En un mundo asediado por la oscuridad, Elara y sus amigos, Kael, Lila y Thalion, se embarcan en una peligrosa expedición para invocar el poder del dragón y descubrir un antiguo artefacto en el Valle de la Luz, con la esperanza de proteger su hogar, Eldoria, de las sombras que amenazan con regresar.
NovelToon tiene autorización de Rosario z para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 12: El Eco de la Verdad
La luz del amanecer se filtraba a través de las hojas, creando un mosaico de sombras danzantes en el suelo del bosque. Elara, Kael, Lila y Thalion se encontraban reunidos en un claro, el aire impregnado de un silencio solemne. Habían llegado al punto más crítico de su aventura, y la tensión era palpable.
“¿Estás segura de que este es el lugar?” preguntó Kael, ajustando su espada en la vaina mientras miraba a su alrededor con desconfianza.
“Es aquí,” respondió Elara, con una firmeza que sorprendió incluso a ella misma. “La antigua leyenda hablaba de un eco que revelaría la verdad de nuestros corazones. Debemos enfrentarlo.”
“¿Y si no nos gusta lo que escuchamos?” murmuró Lila, jugando nerviosamente con una ramita. “La verdad puede ser cruel.”
“Lo sé,” dijo Thalion, su mirada sabia y profunda. “Pero la verdad es necesaria. Solo enfrentando lo que llevamos dentro podremos avanzar y cumplir nuestra misión.”
El grupo se quedó en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos. Finalmente, Elara tomó una respiración profunda y se adelantó. “Vamos, no hay tiempo que perder. Si la sombra avanza, no podremos detenerla.”
Con paso decidido, Elara se adentró en el claro. Las ramas crujían bajo sus pies mientras el eco de sus pasos resonaba en la tranquilidad del lugar. Kael la siguió de cerca, y detrás de ellos, Lila y Thalion intercambiaron miradas preocupadas.
“¿Qué crees que escucharemos?” preguntó Lila en voz baja, casi como si temiera romper el hechizo del lugar.
“Lo que necesitemos oír,” respondió Thalion con un tono de calma. “A veces, la verdad no es lo que queremos, sino lo que debemos aceptar.”
Elara se detuvo en el centro del claro, donde un antiguo altar de piedra se alzaba cubierto de musgo. “Este es el lugar,” dijo, su voz resonando en el silencio. “Debemos unir nuestras manos.”
Kael, Lila y Thalion se acercaron y se unieron a Elara, formando un círculo. Sus manos se entrelazaron, y Elara sintió una corriente de energía fluir entre ellos. “Estamos listos,” anunció.
Con el corazón latiendo con fuerza, Elara cerró los ojos y comenzó a murmurar las palabras del antiguo ritual. La brisa se intensificó, y el aire pareció vibrar a su alrededor. De repente, un eco profundo resonó en el claro, llenando el espacio con un sonido envolvente.
“¿Quiénes son los que buscan la verdad?” preguntó una voz, grave y resonante.
“Nosotros somos Elara, Kael, Lila y Thalion,” respondió Elara, sintiendo que su voz temblaba. “Buscamos la fuerza para enfrentar la sombra que amenaza a Eldoria.”
“¿Están listos para escuchar lo que sus corazones esconden?” continuó la voz, como un susurro en la brisa.
“Sí,” dijeron al unísono, aunque cada uno de ellos sentía un nudo en el estómago.
“Entonces, escuchen.” El eco se intensificó, y cada uno de ellos comenzó a escuchar sus propios pensamientos y miedos.
“Kael,” resonó la voz, “tu valentía es admirable, pero ¿no temes que tu deseo de ser un héroe te lleve a la ruina?”
Kael apretó los dientes, su mirada fija en el suelo. “He luchado por ser fuerte, pero... sí, tengo miedo de fallar. De no estar a la altura de lo que se espera de mí.”
“Lila,” continuó la voz, “tu conexión con la naturaleza es profunda, pero ¿no sientes que a veces te falta la fuerza para actuar?”
Lila sintió un escalofrío. “A veces, sí. Quiero ayudar, pero me asusta el dolor que puedo causar. La naturaleza puede ser hermosa, pero también destructiva.”
“Y tú, Thalion,” prosiguió la voz, “tu sabiduría es inmensa, pero ¿no temes que tu conocimiento te aísle de quienes te rodean?”
Thalion suspiró, su expresión seria. “A veces, me siento solo. La sabiduría puede ser una carga, y temo que mis elecciones alejen a los que amo.”
Finalmente, la voz se volvió hacia Elara. “Y tú, Elara,” dijo con suavidad, “tu luz brilla intensamente, pero ¿no sientes que la oscuridad en tu interior podría consumirte?”
Elara se quedó sin aliento. “Siempre he luchado contra mis propios demonios. Tengo miedo de no ser lo suficientemente fuerte, de no estar a la altura de este desafío.”
El eco resonó en el claro, y un silencio profundo se apoderó del lugar. A pesar de sus miedos, Elara sintió que la energía entre ellos se intensificaba, como si sus vulnerabilidades las unieran aún más.
“¿Pueden ver la verdad en sus corazones?” preguntó la voz. “La oscuridad no es solo un enemigo externo, sino una batalla interna que deben enfrentar juntos.”
“Sí,” respondió Elara, su voz firme. “Estamos listos para enfrentarla.”
“Entonces, deben aceptar sus verdades y abrazar sus miedos. Solo así podrán encontrar la luz que necesitan para combatir la sombra que acecha.”
Con esas palabras, el eco se desvaneció, y Elara sintió una oleada de claridad y determinación. Abrió los ojos y miró a sus amigos. “Hemos enfrentado nuestras verdades. Ahora debemos unir nuestras fuerzas y avanzar.”
Kael asintió, su expresión decidida. “No dejaré que mis miedos me detengan. Lucharé por este reino, por ustedes.”
Lila sonrió, su mirada llena de confianza. “Y yo me comprometo a usar mi conexión con la naturaleza para proteger lo que amamos.”
Thalion, con su sabiduría renovada, dijo: “Juntos, somos más fuertes. La verdad nos une, y no dejaremos que la oscuridad nos consuma.”
El grupo se abrazó en un momento de unidad, sintiendo la fuerza de su conexión. Sabían que el camino por delante sería difícil, pero ahora tenían un propósito claro y una luz interior que iluminaría su camino.
“Vayamos al templo,” declaró Elara, su voz llena de determinación. “Debemos encontrar el artefacto y restaurar la esperanza en Eldoria.”
Con paso firme, el grupo abandonó el claro, dejando atrás las sombras de sus miedos. Avanzaron hacia el templo, la luz del amanecer guiando su camino. Cada uno de ellos llevaba en su corazón la verdad que habían enfrentado, y juntos, se sentían listos para enfrentar lo que viniera.
Mientras se adentraban en el bosque, el eco de sus verdades resonaba en sus mentes. Sabían que la batalla contra la sombra estaba lejos de terminar, pero ahora tenían la fuerza de su amistad y la luz de su verdad para guiarlos. El destino de Eldoria dependía de ellos, y con cada paso, estaban un paso más cerca de restaurar la luz en su mundo.