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Eres Mi Compañera De Clase, No Mi Madre. Pero Por Favor No Te Apartes De Mi Lado

Eres Mi Compañera De Clase, No Mi Madre. Pero Por Favor No Te Apartes De Mi Lado

Status: En proceso
Genre:Escuela / Romance / Amor a primera vista / Apoyo mutuo / Colegial dulce amor
Popularitas:6.3k
Nilai: 5
nombre de autor: dAmh

Trata sobre la historia de Ryuu Itsuki un chico de 15 años que este nació con un problema de incontinencia, lo que lo ha obligado a usar pañales desde que tiene memoria. Tras la muerte de sus padres cuando tenía 10 este fue acogido por la mejor amiga de su padre y ahora profesora Ryuu Hina y su hija y ahora hermanastra Ryuu Yume. Pero por demasiado trabajo Hina no puede estar al pendiente de Itsuki y Yume tampoco por su equipo de atletismo, así que Hina decide contratarle una niñera, quien pase tiempo con el mientras ellas regresan, esta chica es una hermosa chica de cabello blanco llamada Sarahina Yuki. Este queda enamorado de ella, pero sigue cerrado a que no quiere una niñera, dejando en claro que e su compañera de clase, no su madre para que lo este tratando como a un niño pequeño. ¿Qué le espera a Itsuki, ante este giro brusco en su vida?

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capitulo 2: salida sorpresa.

Después de la escena del baño, Itsuki y Yuki se dirigieron a la habitación de Itsuki para encontrar una nueva vestimenta. Sin embargo, se toparon con un problema: Itsuki solo tenía un cambio de pañal disponible.

Yuki, siempre práctica, notó la situación y decidió que era hora de una rápida expedición al supermercado.

Yuki organiza las cosas mientras comenta:

Yuki: Necesitamos un paquete nuevo de pañales, Itsuki-kun. No podemos quedarnos sin reservas, ¿verdad?

Durante el cambio, Yuki, decidida a abordar el tema directamente, preguntó con una sonrisa amistosa.

Yuki: ¿Crees que podrás pasar un tiempo en el supermercado sin necesitar un cambio?

Itsuki, intentando sonar seguro, asintió afirmativamente.

Itsuki: Soy un chico grande, no hay necesidad de preocuparse por eso.

A pesar de sus palabras, Itsuki notó la ironía de la situación y se ruborizó, sintiendo la incomodidad de sus propias palabras.

Yuki, comprendiendo la vergüenza de Itsuki, decidió aligerar la situación con humor.

Yuki: Bueno, incluso los chicos grandes pueden necesitar pañales de vez en cuando. No te preocupes, lo manejaré con total discreción.

Esto provocó una risa nerviosa en Itsuki. Entre risas y complicidad, ambos se dirigieron hacia el supermercado, preparados para enfrentar cualquier desafío que la noche les presentara.

Itsuki y Yuki exploraron el pasillo de pañales en el supermercado, enfrentándose a una sorprendente variedad de opciones.

Yuki, en un intento de recordar la marca específica que Itsuki usaba, se sumió en pensamientos concentrados, pero la memoria parecía eludirla.

Yuki, frunciendo el ceño, murmura para sí misma:

Yuki: ¿Cuál era la marca que solía llevar Itsuki-kun? Ah, esto es más complicado de lo que pensé.

Después de un rato, Yuki, notando la expresión igualmente confundida de Itsuki, decidió preguntar.

Yuki: Itsuki-kun, ¿recuerdas el nombre de la marca que usas?

Pero para su sorpresa, Itsuki también estaba perdido en sus pensamientos.

Itsuki: Uh, bueno, no estoy seguro... No lo he tenido que recordar en mucho tiempo.

Ante la situación, Yuki, con una risa juguetona, decidió tomar la iniciativa.

Agarró el pantalón de Itsuki y tiró de él hacia ella. En ese instante, encontró la marca de pañales, pero para su sorpresa, Itsuki había mojado su pañal.

El pasillo del supermercado se volvió el escenario inesperado de un pequeño conflicto entre Itsuki y Yuki. La expresión molesta en el rostro de Yuki no pasó desapercibida mientras miraba a Itsuki con cierto reproche.

