Talia una mujer de veinticinco años, ha estado profundamente enamorada de Rafael, un compañero trabajo quien desde sus comienzos allí, ha mostrado ser su caballero de brillante armadura, su amor llego a ser tan grande que incluso era demasiado obvia al respecto, llegando a despertar la curiosidad de su mejor amiga Selene, quien también pertenecía a la misma empresa y área de trabajo. Selene, en su condición como amiga de ambos comenzó a ayudarla en su objetivo de poder conquistar al hombre y llegar a declararle su amor. Todo su amor se transformó en un completo dolor, un año después, luego de ver a su amiga Selene de la mano de Rafael, anunciando su noviazgo, dolida y despechada, acepta la invitación de unos amigos a ir a un casino, Ahora para terminar de arruinar su vida, su libertad ya no le pertenecía, luego de esa noche de copas, despertó en una habitación de un hotel marcada por un ALpha.
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Capitulo 2: La gran amistad que nos une
Talia es una mujer Omega de veinticinco años, nacida en el seno de una familia muy unida, cuidada y protegida por todos a su alrededor, siempre considero que no podía tener mejor vida que la que ya tenía, a pesar de ser económicamente de la clase media baja, era feliz con todo lo que tenía. Aunque había algo que anhelaba con todas sus ansias, y eso era poder estar con el hombre al que amaba, el nombre de ese hombre era Rafael, alto, de buen físico, amable con todos en la oficina, atento y cariñoso, era el tipo ideal para ella, además él no tenía pareja alguna, así que podía tener alguna oportunidad de conquistarlo. Desde que comenzó a trabajar en la oficina y lo pudo conocer, se podría decir que fue amor a primera vista, por sus actitudes cualquiera podría llegar a pensar que es un Alpha, pero en realidad él es un Beta, volviéndolo más impresionante ante los ojos de Talia, ya que el hombre podía convivir, llevar una conversación e incluso equipararse con los Alphas que trabajaban en la empresa, era como si para ese hombre no existiera una jerarquía de subgéneros. Verlo todos los días, hablar con él y poder sonreír a su lado, era todo un deleite, pero ella era demasiado cobarde como para expresarle sus sentimientos.
- Amiga, ¿Qué te sucede? – le pregunta Selena, su mejor amiga desde la universidad, ambas eran las únicas Omegas en el aula, así que se apoyaron mutuamente, hasta que terminaron la carrera juntas e ingresaron a trabajar en la misma empresa al mismo tiempo, eran casi como hermanas.
- ¿Qué? – responde atontada.
- Llevas rato viendo de forma tonta a Rafael – le dice, se encontraban en el comedor, sentadas una frente a la otra, pero Talia no dejaba de mirar a la mesa de enfrente, donde se encontraba sentado el supervisor de área.
- ¿Yo? – dice tratando de disimular – no, para nada lo estaba viendo, ¿Quién dijo que lo veía? – sonríe nerviosa – lo que pasa es que olvide entregarle unos reportes hoy en la mañana y debo hacerlo luego de que terminemos de comer – “Dios, ¿lo estaba viendo tanto como para que Selena se percatara?, ¿Qué tal si él también se dio cuenta?”
- Amiga, a ti ¿te gusta el supervisor Rafael? –le dice riendo
- N….no – le dice nerviosa, mientras el calor subía por sus mejillas - ¿Qué te hace preguntar tal cosa? – le dice
- Tus reacciones – ríe – eres demasiado obvia Talia, se puede notar a veinte kilómetros que te mueres por ese hombre – sonríe y la mira
- ¿De verdad, soy tan obvia? – le dice preocupada de verse ridícula.
- Si, amiga – le responde – eres muy obvia, cualquiera que te prestara dos minutos de atención podría darse cuenta de inmediato.
- ¡Oh, por Dios! – dice alarmada - ¿Qué tal si él ya se dio cuenta?, ¿Qué cara debería poner?, ¿Cómo lo veré desde ahora? – quería desaparecer, ser invisible.
