Contrato Sellado

Después de eso se dirigieron a la casa del abuelo, en el camino ambos iban callados, esa tranquilidad iba bien con ambos. Al llegar los recibió el mayordomo y los guío al comedor. La casa era grande y bonita, de hecho muy lujosa.

El comedor era muy espacioso también, Saori ya se había olvidado de todas estas excentricidades por ello estaba abrumada por todo. Ren se dió cuenta de esto, y la tomó de la mano, ella lo miro y dudo un poco, era algo incómodo pero tenía que acostumbrarse a esto sería algo que haría por el resto de su vida, pensando así ella se sonrojo.

Llegando al comedor ahí estaba su abuelo, al verlos sonrió.

- Bienvenidos, tomen asiento. Espero que les agrade la cena.-

- Muchas gracias.-

- Saori es mi abuelo, Ootani Renzo.-

- [Saori se levanto y lo saludo] Mucho gusto señor.-

- Jajaja, no tienes por qué ser tan educada, seremos familia muy pronto, llámame abuelo.-

Ren y Saori se sorprendieron por lo que dijo el abuelo. Pero Saori solo asíntio y se volvió a sentar. Los tres comieron y platicaron de varias cosas triviales y de la boda que estaba por venir.

Al terminar pasaron a la sala a sentarse. Le sirvieron té y algunos bocadillos, Saori estaba encantada por lo que veía, regularmente no podía darse esos gustos y las cosas dulces le encantaban.

- Pequeña Saori por qué no te quedas aquí , mañana será el compromiso y es mejor si te quedas aquí.-

Saori se atragantó con lo que estaba comiendo y no esperaba esa invitación.

- Eh! Ah! Mmm...bueno, eso es... -

- El abuelo tiene razón, quédate aquí y mañana traeré todo lo necesario para ti.-

- Yo, eso es mucha molestia.-

- Jajaja, por qué sería molestia, pronto serás parte de la familia, eso es lo que quiero. No te fijes en nada y acepta.-

Parecía que el abuelo sería necio con su propuesta. A Saori se le hizo complicado, hace mucho que no tenía este trato tan cálido. Aunque no fue tanto tiempo, siempre era cálido con personas con las cuales no comparte sangre. Pero entre más cerca este de la familia Ootani mejor sería para ella.

- Está bien, gracias abuelo.-

Dijo con una sonrisa, esta respuesta sorprendió a ambos, pero el abuelo termino contento.

- Vaya, me alegra que tomes las cosas rápido. Espero que Ren y tú tengan un excelente matrimonio. Jajaja!!. -

Ante esa respuesta ella solo se sonrojo y agachó la cabeza, aún era difícil aceptar el matrimonio y lo que conlleva pero tenía un objetivo y seguiría hasta el final.

Le prepararon una habitación, Ren la guío hasta ahí, era grande y espaciosa.

- Vaya es realmente muy grande.-

- Por supuesto mi abuelo preparo la mejor habitación para ti.-

- Eh!, Enserio, que considerado. Le agradeceré después.-

Ren la miro fijamente. Y se acercó a ella tomándola de la cintura, reglamente le gustaba hacer eso.

- Y a mi cuando me agradeceras?.-

- Hmmm... y por qué habría que hacerlo?.-

Le dijo colocando sus manos detrás de su cuello. Eso estremeció a Ren pero no lo demostró, simplemente sonrió y se acercó a ella.

- He sido tan bueno contigo que no puedo recibir un agradecimiento?.-

Saori no supo que decir, no es que tuviera experiencia simplemente actuaba como ciertos programas que miraba o novelas que leía, ella no sabía realmente actuar coqueta. Sólo imitaba y como ya no sabía que hacer se quedo pasmada.

Tenía una clara idea de lo que debía hacer pero no sé atrevía a hacerlo. Lo miró y el le devolvió la mirada, después sonrió esa maldita sonrisa cautivadora, estaba segura que cualquiera caería por esa sonrisa. En ese momento tuvo un pensamiento muy acertado, tenía que igualar esa sonrisa si quería conseguir algunas cosas.

Pero la sacaron de sus pensamientos cuando Ren la beso. El ni dudo ni siquiera espero nada, el tomo sus labios y fue intensificando el beso, estaba quedándose sin aliento y el no paraba, hasta que metió su lengua eso no lo esperaba cerro los ojos fuertemente, lo empujó pero el más apretó sus cuerpos juntos. El ambiente comenzó a calentarse, Saori lo tomo de la ropa , se estaba perdiendo en el deseo. Entonces se separaron, apenas si podían respirar, ella estaba agitada y completamente roja, apenas y se podía mantener de pie y coherente.

Estaba avergonzada también, no podía creer como se sentía, ella quería continuar eso era lo que quería pero no podía aceptarlo. El deseo es algo peligroso.

Ren también estaba acalorado pero se mantuvo tranquilo y paciente.

- Será todo por ahora, cariño ~. Buenas noches te veo mañana.-

Dijo eso dándole un beso en la frente y salió de la habitación. Saori se quedo ahí perdida en sus pensamientos.

A la mañana siguiente los toques de la puerta la despertaron, estaba cansada y no pudo dormir bien.

Se levantó de la cama, fue a ponerse un suéter cuando la puerta se abrió.

- Buenos días cariño~, vine por ti para que bajemos a desayunar.-

- Ah!, No sabes esperar. Iré después.-

- Lo lamento pero tendrá que ser ahora, muchos de mis parientes ya llegaron.-

- Qué?. -

- Si, así que andando. -

Dijo eso agarrando su brazo y guiandola a la puerta.

- No espera, estoy en pijama.-

- Está bien así estás hermosa.-

Esa frase dejo a Saori con la boca abierta , Ren sólo se limito a sonreír y caminar, cuando ella reaccionó ya estaban entrando en el comedor. Al entrar el ambiente era pesado, ella lo pudo sentir, todas esas miradas juzgando, claro que recordaba esa sensación. Su cuerpo se tenso y su mirada se volvió fría al igual que Ren. Después de observar a todos los presentes en el comedor cambio su postura, su cambio fue inconsciente pues ya anteriormente estaba acostumbrada a este ambiente, pero al parecer esto iba a ser diferente. Tomo el brazo de Ren y sonrió ligeramente. Eso causó una mala sensación en todos los presentes, bueno casi todos.

El abuelo fue el que hablo.

- Te estába esperando pequeña Saori ven a sentarte.-

- Gracias abuelo, comeré algo contigo.-

Todos se sorprendieron por como llamaba a la cabeza de familia pero nadie dijo nada. Saori y Ren se sentaron junto a Renzo y algunos estaban molestos pero como siempre no podían decir nada, siempre que se trataba de Ren, era muy difícil decir algo porque Renzo se molestaba mucho.

Tuvieron una comida tranquila pues nadie decia nada, fue hasta que trajeron el té del abuelo que el hablo.

- Pequeña Saori ya todo está listo para la fiesta de compromiso. El pequeño Ren también ya tiene listo todo o eso es lo que dijo. Así que ve a relajarte en lo que empieza todo.-

- Gracias abuelo, entonces estaré en mi cuarto hasta la hora de la fiesta.-

Se levantó y se fue, realmente estaba cansada, llego a la habitación y se recostó, tantas cosas están pasando que se siente muy tensa, de hecho desde que su padre fue a buscarla no ha podido dormir bien.