En los misteriosos bosques del Imperio de Thaloria, Zaida despierta en un carruaje, sin memoria y rodeada de desconocidos. Pronto se encuentra en medio de una lucha por la libertad liderada por la valiente princesa Ariadne y sus caballeros.
Pero su destino toma un giro inesperado cuando Zaida encuentra un misterioso collar y libera a Anika, una poderosa bestia divina encerrada en su interior. A medida que la relación entre Zaida y Anika se desarrolla, enfrentarán desafíos y complicaciones, mientras Anika se convierte en una fiel sirviente de Zaida.
Mientras descubre oscuros secretos y poderes ocultos, Zaida atrae la atención de varios príncipes del reino, cada uno con sus propios intereses y motivaciones.
Nota: está es una historia que salió de mi cabeza xd, pero probablemente sufra modificaciones, aún cuando ya esté publicado (es que soy mujer y no sé lo que quiero jajaja) que la disfruten :)
Extra: Contiene imagenes para una mejor imaginación :3
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PROLOGO
Hace siglos, en un mundo donde reinaba la paz y la armonía, coexistían dos prósperos territorios: el Imperio de Havelar, un lugar de paz y armonía entre las personas, y el Reino de Ondor, dónde habitaban bestias divinas con apariencia humana.
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Estos dos reinos compartían ideales y una relación amistosa, pero un fatídico malentendido envuelto en sombras y misterio los sumergió en el caos.
Nadie sabe a ciencia cierta cómo surgió este malentendido, pero la desconfianza se arraigó en los corazones de ambos reinos. La comunicación se rompió, y las malas interpretaciones llevaron a un conflicto que se tornó inevitable. El Imperio de Havelar, en su creencia de que el Reino de Ondor se había vuelto hostil, tomó la decisión de conquistarlo para protegerse a sí mismo.
El Reino de Ondor, desprevenido y confundido por la agresión repentina del Imperio, luchó valientemente pero fue superado, pero no en número y recursos, si no en magia oscura, los humanos recurrieron a ella como la única alternativa, para poder derrotar a las bestias divinas.
...
La guerra desigual concluyó con la derrota del Reino de Ondor y su sometimiento bajo el dominio del Imperio de Havelar. Los estragos de la batalla dejaron a Ondor devastado y vulnerable, incapaz de resistir el poder oscuro del Imperio de Havelar.
Tras la conquista, poderosos magos al servicio del Imperio ejecutaron un hechizo inquebrantable.
Usando su magia ancestral, los magos encerraron las almas de las criaturas místicas de Ondor en collares mágicos, privándoles de su libertad y poder. Estos collares, forjados con el metal más oscuro y fundidos con la magia más antigua, se convirtieron en grilletes invisibles que aprisionaban a las criaturas en un estado perpetuo de servidumbre.
Los gritos desgarradores de las criaturas resonaron en los pasillos del palacio imperial mientras los magos ataban cadenas en cuello y manos de cada bestia divina vinculándolos a los collares.
Los collares más poderosos, eran los que tenían sangre real, ya que tenía una habilidad única y especial: podía transformarse en cualquier animal que deseara. Esto se debía a su linaje real y a la conexión profunda que tenía con la naturaleza y las criaturas del mundo.
Aunque su forma original era la de tigre albino, tienen el poder de cambiar su apariencia a voluntad, adoptando la forma de cualquier animal que imaginara. Podían utilizar sus transformaciones para moverse sigilosamente, explorar lugares inaccesibles para otros o incluso protegerse a sí mismos y a aquellos que estaban a su alrededor, lo que los convertía en la especie más poderosa y versátil.
Estos collares se convirtieron en una triste prueba del sufrimiento y la esclavitud a la que fueron sometidas las criaturas místicas de Ondor. Dónde serían controlados por un portador, así poder liberar a la bestia que este collar contenía y tenerla a su servicio. El destino de estas criaturas, una vez libres y poderosas, ahora estaba inexorablemente ligado al capricho de aquellos que los controlaban.
Con el paso del tiempo, la historia de los collares y las criaturas atrapadas en ellos se convirtió en un antiguo mito, perdido en las brumas del olvido.
La gente olvidó la verdad detrás de los collares y solo quedaron fragmentos de leyendas y cuentos. Sin embargo, en lo más profundo de las sombras del Imperio, las criaturas místicas seguían susurrando sus lamentos, esperando el día en que la luz de la libertad volviera a brillar sobre ellos.