Seré Tu Esposa... El 30 De Febrero

Damon

La conocí cuando aún era una niña comparado conmigo que tenía más de veinte años y me cautivó su belleza, no podía dejar de mirarla.

Ella hablaba con mi hermano, sonreía para él mientras que a mí me veía con temor, siempre provoqué eso en la gente y nunca me molestó tanto como en aquel momento.

Intenté no volverla a ver porque la deseaba aún sabiendo que no era más que una niña para mí. Me sentía enfermo con tal solo verla cerca de mi hermano.

Averigüé de ella, siempre desde lejos tenía alguien siguiéndola, cuidando sus pasos y diciéndome lo que hacía. Estaba enfermo, obsesionado y supe que sería mía a como diera lugar.

Me extrañó que no tuviera amigos siendo ella tan simpática pero así era. Nadie solía acercarse demasiado y aunque me agradaba eso sabía que no era normal.

Escuché una conversación ajena que involucraba a sus padres. Me interesó saber de qué trataba y lo supe: había un matrimonio pactado hacia ya años y se llevaría a cabo cuando fuera mayor de edad con mi hermano lo cual era comprensible porque se llevaban apenas unos pocos años.

Intenté mantener la calma, aún quedaban años para aquello. Vería de que modo poner las cosas a mi favor.

Mi hermano fue creciendo y metiéndose en problemas, siempre uno nuevo, peleas, drogas, mujeres; mientras que yo trabajaba y salía con alguna que otra mujer solo para satisfacer mis necesidades

Faltaba menos de un año para que él matrimonio ocurriera y yo no sabía cómo evitarlo aún. Mis padres creían que John si se casaba se volvería serio y responsable y enderezaría su camino.

Una modelo con quién John se acostaba frecuentemente quedó embarazada, la excusa perfecta para tomar su lugar, primero debía hablar con él.

-Debemos hablar- entré en su habitación sin tocar y muy serio

-Tu dirás

-Hace años escuché que había un matrimonio arreglado con la hija de los Jackson

-¿Con quién?

-Contigo

-No quiero casarme pero al menos mi futura esposa está buena

-No te casarás con ella, lo haré yo

-¿Por qué harías eso?

-No te importa, solo debes negarte a ese matrimonio a como de lugar porque de lo contrario todos sabrán de tus negocios o de la modelito que tienes embarazada

Él palideció porque sabía que hablaba en serio, problema resuelto.

Mis padres nos reunieron para comunicarnos la noticia y gracias a mi chantaje fui yo el elegido. Había una cena ya planeada para los próximos días donde ella se enteraría de la situación que se avecinaba.

Cuando anunciaron la boda ella se negó, aunque miró a mi hermano y preguntó si era él su futuro esposo, pude ver qué eso por un momento la alegró, pero cuando supo que eso no ocurriría y sería conmigo con quién se casaría perdió los modales y la compostura que aún guardaba.

Me encantó verla así de decidida, imponente, aunque su serenidad y su apariencia de ángel también me tenían cautivado. Moría por saber que más escondía mi futura esposa.

La amenacé, no tuve alternativa. La acorrale y contuve mis ganas de besarla. Sabía que no podría negarse porque sus padres dejarían de pagar su estudio y aunque no necesitaba el dinero de ellos simplemente podrían quitarla de la universidad.

Se que me odia, que me teme y la incomodo pero no me importa, aún así será mía, no tiene más opción. De todos modos estará mejor conmigo y no con John, no lo conoce pero él es quien guarda bastantes secretos y se que a su lado estaría en peligro; conmigo estará a salvo y protegida.

El día de la boda estaba muy feliz porque al fin sería mía. Elegí vestirme de blanco ya que imaginaba a mi pequeño ángel luciendo de ese color, sinónimo de pureza y perfección, tan delicada como es naturalmente. Pero cuando la melodía comenzó a sonar anunciando su presencia escuché la gente que estaba presente y entonces la ví.

Estaba vestida de negro completamente, sonriendo, luciendo retadora. Me decepcionó mucho aunque aún así se veía magnífica. Mi mujer tenía carácter, sería más agradable aún estar con ella, lo haría más divertido.

Su sonrisa desapareció cuando me acerque para besarla. Me odia, no le gusta tenerme cerca ni que la toque pero tendrá que acostumbrarse. Ella es mía y jamás le daré el divorcio. Tendré que ganarme su confianza, su corazón, su alma si es preciso pero no la dejaré ir de mi lado.