Un viaje

El sale de mi despacho, y dos minutos después entra ella tan hermosa como siempre, tiene un vestido de flores ajustado se nota bien sus curvas, una chaqueta de jean su cabello suelto y unos zapatos bajitos y trae un bolso negro.

- Buenos días. - Se asombra al ver a todos en el despacho - Que pena, si está muy ocupado vuelvo más tarde.

- No se preocupe por ellos, saben todo lo que pasa acá, y son de confianza.

- Ok, en ese caso vengo a pagar la deuda en su totalidad - Ella se acerca a mí escritorio y deja el bolso encima, no lo deja lo bota. - Puede contarlo si no confía en mí.

- Seguro está todo, era una suma bastante alta. - Ella gira la cabeza para ver a su interlocutor. - En ese bolso no cabría ni la mitad.

- Puedo esperar hasta que usted mismo lo cuente no tengo ningún afán. - Lo dijo en un tono bastante frío y sin miedo de verlos armados. - Ahora sí no hay más comentarios por parte de ustedes necesito que me entregué los papeles de la deuda.

- No es por desconfiar de ti dulzura - Maicol habla - Pero yo si voy a contar el dinero - Se levanta y se acerca al escritorio abre el bolso y saca el dinero.

- Adelante, pero para la próxima no me llame dulzura, eso no lo soy, usted a mi no me conoce y yo a usted tampoco. - Se sienta en el sofá y espera, cuando Maicol terminan asiente con la cabeza el dinero está completo, yo saco los papeles y se los pongo encima del escritorio.

- Aquí están sus papeles, espero vernos pronto.

- Lo dudo, en mi caso espero no encontrarmelo nunca más. - Coge los papeles y sale del despacho.

- Al parecer, te salió más viva y te pago el total ahora que vas a hacer ahora, la calentura de tu entrepierna no creo que esté muy contenta con esta situación.

- Mierda, nunca pensé que tuviera esa cantidad, Maicol verifica si pidió algún préstamo o si alguien le dió la plata, en cuanto a lo otro necesito que busquen a Lucia y la lleven a los otros bares que pida crédito como loca, vamos a ver si sigue teniendo plata para pagar.

- En serio eres de lo peor- Jeison dice.

- Pero quién los entiende, me dicen que estoy perdiendo mi encanto y ahora que la voy a joder con las deudas de su madre me critican.

- No era una crítica más bien era un cumplido, por fin está volviendo nuestro amigo el demonio del que todos debían de temer.

Juanita

Cuando entre de nuevo a su oficina no pensé encontrar a tres hombres, la verdad ninguno de ellos está feo. Juanita deja de pensar en eso estás acá para pagar la maldita deuda de tu mamá, no para deleitarte.

Pero me pueden culpar, debería ser un delito ser tan apuesto y pertenecer a la mafia, al parecer ese debe de ser un requisito. Saco esos pensamientos de mi cabeza y me concentro en el asunto que me preocupa.

Cuando le digo a Alexander que tengo el dinero se que no le gusto de a mucho y no pensó que yo tendría la plata completa, cuando uno de sus muchachos termina de contar el dinero Alexander me entrega los papeles y salgo de ahí, sin mirar atrás.

Al llegar de nuevo a mi apartamento, llamo a Matt tenía que hablar con alguien a pesar de mi dureza frente a ellos por dentro estaba muerta de miedo, había pasado mucho tiempo yo no pensé volver a tratar con ese entorno. Escucho el timbre de mi apartamento cuando veo por la mirilla me doy cuenta que es Matt.

- Hola corazón. - Le digo y le doy un abrazo.

- Como estás, que pasó porque estás tan preocupada. - mi cuerpo comienza a temblar incontrolablemente. El me sujeta fuertemente hasta que me calmo y puedo hablar.

- Preocupada no asustada si, acabo de llevar la plata del pago.

- Juanita porque no me avisaste, porque se te ocurrió ir sola no sabes nada de él y te arriesgas así.

- No quiero involucrar a nadie en esto, bueno solo quería decirte que recupere los papeles del préstamo y de la casa, ya puedo estar tranquila.

- Eso me parece muy bien, ahora dejemos de hablar de cosas tristes y más bien salgamos.

Llamar a mi amigo fue lo mejor que hice me pude desahogar con el, siempre encuentra palabras de aliento para mí, o actividades que hacer para sacarme una pequeña sonrisa.

Los días pasaron y no tuve noticias de mi adorada madre, en cuanto a mi trabajo va muy bien, Mateo está muy contento, él es un gran amigo y me ha estado echando los perros, desde que llegué a su cocina.

- Hola princesa. - Mateo llega a mis espaldas.

- Menudo susto casi me matas o peor casi provocas un accidente. - Le muestro el cuchillo que estaba utilizando.

- Tranquila solo quería hacerte una invitación a Italia.

- Y eso con qué motivo.

- Tengo que ir a visitar un lote para un nuevo hotel y quería que tomarás unos días, hace años no sales pero tengo que decirte que salimos mañana.

- Porque tan rápido, y también porque me dices hasta ahora. Sabes que no es asi de fácil salir o alistarse.

- La verdad me enteré esta mañana de la venta del lote, y quiero aprovecharlo a demás tendriamos tiempo de conocer. Y si te preocupa los gastos, yo te invito a todo no quiero ir solo, que me dices ¿si?.

- Un viaje gratis y con todo pago me apunto gracias. - Y era otra gran distracción.

- Eso esperaba, pero hay otra cosa no vamos a ir nosotros dos solos.

- ¿Que quieres decir?

- Hoy hablé con Alexander el del evento de la vez pasada, necesitaba de tus servicios para otro evento y le dije que íbamos a salir de viaje y se me soltó a donde íbamos y se ofreció a llevarnos, perdoname pero ahora no me vayas a decir que no vas, me ilusiona mucho ir en tu compañía.

- No te preocupes no voy a cambiar de opinión y si no es más tengo que trabajar. - Y yo que no quería verlo de nuevo, porque ellos tenían que ser amigos.

Mi día paso sin ningún contratiempo, cuando termine mi turno me fui a mi apartamento, le dije a Matt y a Camila que me iba de viaje con Mateo, los dos estaban muy contentos. Y esperan que pase algo entre nosotros dos.

A la mañana siguiente llegue al hotel, estaba emocionada porque iba a salir del país, Mateo recogió mis maletas y las llevo a su auto. Cuando llegamos al aeropuerto me impresionó ver un hermoso jet privado. Que lujos los que se da este hombre y como no si lo he estado investigando. Su fortuna es más grande que todo el dinero del país.

Cuando me ve se queda de piedra, no pensé que reaccionaria así pero es muy bueno producir ese efecto en él.

- Buenos días Alexander.

- Buenos días Mateo, veo que bienes con buena compañía.

- La verdad es que si, ella se lo merece no conoce Italia y es una buena trabajadora, además no quería viajar solo.

- Interesante. - Todos entramos en el jet y comienza a despegar, y aya voy con mi amigo y con el hombre que hace poco me estaba chantajeando. Solo espero que esté viaje salga bien.

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