- Cálmate, señorita nervios – le dice riendo al ver las expresiones de Talia - ese hombre es un Nerd total, solo está concentrado en el trabajo y en el equipo – le dice mirándolo – no se percataría de tus sentimientos, aunque lo golpearas con ellos – sonríe – aunque viéndolo bien, no es mal parecido, tiene un muy buen físico e imagino que debajo de esa camisa abotonada hay un cuerpo esbelto – lo miraba con detenimiento, su camisa se ajustaba perfectamente a su figura, brindando una vista clara de lo que podrías conseguir luego de quitarla – es lindo, no se puede negar – hace una pausa y mira a Talia – Lo único que veo malo en ese hombre es que es un simple Beta – le dice mientras come - ¿te sentirías bien de esa forma? – la mira – ni siquiera puede sentir tus feromonas, además tus ciclos de calor serán más intensos sin la ayuda de un Alpha, ¿crees que él pueda seguir ese ritmo? – le dice mostrando preocupación – demás, dicen que no se siente de la misma forma hacerlo con un Beta que con un Alpha.
- No creo que eso llegue a ser un problema – le dice apenada por la conversación – mi ciclo es estable y ahora con los supresores es más fácil de controlar – mira hacia el hombre, quien seguía distraído comiendo y leyendo unos documentos – y con respecto a la sensación, pienso que el tema de Alphas y Omegas no es más que simple atracción sexual – se sonroja y mira hacia abajo, lo estaba mirando demasiado de nuevo – yo quiero algo más sentimental – mira a Selena apenada.
- Vaya, de verdad que estás enamorada amiga – ríe y la mira – muy bien, te ayudare – le dice sonriendo
- ¿Qué? – dice sorprendida - ¿me ayudaras de verdad?, ¿Cómo?
- Si – le dice – te ayudare a conquistar a ese hombre, en poco tiempo lo veras rendido a tus pies, ya lo veras - sonríe
- No sé cómo pretendes lograrlo, pero muchas gracias – dice riendo, consiguiendo relajarse un poco de la conversación.
- Allí va otra víctima – dice Selena de improvisto, llegando a sus puestos de trabajo después de almorzar.
- ¿Qué?, ¿a qué te refieres? – le dice viendo de que se trataba.
- Allá, mira – le dice señalando al Gerente General sonriéndole a una mujer mientras salían de la oficina.
- Oh – dice viendo la escena – no entiendo como siempre tiene una diferente, además ¿Cómo no se pueden dar cuenta de que es un manipulador? – Maximiliano Hillcen, el Gerente de la empresa, un hombre alto y apuesto, demasiado para su edad, conocido por sus múltiples romances, quienes siempre terminan con los corazones rotos de las mujeres que creen poder cambiarlo, hombres como ese eran lo opuesto a lo que Talia buscaba.
- Pues, manipulador o no yo quisiera ser una de su lista – dice Selena riendo – Alphas como ese se consiguen muy poco – ríe – no me importaría montarlo y dejar que me rompa el corazón, y otras cosas – ríe
- ¡Selena! – le grita Talia apenada por el comentario.
- Bueno, ya – dice poniéndose seria – vamos a trabajar, más tarde veremos cómo solucionar tu dilema – le guiña un ojo.
A partir de ese momento Selena comenzó a ayudar a Talia en su proyecto romántico, iban de compras buscando prendas que la hicieran lucir más bonita y que llamaran la atención del hombre, cambio su estilo de peinarse, maquillaje, incluso su perfume. Luego de un tiempo y de que nada de eso llamara su atención, a Selena se le ocurrió proponer reuniones de compañeros casi todos los fines de semana, buscando un pretexto para que pudiera conversar con Rafael y acercarlos, estuvieron de esa forma durante tres meses hasta que tuvieron la suficiente confianza como para poder salir solo los tres, como un grupo de amigos quienes salían a beber y platicar, Selena los dejaba solos de momentos para que pudieran conocerse mejor, Talia podía sentir que estaba teniendo un avance, quizás el poder estar juntos no era tan imposible como ella lo creía, y todo eso era gracias a su gran amiga Selena, de no haber sido por ella, aun seguirían teniendo conversaciones simples de trabajo, dentro de las oficinas, ya había transcurrido todo un año así que Talia ya se sentía con la suficiente confianza como para poder encararlo y decirle abiertamente sus sentimientos, además de que el hombre había cambiado su actitud con ella, mirándola de forma mas cariñosa y siendo mucho más atento, tal vez, él también sienta lo mismo y llegue a aceptarla.