CAPITULO 6

No había duda que Nicole Winther era una mujer inconfundible.

Sin embargo, estaba distinta, había algo en su mirada que hacia creer que había mirando más, algo de lo que cualquier humano no soportaría.

Su físico había cambiado, hace cuatro años ella era delgada, ahora era más que eso, pareciera mucho más frágil; sin embargo a pesar de eso, sus labios seguían siendo carnosos.

Se acordaba de su boca, soño con ella durante meses después de haberla conocido.

-- ¿ Qué estás haciendo aquí ? - la palabras salieron como un gruñido de su boca.

Observo como sus ojos se abrían de par en par.

¿ Creía que él la recibiría con los brazos abiertos después de mucho tiempo ? ¿ Acaso pensaba que aceptaría su aparición sin recriminaciones y preguntas ? No creo que sea tan ingenua.

-- He vuelto a devolverte el anillo - mientras hablaba abría el broche de la cadena y sacó el anillo.

Se lo devolvió con mano temblorosa.

-- ¿Porque me lo traes precisamente hoy ? ¿Que explicación puedes darme ?

-- Es tuyo - aseguro frunciendo el entrecejo confundida -. Si hubiese podido devolvertelo antes, lo hubiese echo.

En su ataque de ira, Dominic tomo su mano y la apretó entre sus dedos.

-- ¿ Quieres que crea que has tardado todo este tiempo para contactarme ? ¿ Cuatro años ? - añadió con furia.

Sintió que su mano temblaba, pero no sentía culpabilidad; ella no merecía compasión pues lo engaño con su muerte durante años.

Se negaba a sentir la tentación de tener su mano entre las de él pero pudo controlar la reacción de su traicionero cuerpo. Pues no sabía a que estaba jugando, pero él le demostraría que se había encontrado a la horma de su zapato, nadie jugaba con Dominic Lander.

-- No puedo creerte - contesto haciendo caso omiso de el dolor que miro en sus ojos, recordó que aquella mujer no era ninguna inocente, pues solo pretendía sacar todo el aprovecho posible a la situación como otras más, a diferencia que ella había encontrado un modo más sutil para hacerlo.

-- Pues es verdad - aseveró ella -. Busque noticias tuyas y por eso es que vine.

Era obvio, se había enterado de quién era él y había ido a buscarlo inmediatamente, era casi incleible que lo hubiese echo; aunque entendía que como sabía quién era él y la cuantiosa fortuna que poseía ella lo hubiese localizado tan rápido.

-- Disculpa si llegué en un mal momento, no fue intencionalmente - su labio inferior temblaba pero solo por un instante. Pues enseguida volvió a alzar la barbilla para mirarlo fijamente -. Y ahora que te he entregado lo que es tuyo, me marcho.

Sin duda alguna, iría directamente a una agencia de prensa cercana y vender su historia.

¡ No, eso no iba a permitirselo !

-- Me temo que estás equivocada, tu de aquí no sales - dijo Dominic.

-- Pero por qué, si es evidente que aquí no soy bienvenida.

-- Eso no es verdad - admitió él -. Pero ¿ crees tú qué soy idiota para dejar que vayas tan tranquilamente ?

Nicola abrió la boca para protestar, más Dominic se lo impidió ferozmente.

-- ¡ Ya está bien ! Deja de demostrar una inocencia que no existe, no saldrás de aquí hasta que me hayas dicho todo y podamos llegar a un... acuerdo de nuestra situación.