Yuki: ¿Por qué no me avisaste que necesitas un cambio? ¿Desde cuándo mojaste el pañal? ¿Por qué no me lo dijiste antes?

Itsuki, con una sonrisa nerviosa, intentó restar importancia al asunto:

Itsuki: Ah, desde que entramos. Pero no pensé que era tan importante decirlo.

La respuesta de Itsuki solo sirvió para intensificar la molestia de Yuki. Cruzó los brazos y, con un tono más serio, le hizo saber la gravedad del asunto:

Yuki: Itsuki-kun, necesitas comunicarme estas cosas. No puedo cuidarte adecuadamente si no compartes lo que necesitas. Esto no es solo por tu comodidad, sino también por tu salud.

Itsuki, sintiendo el peso de la situación, bajó la mirada y asintió tímidamente. Antes de que pudiera disculparse, el niño de 5 años, como un pequeño juez de la situación, señaló a Itsuki con entusiasmo.

Niño: ¡Mamá, ese chico aún usa pañales!

Yuki, sorprendida pero sin perder su encanto, le respondió al niño con una mezcla de diversión y complicidad:

Yuki: ¡Parece que has descubierto un secreto! ¡Eres un detective muy astuto!

Itsuki, sintiéndose en medio de un enredo cómico, intentó esbozar una sonrisa, pero la situación no dejaba de ser embarazosa. La madre del niño, notando la incomodidad de Itsuki, se apresuró a disculparse:

Madre: Lo siento mucho. Mi hijo es muy directo a veces. Vamos, cariño, pidamos perdón.

La escena concluyó con la madre llevándose al niño del pasillo, dejando a Itsuki con una mezcla de vergüenza y risas nerviosas. Yuki, por otro lado, no pudo contener una risa suave y decidida:

Yuki: Itsuki-kun, parece que nuestra primera expedición al supermercado fue más emocionante de lo esperado. Pero no te preocupes, ¡lo manejaste bastante bien!

Hina dejó caer sus pertenencias en la entrada y se dirigió hacia la sala, encontrando a Yume inmersa en una conversación telefónica.

La madre decidió no interrumpirla de inmediato, permitiéndole concluir su llamada. Sin embargo, la emoción de compartir una noticia intrigante la hizo incapaz de esperar demasiado.

Hina: Buenas noches, Yume. Mi día fue agitado, pero sucedió algo interesante. Itsuki está con una chica.

La declaración provocó una reacción instantánea en Yume, quien dejó a un lado su teléfono y se puso de pie con expresión atenta, revelando su esbelta figura atlética.

Yume: ¿Qué? ¿Con quién? ¿Cómo sucedió?

Hina, consciente de que la noticia podría malinterpretarse, se apresuró a ofrecer explicaciones antes de que la imaginación de Yume volara demasiado lejos.

Hina: No te preocupes, no es lo que piensas. Le conseguí una niñera a Itsuki.

El rostro de Yume mostró un claro alivio, pero su curiosidad persistió.

Ambas se sentaron en la sala, listas para un intercambio de detalles.

Hina compartió los motivos detrás de su decisión, señalando cómo, entre sus compromisos laborales y las responsabilidades en el equipo de atletismo, se dieron cuenta de que Itsuki estaba quedando desatendido.

Hina: Durante los últimos 5 años, ninguna de nosotras ha dedicado el tiempo necesario a Itsuki. Así que decidí conseguirle a alguien que pueda cuidarlo cuando no estemos en casa.

La revelación dejó a Yume en un estado de reflexión profunda. La idea de que su hermano hubiera pasado desapercibido durante tanto tiempo la hizo reflexionar sobre su propia participación en su vida. La mirada de Hina indicaba que esta decisión iba más allá de asegurarle a Itsuki compañía mientras estaban fuera; tenía un propósito más profundo y significativo.

Hina se levantó del sofá con un suspiro cansado, dirigiéndose hacia la cocina para preparar la cena. Mientras tanto, Yume quedó sumida en sus propios pensamientos, una mezcla de reflexión y nostalgia por el hermanastro al que, según su madre, no habían prestado suficiente atención.

