Renaciendo Como La Villana: Bianca

Por la mañana Bianca bajó a desayunar para posteriormente salir a recibir el local que su padre le habia regalado e ir pensando cual seria el negocio más rentable, así mismo saber cuantas personas podria contratar para que trabajen con ella.

Al llegar quedó fascinada con el enorme establecimiento que tenía frente a ella, era un edificio de cuatro pisos, con una fachada increíble, en el centro del mercado y ubicado en una zona muy concurrida, después de recorrer las instalaciones e ir imaginando para qué utilizaría cada nivel del edificio salió con rumbo a buscar una persona que pudiera pintar y adecuar un poco más el local para poner en marcha su emprendimiento, cuando hubo recorrido casi todos los lugares cerca del ducado encontró un hombre joven Sentado en una banca cerca a un local de muebles, este se encontraba llorando y tenía una expresión de desesperación, casi por instinto Bianca bajó del carruaje donde iba y se acercó al joven.

- ¿Se encuentra usted bien?, ¿ Puedo hacer algo por usted?

- Muchas gracias por detenerse y preguntarle a un plebeyo como yo si se encuentra bien, la mayoría de los nobles como usted nos tratan como basura solo por no tener dinero, pero si le soy sincero estoy desesperado, mi familia y yo estamos pasando por una crisis, hace poco me botaron de mi trabajo y soy el único sustento de mi hogar.

- ¿ Cuál era su trabajo?, ¿ A qué se dedicaba?.

- Trabajaba justo aquí, en el local de muebles, así al trabajo de carpintería y además pintaba los muebles, pero ahora no sé cómo viviremos mi esposa, mis dos hijos y yo, perdone usted que le esté quitando su tiempo mi lady, Creo que debo irme.

- Espere joven, yo justo estoy buscando una persona para trabajar conmigo, verá tengo en marcha un plan para abrir un negocio y necesito alguien que pinte y adecúe el lugar, si a usted le parece bien quisiera que trabajara para mí, ¿qué le parece?.

- ¿ Lo dice en serio mi lady?.

- Claro que sí, usted necesita trabajo y yo necesito a alguien que trabaje conmigo, ¿ qué me dice, acepta?.

- por supuesto señorita, muchas gracias.

- Excelente, pero dígame ¿cómo se llama?.

- Mis disculpas por no presentarme adecuadamente, mi nombre es John Hernández.

- mucho gusto sir John, Mi nombre es Bianca Castell.

Después de presentarse, Bianca le pidió a John que fuera con ella para que supiera cuál sería su lugar de trabajo y además para que pudiera decirle cómo quería los colores del negocio, al terminar de explicarle las cosas John salió a comprar las pinturas y los implementos que iba a necesitar para desempeñar la tarea que le encomendaron lo más pronto posible.

Mientras tanto Bianca se dirigió a donde Margaret Pérez, la modista que le ha confeccionado los vestidos últimamente, ya que le han gustado sus diseños y quiere que sea la encargada de realizar los vestidos que quiere vender en la boutique que está pensando abrir.

- Madam Margaret, ¿como le va?.

- Lady Bianca, qué sorpresa verla por acá, bienvenida.

- Gracias Madam, quisiera saber si puedo contar con sus servicios para que sea la encargada de confeccionar todas las prendas para mi boutique, Próximamente quisiera inaugurarla, pero quiero que sean diseños exclusivos, además de quisiera crear una marca para las prendas, ¿le gustaría trabajar conmigo para lograrlo?.

- Me toma por sorpresa lady, pero es una gran oferta y una oportunidad única, acepto encantada, me gustaría ser parte de su de su emprendimiento.

- Sabía que podía contar con usted para esto, la espero en mi casa en cuanto pueda para comenzar a diseñar los bocetos para este proyecto, hasta luego.

Bianca salió sonriente, todos sus planes están yendo como ella quiere y pronto será una persona reconocida, mientras caminaba imaginaba el berrinche que debe que debe estar haciendo Anika desde el momento en que sus amigas debieron contarle lo que pasó en la fiesta.

Cuando llegó a su casa, las doncellas le dijeron que el mensajero acababa de llegar y la estaba esperando en la sala, sin perder tiempo se dirigió allí de inmediato, al estar en la sala el mensajero después de hacerle una pequeña reverencia le entregó un sobre sellado que iba dirigido a ella, Bianca se apresuró a leerlo, la carta decía:

" Querida Bianca,

me alegra saber que tu salud es buena y gozas de buena salud, recibí tu carta, puedes contar con mi ayuda e incluso con mis influencias en la sociedad, debo postergar mi viaje un par de días, aproximadamente en una semana estaré llegando al ducado, espero poder ser de ayuda en tu venganza.

Con cariño, tu entrañable amiga

Lía Rosetti."