Capítulo 4

SEAN

Conducimos hasta la empresa, durante el viaje hablamos de todo y de nada, ella es agradable, una gran presencia. Llegamos a nuestro destino, cuando estaciono veo el auto de mí hermano cerca...

– ¿Connor?

*Me mira*– ¿Señor? ¿Me dijo algo?

– No, nada. Mí hermano está aquí, ese es su auto –*lo señaló con el mentón*

– ¿No sabía que vendría?

– Si, me dijo que vendría, pero no tan temprano. Andando –*vamos hacia la puerta*

SEAN

¿Que querrá mí hermano tan temprano aquí?. Jamás se levantó temprano en su vida, ni para ir a la escuela que yo recuerde. Nos adentramos en el ascensor...

– Señor Carter. ¿Acaso no tiene buena relación con su hermano?

– Si, tengo muy buena relación con el. ¿Por qué?

– Es que parece que no le haya gustado que viniera

– Me sorprende que haya venido tan temprano, es todo. Connor es un poco...

– ¿Irresponsable e liberal? –*termina mí frase*

– Algo así, si. Jamás le gustó tener responsabilidades con nada

– Quizás esté dispuesto a cambiar, señor

– Tal vez... –*el ascensor se abre en nuestro piso*– Señorita...

– Gracias –*sale del ascensor*

– ¡HERMANO! –*Connor viene hacia nosotros*– ¿Cómo estás?

– Buen día, Connor –*Lo abrazo*

– Se que no esperabas que... –*desvía su mirada a Elizabeth*– que llegara temprano

*Sigo su mirada*– Si, la verdad me sorprendiste –*me giro hacia Elizabeth*– Señorita Keller, puede ir a su oficina, la llamaré cualquier cosa

– Si, señor –*se va*

*La sigue con la mirada*– Wua... Pero que belleza

– Connor... Vamos a mí oficina

ELIZABETH

La mirada que me lanzó el hermano del señor Carter no me gustó nada, no tiene nada que ver a Sean Carter, eso se nota a simple vista. Me quedo unos minutos en mí oficina pero luego decido ir por un café...

– ¡Buenos días, señorita Keller! –*me dice Lucy una de la empleadas*– ¿Lista para el segundo día?

– ¡Siempre!. Buenos días

– ¿Él señor no te necesita todavía?

– Aammm... no, está con su hermano en estos momentos

– ¿Connor Carter está en la oficina?

– Si, son muy diferente entre si

– Siempre lo fueron, Sean Carter es serio, callado y vive trabajando, mientras que Connor Carter es el rebelde de la familia, divertido y vive de fiesta

– Me agrada más el señor Carter...

– ¿Cuál de los dos, Lizy?

– Sean Carter, me agrada

– ¿Te agrada o te gusta? ¿Eh?

– ¡NO!. ¿Cómo dices semejantes cosas? ¡Es mí jefe!. Por el amor de Dios –*digo poniéndome roja tomate*

– ¡JAJAJA!. ¿Sabes?. Me agradas eres divertida, Lizy

*Aparece*- Señorita Keller, el señor la llama, dice que vaya a su oficina inmediatamente

– Claro, ahora voy –*dejo mí café en la mesa*– No vuelvas a decir cosas así, Lucy

– ¡Adiós!. Saludos al señor Carter

SEAN

Mí hermano está frente a mí leyendo algunos papeles me sorprende que entienda lo que dice, él que nunca se interesó en la empresa entiende bastante bien de que se trata. Ya son mas de las 11 am...

– ¿Que opinas, Connor?

*Deja el contrato en la mesa*– Me agrada, Sean. Eres igual que papá en los negocios

– Gracias, fue papá él que me enseñó mayormente lo que entiendo

– Si, siempre fuiste el favorito de papá –*me dice*

*Toca la puerta y abre*– Señor. ¿Me necesitaba?

– Si, señorita Keller. Adelante... –*ella entra y le extiendo un archivo*– Necesito que analice a fondo este archivo hay algo que no me cuadra pero no lo encuentro, quizás usted si

– Claro, señor –*se acerca a mí y toma el archivo*– ¿Necesita algo más?

– No, nada más

*Connor se acerca a ella*– Permítame presentarme señorita. Soy Connor Carter, el hermano menor de Sean –*le extiende su mano*

*Responde a su saludo*– Un placer conocerlo, señor. Soy Elizabeth Keller

– Igualmente Elizabeth y por favor, dime Connor.

*Asiente con la cabeza*– De acuerdo. Debo trabajar, que tengan buen día –*sale de la oficina*

– Quiero tener su número, Sean. ¿Desde cuándo trabaja para ti?

– Desde ayer, Connor. No empieces con tus conquistadas por la empresa

– Ella es una belleza extraña, jamás vi algo como ella

– Te lo advierto, no quiero relaciones en la empresa

– Hablando de eso, quiero hablar contigo sobre algo... –*se sienta frente a mí*– Quiero empezar a trabajar aquí, hermano

*Abro los ojos de par en par*– ¿Que quieres que cosa?