La frase resonaba en la mente de Yume mientras recordaba a Itsuki con una sonrisa en el rostro: "Nee san". Un susurro escapó de sus labios mientras sus ojos se perdían en la distancia, sumergida en la añoranza de los momentos que podrían haber compartido.

Yume: Siempre quise darte más atención.

Sin embargo, su pensamiento fue interrumpido por la voz de Hina desde la cocina.

La noticia sobre Itsuki y la decisión de conseguirle una niñera había dejado una huella en Yume.

pero este momento es interrumpido por su madre tras ver la llegada de Itsuki y Yuki a los apartamentos ahora, mostrando una vez másla falta de atención que no le daban a su hermanastro, pues su madre se dio cuenta del paquete de pañales que traía Yuki en la mano quien de inmediato se dieron cuenta que era de Itsuki parecía ser otro indicio de la atención que a veces le faltaba.

Hina: No puede ser, se me olvidó comprar más pañales para Itsuki, pero parece que elegí bien a la persona para estar al tanto de él. dice Hina sintiéndose aliviada y orgullosa de su gran hallazgo.

La observación de su madre resonó en Yume, recordándole que, aunque ella quería dar más atención a Itsuki, la realidad era que, a menudo, lo pasaban por alto.

Una sensación de melancolía se instaló en la habitación mientras el peso de la responsabilidad caía sobre los hombros de Yume, quien se quedó contemplando el vacío por un momento.

Itsuki y Yuki regresaron del supermercado, llevando consigo no solo las bolsas de compras, sino también las risas y complicidad compartida en el pasillo de pañales.

Al entrar al apartamento, fueron recibidos por Hina, quien esperaba con una expresión curiosa.

Hina: ¿Cómo les fue en el supermercado?

Yuki, con una sonrisa, comenzó a relatar cada detalle cómico y divertido de la expedición al supermercado, haciendo que Hina se uniera a las risas.

Itsuki, mientras tanto, permanecía en silencio, debido a la mirada de pocos amigos de su hermana que no pasó desapercibido por Itsuki, quien observaba desde la distancia.

Yume, con tono burlón, se acercó a Itsuki:

Yume: ¿Cómo fue tu emocionante aventura de compras con la niñera?

Itsuki, evasivo, intentó desviar la atención:

Itsuki: No fue gran cosa, solo compras normales.

Yume, disfrutando del momento, continuó provocándolo:

Yume: Vamos, Itsuki, no seas tímido. Sé que algo más pasó.

Itsuki, incómodo, decidió evadir la conversación y se retiró a su habitación. Yume, entre risas, no pudo evitar seguir molestando desde lejos.

Después de un rato, Itsuki decidió salir al balcón, buscando un momento de paz bajo el manto estrellado de la noche.

Para su sorpresa, Yuki estaba allí también, disfrutando de la vista.

Itsuki: Parece que vivimos bastante cerca.

Yuki: Sí, parece que sí. ¿Te gusta la noche?

Itsuki, mirando las estrellas, asintió:

Itsuki: Siempre me ha gustado. Es relajante.

Yuki: A mí también. Espero que podamos pasar más tiempo juntos.

Los dos se quedaron allí, sumidos en sus pensamientos bajo la noche estrellada.

El destino había tejido un encuentro inesperado entre ellos, dejando en el aire la promesa de nuevas experiencias y conexiones en el futuro.

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Areli Gutierrez
👌👌
Daniela Eirin
me encanta tu libro
•ʟɪᴢᴢ
No sé cómo voy a esperar hasta que actualices la siguiente parte. ¡Actualiza pronto! 😩
david andres: Muchas gracias por el apoyo, si tiene curiosidades, preguntas o sugerencias para la obra estoy abierto de leer cada unos de sus comentarios
total 1 replies
lyPoppy
Me siento completamente enganchada a tu historia, ¡por favor no me hagas esperar mucho más! 🙏🏻
david andres: muchas gracias por su apoyo, no olvides seguirme para estar más al tanto de la novela.
total 1 replies
run away.┲﹊
No puedo esperar para ver qué más tienes guardado para tus lectores 🌟😍
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