El Mal Se Esconde En La Oscuridad

Dormir nuevamente para todos fue casi imposible, la habitación de mis abuelos se llenó de colchones, pues todos querían estar cerca y alerta cuidándome.

Hasta que el sol no saliera seguía corriendo peligro, eso era más que claro.

Mama fue obligada por mi padre a dormir un poco al igual que Sol y mi abuela.

El abuelo hizo la primera guardia, permaneció hasta las 3 am.

Luego se acostó un rato y el turno fue de mi padre quien estuvo desde las 3 hasta las 4 am, para no dormirse comenzó a trabajar en su laptop.

Javier tomó el turno de 4 y media hasta las 6 am cuando ya todo estaba claro.

Mi abuela despertó pasadas las 5 am y fue a hacer café y pan casero para el desayuno.

Mi abuelo también se despertó temprano para ir a ordeñar su vaca.

Llego una hora más tarde pálido y con ganas de llorar fue lo que Sol me contó.

La cosa en venganza ataco el ganado y mato a dos becerros, la escena fue horrible y mi abuelo estaba muy dolido por sus becerros.

Sé que todo es por mi causa y sinceramente lo digo me arrepiento de haber venido.

Los extrañaba, claro muchísimo, desraba verlos, demasiado, pero no a este costo, mis vacaciones de ensueño se han convertido en mi más grande pesadilla.

Lloro en posición fetal deseando irme lo antes posible, pero según mi abuelo esa cosa me seguirá a donde vaya.

Imposible iré a otro continente pienso, pero luego medito en que cuando llegue no creía en nada y ahora estoy viviendo un infierno por mi incredulidad.

Quedarme en cama no consideró que sea lo mejor, así que hago un gran esfuerzo y me levanto, voy al baño y realizo mi higiene.

Con mucho cuidado me cambio por ropa cómoda que cubra mis piernas sin lastimarlas más.

Calzo mis pies con cuidado y una vez lista me encamino a la salida.

Encuentro a Sol saliendo de la habitación, aparentemente venía a revisarme.

Ali que haces fuera de la cama me regaña.

Sol no quiero estar más acostada ayúdame a bajar quiero ir al jardín necesito aire fresco, pues siento que me ahogo.

Sol me ayudo a bajar las escaleras fue todo un desafío, pues con cada escalón el dolor se intensifica.

Cuando estábamos en la mitad, tome un descanso, Javier llego y me tomo en brazos bagándome.

Quiero ir al jardín le dije y este asintió, llevándome al frente me sentó en el columpio mueble.

Quiero tomar mi desayuno aquí.

Tanto el cómo Sol asintieron.

Javier se quedó conmigo y Sol fue por mama.

Rato después llegaron mis padres con mi desayuno.

Sus rostros demostraba una profunda preocupación.

Les dediqué una sonrisa para aliviar sus corazones abatidos.

Mis padres sonrieron con pesar.

Saldremos de esta situación no pienso dejar de luchar, amo mi vida y tengo muchos sueños y metas por cumplir.

Que posibilidad de adelantar nuestro regreso pregunte deseando una respuesta positiva.

Papa dio un suspiro pesado.

Realice la llamada cariño, el próximo vuelo es el lunes en la tarde, por lo que pensaba que tal vez deberíamos irnos a Valera hasta el lunes temprano que viajemos a Caracas.

Papito sé que están preocupados yo también lo estoy, pero no creo que sea una buena idea, tu familia no es... Pensé que decir, muy comprensiva y tal vez todo esto sea demasiado, esa cosa me seguirá hasta allá y lo sabes.

Papa agachó la cabeza el tema de su familia le afecta bástate.

Tengo miedo cariño, confeso afligido.

Yo también papi, pero sé que no hay lugar más seguro que este, mi abuelo, Javier, Sol, la abuela, mama y tú van a cuidarme lo sé.

Quieres hacer algo especial hoy para calmar un poco los ánimos me dice mi madre tratando de animarme.

Por el momento quiero estar aquí mami, en el día no hay peligro.

Comencé a comer mi desayuno unas panquecas deliciosas, chocolate caliente y un poco de fruta picada.

Lía y Rosa llegaron después con un gran bolso de maquillaje, no tenía ganas de arreglarme, pero me dio pena ser descortés.

Me alisaron el cabello, me hicieron manicura, Mama me aplico un maquillaje sencillo.

Todas querían consentirme y agradecí profundamente sus esfuerzos.

Mi abuela quería que recemos un rosario y la verdad no tengo idea como se hace.

Abuela fui a misa y mira todo empeoro, yo paso, le dije para evitar hacer algo que no me nace.

Mama avergonzada habló con mi abuela.

Mi madre no es afín a ninguna religión y mi abuela la culpa de mi falta de amor al catolicismo.

La verdad tengo amigas cristianas que siempre me hablan de Jesús y a las cuales he acompañado a sus servicios.

Sol se sentó junto a mí en el columpio, su mirada demostraba cuan triste se encontraba.

Sol si le pides permiso a mis tíos y te vas con nosotros a España, ya tienes pasaporte.

Sol me miro con genuina emoción, no sé si acepten, pero le diré a mama, por mi padre no creo haya problemas pues ya sabes que él está en Estados Unidos.

Si es posible haces el trámite de tus documentos el lunes a primera hora, según papa el vuelo a Caracas es a las 10 am y a Madrid es en la tarde.

Hablaré ya mismo con mi madre, seguro acepta encantada, da pequeños brincos de felicidad lo que me hace sonreír.

Sol se fue emocionada y le envíe un mensaje a papa para que saliera.

Papa acudió a mi llamado en poco tiempo y cuando le comente mi propuesta a Sol, sonrió feliz y acepto solo si la madre dr ella le daba un permiso.

La madre de Sol acepto y vino a hablar con mi padre, estaba pasando por varios problemas y quería viajar a reunirse con mi tío, pero tenía temor de llevarse a Sol con ella.

Sol sufría de asma y no deseaba exponerla a la peligrosa selva del Darién.

Ella conocía a un buen abogado quien antes de mi tío partir les elaboro un documento notariado con la autorización de salcarla del país, el documento estaba firmado por ambos, eso era muy conveniente.

Esa misma mañana llamo a la directora del liceo donde Sol estudiaba, le explico todo y la directora hizo una excepción y le dijo que le tendría todos los documentos académicos el lunes temprano.

No cabía de felicidad y Sol estaba igual.

Sentía un pequeño destello de alegría y esperanza.

Estábamos haciendo muchos planes juntas y unos jóvenes se acercaron al portón.

Las chicas vestían faldas de jeans y los jóvenes llevaban biblias en sus manos.

Pedí a Sol abrir para dejarlos pasar, por una extraña razón sentía la necesidad de hablar con ellos.