En un mundo donde la magia y la mitología se entrelazan, "Círculos de Fuego: La Llama Eterna" narra la épica historia de un joven guardián, Elian, que descubre su destino en una antigua profecía. Su vida da un giro inesperado cuando encuentra un artefacto perdido que despierta una llama mística con un poder inimaginable. Esta llama, conocida como la Llama Eterna, tiene la capacidad de cambiar el destino del mundo, pero también atrae a fuerzas oscuras que desean controlarla.
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CAPITULO 11: El desafio de los titanes
Con la alianza fortalecida y los preparativos completados, Eldoria se encontraba en un estado de expectación tensa mientras se acercaba el desafío de los titanes. Elian, Lyra, Kael y el campeón lideraban la ciudad con determinación, conscientes de que la batalla que se avecinaba pondría a prueba no solo su fuerza física, sino también su resolución y unidad.
El oscuro señor había reunido a sus fuerzas en las sombras, preparando una invasión que amenazaba con sumir a Azuria en una era de oscuridad perpetua. En los días previos al enfrentamiento, el cielo se oscureció con nubes pesadas y el aire se llenó de una tensión palpable mientras Eldoria se preparaba para la batalla decisiva.
La noche antes del desafío, Elian se encontraba en el baluarte de la ciudad, observando las estrellas que brillaban débilmente a través de las nubes. El campeón se le unió, su silueta oscura recortada contra el cielo nocturno mientras contemplaba el horizonte donde las fuerzas del oscuro señor se congregaban en la oscuridad."Mañana será un día que definirá el destino de Azuria", murmuró Elian, su voz cargada de determinación y preocupación por el bienestar de su pueblo.
El campeón asintió solemnemente, su mirada fija en el campo de batalla que se extendía ante ellos. "Estamos preparados para enfrentar lo que sea que nos depare el oscuro señor", declaró con una calma que inspiraba confianza en su habilidad para enfrentar el desafío que se avecinaba.
En la madrugada, los tambores resonaron a través de Eldoria, llamando a los guerreros y ciudadanos a reunirse en las murallas de la ciudad. Las antorchas parpadeaban en la oscuridad mientras la ciudad entera se movilizaba para defender su hogar y libertad contra las fuerzas de la oscuridad.
Elian lideró a los defensores hacia las murallas, su corazón lleno de determinación y esperanza mientras observaba a sus compatriotas preparados para la batalla. Lyra, con su bastón de guardiana en mano, se puso al frente de los magos y hechiceros, listos para desatar el poder de la magia ancestral en defensa de Eldoria.
Kael, montado en su corcel blanco con armadura reluciente, dirigía a la caballería hacia el flanco derecho de la formación, su espada desenvainada y lista para enfrentar a cualquier enemigo que se atreviera a desafiar la ciudad. El campeón, con su armadura adornada con símbolos antiguos, se mantenía en el centro de la formación, radiando una calma que era contagiosa entre los guerreros reunidos.
El oscuro señor, acompañado por sus generales y fuerzas malignas, emergió de las sombras del bosque oscuro. Su presencia era una marea de oscuridad que parecía absorber la luz misma, su mirada llena de desprecio hacia Eldoria y sus valientes defensores."¡Hoy será el día de tu derrota final, Elian!", rugió el oscuro señor con una risa que helaba la sangre de aquellos que tenían el coraje de escucharla. "Mis titanes aplastarán tu resistencia y reclamarán esta tierra para siempre en la oscuridad."Elian no flaqueó ante la provocación del oscuro señor.
En cambio, levantó su espada en alto y gritó con voz clara y resonante: "¡Eldoria nunca caerá ante tus sombras, oscuro señor! ¡Hoy demostraremos nuestro valor y nuestra fuerza!"La batalla comenzó con un estruendo ensordecedor cuando las fuerzas de Eldoria y del oscuro señor chocaron en un choque de acero y magia. Los cielos resonaron con el choque de relámpagos mientras los magos de ambos lados desataban hechizos ancestrales que iluminaban la noche con explosiones de luz y fuego.
Los titanes del oscuro señor, enormes criaturas imbuidas de magia oscura y fuerza bruta, avanzaron con pasos que sacudían la tierra misma. Sin embargo, los guerreros de Eldoria, alimentados por la determinación y la unidad, se lanzaron valientemente contra estos monstruos antiguos, sus espadas y lanzas chocando contra la piel endurecida de los titanes.
Lyra canalizaba el poder de la profecía, invocando tormentas de fuego y relámpagos que consumían a los seguidores del oscuro señor con una furia elemental. Kael y su caballería cargaban contra las líneas enemigas, rompiendo su formación y sembrando el caos en sus filas.
El campeón, marcado por el fuego ancestral que ardía en su corazón, luchaba con una ferocidad y habilidad que dejaba a sus enemigos atónitos. Con cada golpe de su espada, con cada hechizo que conjuraba, parecía canalizar la fuerza y la determinación de todos aquellos que habían luchado y sacrificado por Eldoria a lo largo de los siglos.
La batalla rugía sin piedad a lo largo de horas interminables, cada momento una lucha desesperada por la supervivencia y la libertad. El oscuro señor, furioso por la resistencia obstinada de Eldoria, lanzó sus últimas reservas en un intento desesperado por romper las líneas de defensa de la ciudad.
Pero Eldoria no flaqueó. Con determinación inquebrantable y valentía indomable, los defensores mantuvieron su posición, resistiendo cada embestida y contraatacando con una ferocidad renovada. La luz del amanecer comenzaba a teñir el horizonte cuando finalmente, con un rugido triunfante, los guerreros de Eldoria hicieron retroceder a las fuerzas del oscuro señor hasta el bosque oscuro del cual habían emergido.
El oscuro señor, derrotado y humillado, se retiró con sus fuerzas dispersas y debilitadas. Eldoria, victoriosa pero no sin pérdidas, celebró la valentía y el sacrificio de aquellos que habían luchado en la batalla de los titanes. En el santuario, Elian y los líderes de los clanes honraron a los caídos y renovaron su compromiso de proteger a su ciudad y a su gente.
El campeón, marcado por la batalla pero con la esperanza brillando en sus ojos, se quedó en Eldoria para entrenar a una nueva generación de defensores y asegurar que la paz y la prosperidad perduraran en Azuria. Con el poder de la profecía cumplida y la luz brillando sobre una tierra liberada del yugo del oscuro señor, Eldoria se preparaba para un nuevo capítulo en su historia.