– Comenzar a trabajar aquí, contigo. ¿Que me dices?

– ¿Estás seguro, Connor?. Tu eres un chico muy inquieto no te veo en una oficina trabajando por 9 horas encerrado aquí

– Creo que podré intentar, ¿o no me crees capaz? –*me dice cruzado de brazos*

– No es eso Connor, pero aquí tienes que estar listo para todo lo que venga. ¿Te crees capaz?

– Si, claro que sí. Me creo completamente capaz de soportar al insoportable de mí jefe

*Río*– De acuerdo, hermano. Prepararemos una oficina para ti, empiezas mañana

– De acuerdo, tu eres el jefe, Sean... digo, señor Carter –*me dice burlon*

– No es gracioso, Connor. No quiero fallas ni nada por el estilo, que quede claro

– Quedó perfectamente claro, Sean

ELIZABETH

Estoy analizando el archivo que el señor Carter me dejó, leo todas la páginas y veo un error, quienes organizaron este contrato ordenan tener control sobre gran parte del proyecto y dinero que proporciona la empresa. Es una pequeña parte escrita, no está ni escondida ni a la vista. ¡MENUDA JUGADA!, podrían haber tenido el control de CARTER INC en un santiamén. Además es un error no denunciable a la justicia, está escrito notoria y justamente en el contrato, menos mal que me di cuenta. Decido salir al despacho del señor Carter...

*Choco contra alguien*– ¡Uy... Perdón! –*levanto la vista y me encuentro con el menor Carter*

– ¡Elizabeth!. ¿A dónde tan apurada?

– Tengo que ver a su hermano, es urgente. No puedo quedarme hablando, permiso

*Se interpone*– Pues ahora TU jefe también será el mío aparte de mí hermano. Empezaré a trabajar aquí

– Aamm... Me alegro por usted, señor Connor. Pero tengo cosas que decirle a su hermano

– ¿Por qué tan interesada?. Ahora seremos compañeros

– También será un placer trabajar con usted, pero...

*El señor Carter aparece por el pasillo*– Connor. ¿De que hablamos?

– Está bien, Sean. No la molestaré mientras trabaja –*se aleja de mí*– Tenga buen día, Elizabeth

– Igualmente, señor –*veo al menor Carter desaparecer por el pasillo y miro a mí jefe*

– Espero que no la haya incomodado

– No, no se preocupe. Seguro que solo quería hacer amigos aquí, tengo entendido que no viene mucho

– Pues eso cambiará. ¿Iba a verme?

– Así es, señor Carter –*le muestro el archivo*– Tengo algo...

– Bien, sígame –*vamos a su oficina y se sienta en su silla*– Siéntese por favor

*Me siento frente a el*– Encontré una irregularidad, el contrato que le enviaron exige tener tener el control en el proyecto y el dinero de la empresa, osea la suya. Veo que lo pensaron bien ya que...

*Me interrumpe*– No está escondida esa parte, tampoco deja que se vea mucho –*me sonríe de lado*

– Pero... ¿Usted ya...? –*lo miro confundida*

– Señorita Keller –*me sonríe y se levanta para sentarse a mí lado*– Llevo más de seis años liderando está empresa, además de haber visto a mí padre trabajar cuando era niño y adolescente

*Cierro los ojos*– Claro... ¿Cómo no lo pensé?

*Ríe*– Era una prueba, para ver si podía resolverlo y hizo en... –*mira su reloj*– Menos de 40 minutos... ¡Increíble!

– Seguro que usted lo noto mucho antes, señor

– Claro, señorita. Apenas lo vi, pero debo decir que hizo un excelente trabajo –*me sonríe*

– Gracias, me agrada su modo de probarme. Es una buena táctica

– Lo se, jamás tuve una asistente que supiera resolver tan rápido mis pruebas. Si sigue así la terminaré ascendiendo a un puesto mayor

*Me sonrojo y bajo la mirada*– Espero no defraudarlo

– Lo dudo, tiene mucho potencial

*Sonrío*– Aamm... ¿Necesita algo más?

– Claro –*mira el reloj*– 12 del mediodía... ¿Que me dice? ¿Me acompaña a almorzar?

– ¿Cómo? ¿Con usted?

– Si, conmigo. Conozco un buen restaurante por aquí cerca, yo invito. ¿Que me dice?

*Le sonrío y le respondo nerviosa*– Pues...si usted quiere... Si, con gusto

– Genial, vamos –*salimos de la oficina*

SEAN

Me alegra que haya aceptado mí invitación, ya que no pude estar con ella durante la mañana espero poder aunque pasar una hora en su compañía, así puedo conocerla mejor. Manejo hasta el restaurante y entramos dónde me recibe el dueño...

– ¡Oh!. Que bueno que haya vuelto, señor Carter –*me dice con asentó italiano*

– Muchas gracias, señor Alonso

*Mira a Elizabeth*– Che bella giovane donna. ¿Quella è la tua ragazza, signor Carter?

– ¡Oh no no no!. Lei non è la mia ragazza, signor Alonso

– Beh, sarebbero una bellissima coppia innamorata

*Nos mira confundida*– No entiendo nada... ¿De que hablan?

