Solo mía

Alexander

Cuando me pidió que la acompañará quedé en shock, no pensé que me lo pidiera a mi no importa si era su segunda o tercera opción. Pero se acordó de mi.

De regreso a su casa y después de escucharla hablar con Mateo, y que todavía no le haya dicho que negocio es el que tenemos me enfurecí, no quería dejarla sola esa noche pero él la estaba esperando, al día siguiente quería llamarla pero sabía que estaba ocupada con lo del funeral de su mamá no la quise molestar, pero me estaba muriendo por llamarla.

Me tiene loco, nunca ni con mi ex prometida había sentido tantos celos, mis hombres me informaban de cada paso que da, si ve o no ve a hombres. Pero lo que más rabia me da es que se está uniendo a Mateo cada vez más.

Hoy la cité en mí casa, nunca antes había traído a nadie a excepción de mi ex. Cuando Artur me dijo que ya estaba acá casi me voy de narices por ir a abrir la puerta.

Mi ojos y mi corazón latió fuertemente, verla en ese vestido negro, zapatos altos el cabello recogido de lado muy diferente a como se ve en el restaurante era una Diosa.

No me aguante las ganas y me acerque a ella ese escote en su espalda haría enloquecer a cualquiera. Sé que ella me desea aunque no lo demuestre con palabras, pero su cuerpo lo demuestra es algo difícil de esconder.

- Porque quiere hacer esto, usted está comprometido. - Sus palabras salen un un poco de resentimiento.

- Ya no - Mi voz sale en susurro y ronca - Desde que estuve contigo no volví a estar con nadie y menos con ella, hace poco la deje porque solo hay una persona que ocupa todos mis pensamientos. - Y era verdad.

- Que historia tan conmovedora pero no te creo. - Ella trata de soltarse de mi agarre pero yo la giro para que quede frente a mi tomo sus muñecas y las coloco por encima de su cabeza.

- Te lo puedo demostrar tengo videos.

- Grabas todo lo que haces.

- Casi todo, pero tú encuentro conmigo no, ese día apague las cámaras, por favor Juanita te necesito cerca de mi. - Coloco mi frente contra la suya sus ojos me miran profundamente como si buscarán una señal de mentira y yo no aguanto más.

Uno mis labios con los de ella, sigo haciendo presión a sus brazos su cuerpo busca al mio. Después de unos segundos responde a mi beso cuando estoy seguro de que no huirá suelto sus manos para poder agarrarla bien, sus manos suben hasta mi cuello en donde se agarra.

El beso está lleno de pasión y deseo, la vuelvo a girar mi pecho está contra su espalda, la coloco frente al escritorio

- Por lo que siento, tu cuerpo me reclama. - Ella no dice una palabra pero suelta un gemido que me excita. Subo su vestido y su pequeñas bragas me gritan que las arranque y lo hago. Bajo mis pantalones y la tomo hay pero no solo una vez fueron tres veces más. La felicidad me abruma mucho porque volví a hacer el amor con ella en mi oficina, en mi casa cuando terminamos nos vestimos y la alzó para llevarla a mi habitación, es la única mujer que tiene el privilegio de dormir conmigo en mi cama personal.

La cena que se espere porque nosotros tenemos mucha hambre pero de esa comida no, tenemos hambre de nosotros mismos

- Te digo un secreto gatita.

- Cuál será.

- Eres la primer mujer que se acuesta en esta cama y a la que le voy a hacer el amor toda la noche y dormirá en mis brazos.

- No te lo creo Alexander que pasa con tu prometida. - Y dale con el cuento de mi prometida.

- Ella venía a quedarse acá en la casa y yo me quedaba con ella pero no en esta habitación y menos en esta cama. Así que prepárate para esta noche, y bueno de ahora en adelante porque serás solo mía y de nadie más.

- Que te hace pensar que eso va a ser así. - Dios mío porque le gusta sacarme de mis casillas, me cojo el puente de la nariz para no estallar.

- Porque se que sientes algo por mi y por qué está noche vas a quedar marcada, y cuidado si me llegó a enterar que otro hombre te toca no sabes de lo que soy capaz. - No la dejo responder porque la comienzo a besar desesperadamente le quitó el vestido nuevamente.

Lo hacemos de una manera más suave la trato con delicadeza, cuando terminamos nos acurrucamos ella pone su cabeza en mi pecho y en menos de 10 minutos se duerme.

La observó dormir, ee un ángel no se si pueda dejarla mañana en casa de Mateo, se que ella no tiene nada con él, pero que duerman bajo el mismo techo me pone mal. A la mañana siguiente, ella se despierta asustada cuando se gira y me ve se le ilumina el rostro.

- Buenos días gatita.

- Buenos días Alexander, si no te importa me dejas levantar, tengo que ir a la casa a cambiarme e irme a trabajar.

- Y si te dijera que te voy a secuestrar hoy.

- Eso está fuera de discusión, y lo sabes muy bien mi trabajo es primero que todo.

- Tu trabajo o Mateo. - Sin decir una palabra se levanta bruscamente de la cama y se mete al baño. mierda la he cagado con el comentario que hice. Malditos celos los míos esto me van a llevar por mal camino con ella.

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