alfa Félix — Oh niña, que haces allí ven — me dice y eso hago.
—Alfa Félix— lo saludo posándome a lado de mi padre.
—Llámame Félix niña, te conozco desde que naciste así que las formalidades pasan a otro plano — dice.
—Sabes que nunca a podido llamarte así — le dice papá.
—Que lo intente, mira como has crecido ¿dime ya has encontrado a tu compañero?— pregunta y yo me tenso.
“Dile que es su hijo” me dice mi loba.
—No aún no — le digo.
—Oh, bueno aún tienes tiempo, Eros tampoco la ha encontrado, por lo que estamos considerando la posibilidad de que tome a una pareja temporalmente hasta que encuentre la suya — esa declaración se clava en mi pecho, me giro hacia Eros quien mueve la cabeza hacia los lados — esto de cargar con el puesto de alfa lo esta agotando sin su compañera.
«Lyra, que sepas que no estoy de acuerdo con eso y se lo he hecho saber» la voz de Eros se clava en mi cabeza. «Nena créeme.
—Entiendo — es lo único que digo tratando de que mi voz salga firme.— ¿Ella es su primera opción? — apenas esa pregunta salió de mis labios me arrepentí.
—¿Quien? — pregunta el alfa confuso.
Yo señalo a la chica que se aproxima junto a Eros mientras este trata de mantenerla alejada.
—Mmm no exactamente — dice el alfa — ella es hija de la cuñada de mi compañera, Ana la ha recibido en casa por un tiempo— dice el alfa mirando a la chica no muy contento de su presencia.
—Ne...Lyra — me llama Eros al acercarse y debo alejarme un poco para mantener la distancia.
—Eros— digo no muy contenta.
—¿Te pasa algo cariño? — pregunta papá.
—¿Le has hecho algo Eros? — le pregunta El alfa a su hijo.
—¿Que? No papá, claro que no — dice Eros.
—Estoy bien, no pasa nada— digo tratando de aligerar el ambiente.
—Si mi hijo te hace algo no dudes en decírmelo — me dice el Alfa.
—Tranquilo Félix, Eros no es ese tipo de chico, él y Lyra siempre se han llevado muy bien — lo defiende papá.
Eros sonríe incómodo ya que él sabe que eso no es totalmente cierto.
—Si Jhon, pero sabes como son estos chicos muchas veces no piensan en lo que hacen o en lo que dicen — le dice el Alfa —Bueno, si todo está bien entonces ¿que te parece cenar con nosotros Lyra? Ana estará muy contenta de tenerte aquí, tus amigas también están invitadas.
No se que responder ya que no esperaba que me invitaran a cenar, he entendido buena relación con los padres de Eros a pesar de las diferencias que ha habido entre nosotros, sus padres y mis padres son amigos por lo que sus padres me quieren mucho al igual que los míos a él.
Miro a mis amigas las cuales casi se rompen el cuello al subirlo y bajarlo en un claro gesto de que que acepte, y luego miro a papá quien me hace seña de que acepte.
—Está bien, también quiero ver a Luna Ana, tengo varios días sin verla — respondo finalmente.
—Muy bien, pueden esperar dentro, no falta mucho para la cena, y Ana no tardará en llegar. Eros les hará compañía yo todavía debo hacer algunas cosas.
.......
Estando en la sala de estar la chica por fin se ha despegado de Eros y ahora está sentada frente a mi mirándome fijamente.
—¿Así que tú eres Lyra, he? — pregunta.
—Si, es ella — responde Jules con desdén.
—Me han hablado mucho de ti — dice ignorando el tono de voz de Jules —Siempre terminas siendo la protagonista de las conversaciones— dice con la voz cargada de.....desdén.
—Déjala en paz Ayla — le dice un irritado Eros.
—No estoy diciendo nada malo, baby — le dice y siento como la rabia se apodera de mi.
—No me llames así— le dice Eros con desdén.
—No seas amargado Eros, sonríe un poco nunca te he visto sonreír— le dice esta.
—Que raro, a mi me sonríe todo el tiempo — le digo haciendo que clave una mirada medio sorprendida en mi, Eros me dedica una pequeña sonrisa mientras yo lo miro como si quiera estrangularlo.
—¿Ahh si? — pregunta.
—Si.
—Tal vez lo hace para no parecer grosero— dice encogiéndose de hombros— después de todo su padre y el tuyo son amigos.
—Créeme que si Eros quiere ser un patan lo será, sin importarle nada.
Ella no dice nada más solo se queda mirándome y dicha mirada no se como interpretarla.
—Necesito hablar contigo Lyra —me dice Eros interrumpiendo el silencio.
—No tengo nada que hablar contigo.
—¿Así le habla a tu alfa?— pregunta la chica.
—Eso a ti no te importa— le respondo.
—Lyra — me llama Eros.
—No quiero hablar......bájame Eros — le digo cuando me sube en su hombre como si fuera un saco de papas.
Sube las escaleras conmigo y luego se adentra a una habitación y cierra la puerta con pestillo.
—¿Te has vuelto loco? — le pregunto.
—No me dejas opción — responde — ¿Se puede saber que te pasa? Estábamos muy bien esta mañana y en la noche anterior — pregunta confundido.
—A mi no me pasa nada y lo de esta mañana no es nada solo y anoche solo era amable — digo y él suelta un suspiro de desesperación.