El Imperio

—In un attimo ci siamo —

— Ya se lo he dicho Amore, debemos salir ahora no quiero arruinar la noche de los chicos. — El me da una mirada de arriba abajo y podemos notar en mi vestido varias manchas, ahora debo cambiarme.

Pero como estoy de con ánimo para seducir a mi esposo, escojo un modelito un poco más atrevido y rápidamente quitó las ondas de mi cabello, retoco mi maquillaje y estoy lista.

Una gran sonrisa es la que puedo ver en sus labios, cosa que me alegra mucho creo que algo de esto es lo que necesitamos así que hoy estoy decidida a pasar una noche maravillosa.

Máximo

La vi salir y ya quería arrancarle ese vestido nuevamente, me prende como a un colegial con cada cosa que se pone así que mejor nos vamos.

— Vieni amore mio.—

—Claro que si.— Llegamos y todo está maravilloso, la organización impecable, los periodistas nos atacan a preguntas y contestamos lo que podemos, ella como siempre camina con gracia a mi lado.

" Por Dios ella está hecha para estos momentos"

Después de ver a mi esposa moverse entre la gente y saludar a nuestros empleados y socios de lejos veo a Alessia Rinaldi, mi asistente y secretaria, va vestida muy guapa así que me acerco a ella con una copa de champagne en la mano.

— Ciao Bella.—

— ¿Como estás Máximo.?—

— Muy bien— ¿Y tú? — Ella está apunto de responder, pero su rostro cambia, me giro a donde ven sus ojos y me encuentro a Massim viéndome un poco despectivo.

— Ven Massim quiero presentarte Alessia, mi secretaria y próximamente la tuya o la de tu hermano.—

—Mucho gusto Massim.— Ella estira su mano pero mi hijo la ve y su cara no me gusta para nada deja su mano estirada, la ira y la vergüenza me invaden por completo.

— ¿Que estás haciendo, por que la grosería?—

— ¿Con esta mujer engañas a mi madre?—

—¿Que? — ¿Quien a dicho eso?—

— !No soy estúpido! —

— Discúlpeme pero eso no es así, por favor respeteme.—Se lo dice casi a punto de llorar, siento unas inmensas ganas de partirle la cara en ese momento a mi hijo, cuando depronto me toman por el brazo, giro de nuevo y es Maximiliano.

— No me parece ni la hora y menos el lugar para hablar de eso ya lo discutiremos después así que por favor padre respeta a mamma ella merece respeto.—

— Y usted " Perdere" La quiero lejos de nosotros en esta reunión.—

— ¿Que significa esto? — Exclamó en voz alta, llamando la atención de muchos entre ellos Bianca y Natalia, las cuales vienen en nuestra dirección en este momento, la primera en llegar en Bianca.

—¿Que pasa? —¿Por que los gritos? — ¿Señorita por que llora?— No pasa ni un segundo cuando Natalia se une a nosotros, mirando la escena con cara de pocos amigos.

— ¿Que pasa aquí? — ¿Por que lloras Alessia?—

— Tus hijos son unos zoticoni—

— ¿Te hicieron alguna grosería Alessia?—

— La pobre chica no es capaz de hablar. — ¿Acaso no lo vez?—

— No le hables así a mi madre.—

— Se callan de una vez y en la casa vamos a hablar los cuatro por ahora acompáñame Alessia.—

Natalia

Tomo a la chica y la llevo de el brazo a los baños, nos acomodamos en el sofá cuando le pregunto que pasó empieza a llorar sin poderse detener.

— Cálmate y toma aire, vas a dañar tu maquillaje, explícame por favor.—

— Sus hijos me acusan de engañarla con su esposo.—

— ¿Te lo han dicho?—Asiente con la cabeza y vuelve a llorar, yo trato de calmarla abrazándola, saco un paño húmedo con el que le ayudo a limpiar y retocar su maquillaje.—

— Vamos y no te separes de mi, esto lo arreglamos en casa más tarde, no te preocupes, aquí no podemos dar un espectáculo.— Salimos juntas de el baño y me encuentro con Massim; lo desconozco solo le lanzó una mirada asesina y sabe que no puede acercarse a la chica. La noche trascurre en una aparente calma, aún que podía notar las miradas de mis hijos hacia ella.

Máximo subió y dio su discurso informando que nuestros hijos estarían a cargo de varias de nuestras empresas más importantes, el discurso finalizó entre aplausos y abrazos.

Veo aparecer a Alessandro y a Mía, con una gran sonrisa se acercan a felicitar a Bianca, nosotras nos unimos luego, aprovecho y presento a mi acompañante y en un momento estoy rodeada de toda la familia.

Mis hijos se notan inquietos, Maximiliano me ve directamente a mi pero Massim no quita su mirada de ella.

Eso me molesta pero la cosa se pone peor aún cuando Alessandro me pregunta directamente.

— ¿Quien es la bella ragazza?—

— La secretaria de Máximo.—

— Jajajajajaja— ¿Ahora eres un tirano?— El solo pone sus manos arriba en señal de rendición Bianca y yo reímos, Maximiliano en su teléfono y Massim no quita el dedo del renglón.

—Parece que papà disfruta mucho de su compañía.—

— No más, vamos todos a la casa ahora mismo.—Empezamos a caminar y cuando estamos en el estacionamiento, lo escucho hablar nuevamente y juro que solo quiero darle un par de nalgadas.

—¿A donde vas tú? — Solo somos la familia.—Pero antes de que alguno pueda responder Alessandro se adelanta.

— ¿Cosa c'è che non va? —Massim no me parece que seas tan grosero, si tú mamma fue quien la invito a venir, yo que tú no sigo con esto.— El me mira directo y le ordenó subir conmigo y con Alessia, sube sin siquiera mirarla parece que definitivamente mis planes no se van a dar, me parecía la mujer ideal para Massim pero nunca lo había visto tan molesto.

Llegando a la sala, los cinco nos sentamos, porque Bianca se queda con su padre y su familia.

—¿Expliqueme ustedes dos de donde sacaron que Alessia es amante de su padre?—

— Mamma solo puedes ver la confianza que tienen,— ¿Además no lo viste? —El fue a ella con una copa.—

— ¿Y eso es prueba de que para que me acuses?—

—Los hemos visto discutir y a mi mamma llorar muchas veces últimamente, desde que esta mujer apareció.—

—Primero que todo se calman y dejan de sacar conclusiones sin conocer las causas, tenemos algunos problemas su padre y yo, los cuales les explicaré al volver de mi viaje.—

—Muy bien, nos podemos retirar.—

—No y me dejas termina señor engreído, segundo Alessia es tu nueva secretaria Massim, no te atrevas en ir en contra de mis órdenes y tercero se van a disculpar con ella, la van a hacer sentir como en casa porque esta noche se queda aquí.— Ellos muy sorprendidos asienten y a regañadientes se disculpan, no me puedo evitar sentir culpable por Alessia, me siento tan molesta con mis hijos pero debo pensar muy bien que voy a hacer.