*La miro*– De nada, de comida, Elizabeth...

– Pues... es un placer conocerla, señorita. ¿La mesa de siempre, señor?

– Tu sabes Alonso... –*nos guía hacia la mesa*

*Le aparto la silla*– Muchas gracias, señor –*ella se sienta y yo frente a ella*– Es muy lindo este lugar, tiene buen gusto

– Siempre me gustó la comida italiana, también Italia es uno de mis países favoritos

– Tiene su encanto, aunque jamás tuve la oportunidad de ir hacia allá, siempre me quedé en Estados Unidos

– ¿Jamás se atrevió a cruzar la frontera del país?

– Algo así. Mí padre siempre me dijo que viajará por el mundo si tenía la oportunidad, que viviera al tope, como él jamás pudo hacerlo

– ¿Cómo era él? ¿Su padre?

– Era un gran hombre, cariñoso, bueno, amable... Era policía

– ¿Policía? ¡Vaya!. Aparte de tu hermana y tu... ¿Hay más hermanos?

– No, solo somos nosotras dos, Helena siempre fue la hermana favorita de mí madre, es la belleza personificada. Seguro que lo noto hoy

– Admito que es bastante bella

– Está soltera por si le interesa, señor

– ¿Acaso intenta engancharme con su hermana, señorita Keller?

– No, no. Pero ¿no le pareció bella?

– No quiero ofenderla, claro que es bella. Pero no es la clase de mujer que me gusta

– Pero es la clase de mujer con la que se deja ver a menudo, y usted tiene una ex novia modelo Kendall Miller

– ¿Estuvo investigando sobre mí?

– ¡No, por favor!... –*se pone colorada*– Mí madre investigo sobre usted, lo ve como él yerno perfecto

– Déjeme adivinar. ¿Pensaba que me enamoraría de su hermana?

– Si, mí madre quería eso, y admito que yo creía lo mismo

– Mmm... –*la miro*– No es la mujer para mí, además creo que hay alguien ya

*Baja la mirada*– Felicidades, señor

*Llega*– Perdón por la interrupción...Les traigo el menú

– ¡Ya sabes lo que yo quiero, Alonso!. Tu deliciosa pasta con carne –*le sonrío a Alonso*

– Por supuesto, señor. ¿La bella joven que ordenará? –*dice mirándola*

– Bueno... Una lasaña con mucha carne

– La señorita sabe de la comida, siempre la carne es lo mejor

– Es usted él que sabe, señor. Es el mejor cocinero según mí jefe

– El señor Carter es un cliente querido y habitual, aunque normalmente viene solo, hoy trajo una bella y especial compañía

*Elizabeth se sonroja inmediatamente*– Gracias, señor...

– Enseguida les traigo sus platillos... –*se va*

– Creo que le agrado al señor Alonso. Además es muy amable

– Lo es, y sin lugar a duda le caes bien. Es que siempre que vengo aquí, estoy solo

– Entonces... ¿Por qué me invitó?

– Hoy no me apetecía estar solo, quería tener algo de compañía como dijo Alonso –*le sonrío*

SEAN

Mientras esperamos los platillos aprovechamos a conversar un poco más, jamás me había sentido tan cómodo hablando con alguien. Ella es tan alegre y libera un aura colorido y brillante...

– ¿Y que me dice usted? ¿Que cuenta de su niñez? –*me dice ella apoyando los brazos en la mesa para mirarme*

– Bueno, nací en cuna de oro, por así decir. Mí padre ya era empresario, pero siempre me enseñó sobre la humildad, él era ya humilde, salió solo del lugar donde creció y se convirtió en lo que es

– Tengo enterado que fue él quien creo CARTER INC

– Es verdad. Comenzó de a poco y llego a lo más alto, siempre ayudo a la gente desamparada, yo intento hacer lo mismo, claro que no soy mí padre

– Usted lo hace bien, señor. Es admirable su trabajo no solo en la empresa, sino con el mundo

– Si pudiera ayudar a todo el mundo, lo haría

– Hace lo que está a su alcance, señor, y lo hace bien. Es un modelo a seguir

– Gracias señorita Keller...

*Llega*– Les traigo sus platos...

ELIZABETH

El camarero deja los platos en la mesa mientras yo miro a Sean, no aparta la mirada de mí, sus ojos son de un ámbar tan intenso que hipnotiza...

– Señorita... su plato

*Veo que mis brazos ocupan la mesa*– Claro, lo siento... –*quito mis brazos de la mesa*

– Gracias... –*deja el plato frente a mí*

*Veo en su muñeca el tatuaje de serpiente*– ¿Que...? –*levanto la mirada y veo su rostro*

*Me mira y se queda helado*

– Tu... –*me levanto de golpe, chocando con la mesa y tiro el plato*

*Se levanta*– Elizabeth, ¿que ocurre?

– Yo... Tu... –*salgo corriendo*

– ¡Elizabeth! ¡ESPERA! –*deja dinero y la sigue*

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