Capítulo 18: *Dos años Después*

...• DOS AÑOS DESPUÉS •...

ELIZABETH

Han pasado dos años desde que la empresa empezó a tener sus problemas, no puedo creer que Sean no haya sido capaz de descifrar algo que estaba a su simple vista, siempre fue un hombre inteligente. ¿Que le ha pasado?

Por mí parte todos los días recuerdo aquella noche apasionada con aquel hombre que solo Dios sabe que tan bien fue creado, cómo me comía entera con su boca y sus manos en mí cuerpo hirviendo. Estoy en una heladería con Jane, Helena, Connor y Alex, pero yo no estoy aquí sino en Efraín, ¿que habrá sido de el estos dos años? ¿se acordará de mí? ¡Seguramente no!...

*Chasquea los dedos frente a mí*– ¡HOOLAAA!. ¿Elizabeth estás con nosotros, hermana?

– ¿Que ha pasado, chicos? –*los miro a todos*

– Nada solo que te nos fuiste por unos minutos, estábamos hablando sobre la empresa –*dice Alex*

– ¿Sobre la empresa? ¿Que ha pasado con la empresa?

*Connor suspira*– Han encontrado una forma de salvarnos de la quiebra. Esperemos que funcione

– ¿Que forma? ¿De que se trata? –*pregunto*

– Sean le ofreció un trato a una empresa extranjera MUY poderosa

– ¡Eso es bueno si pueden ayudarnos!. ¿Pero qué trato fue ese?

– Bueno, le dio parte de las acciones de la empresa, ellos tienes el 60% de la acciones

– Espera un momento... ¿Quieres decir que tenemos un...?

*Connor asiente*– Así es, además de Sean tenemos un nuevo jefe superior

– ¡Sean renunció a su jefatura! –*exclama Helena*

– Tampoco eso... –*dice Connor*– El nuevo jefe acepto "compartir la empresa". Será cincuenta, cincuenta tendremos dos jefes

– ¡Oh!... –*dice Jane decepcionada*– Pensé que Sean sufriría el karma. Sin ofender, Connor

– Nah, no te preocupes. Esperaba lo mismo que tu, habrá que esperar hasta el lunes para conocer al nuevo jefe supremo

*Todos reímos*

Ahora tendremos un nuevo jefe por lo que escucho, esperemos que sepa manejar una empresa aunque por lo que nos cuenta Connor es bastante inteligente y astuto, podrá competir fácilmente con Sean.

Después de un fin de semana largo y agotador, en la empresa todos están de un lado para el otro esperando la llegada del nuevo jefe y sus hombres, la enorme oficina de él está lista. Estoy caminando por los pasillos...

– Buenos días, señorita Elizabeth –*escucho a Emma detrás mío*

– Ay... ¿Por qué? –*susurro y me giro hacia ella*– Apenas empieza el día y tengo mucho trabajo, Emma. Será mañana

– ¿Por qué me hablas así? –*se cruza de brazos*– Soy la novia del gran jefe

– ¡Uy si que miedo! –*digo con sarcasmo*– No te he dicho nada que pueda ofederla, señorita Emma

– Pero es una falta de respeto que no hable conmigo

*La miro*– ¿Por qué es una falta de respeto?. Tengo que ir a trabajar así que buen día, señorita

– ¡Le dije que se detuviera! –*me toma del brazo*

– ¿¡Que está pasando aquí!? –*grita Connor*– ¿Por qué la tienes así, Emma?

– ¿Que te metes, Connor?

*La miro enojado*– Soy uno de los jefes, AQUI mando yo, ¡Sueltala ahora mismo!

– Claro... –*ella me suelta*– Proteges a la familia de tu novia

– Valen más que mí propia familia, dejala tranquila, debe trabajar

– Eres un idiota, Connor, podrías tener cerca a tu familia y prefieres a tu novia, que pena –*se va*

– Gracias, Connor –*le digo*

– De nada, Lizy. La verdad ni entiendo que hace aquí, ni siquiera trabaja en esta empresa

– Tu madre debe estar aquí, sabes que ella es su mula

– ¡No digas eso, Elizabeth!. No ofendas a una mula –*reímos*– Tengo que ir a preparar las cosas para cuando llegue el nuevo jefe, adiós, cuñada –*se va*

Paso el resto del día de aca para allá organizando la sala de reuniones para la llegada de ese misterioso jefe y su equipo principal ejecutivo. Todos aquí dicen que son inteligentes y astutos, descubrirán cualquier trampa con echarle solo una mirada al contrato.

Después del almuerzo junto a Lucy y Connor volvemos al trabajo, ahora están aún más inquietos...

– Lizy, ayudame por favor están en camino –*dice Connor*

– Claro, cuñado. ¿En qué puedo ayudarte?

*Se acerca a mí*– Gracias, necesito que saques copia a este contrato, ¿puedes?

– Claro que puedo, tu ve y organiza todo lo que tengas que hacer –*tomo el contrato*– Estarán aquí antes de que lleguen

Salgo de mí oficina y me voy a la fotocopiadora del piso, están todos nerviosos por dónde mire, ¿tanto miedo tienen a que lleguen?...

– Hola, Lizy. ¿Mucho trabajo? –*veo a Lucy*

– Solo tengo que hacer diez copias de este contrato, fuera de eso... no nada

*Suspira*– Esperemos que sean buenos jefes, no quiero tener que lidiar con amargados

*Me río*– Serán nuestros jefes y ya. No nos queda otra que aceptarlos

– Es cierto, ¿necesitas que te ayude?

– Claro ayudame... –*escuchamos el timbre del ascensor*

– ¿Cómo? ¿Ya llegaron? –*dice Lucy asustada*– ¿Tan rápido?

Ambas miramos a la por la ventanita de la puerta de la fotocopiadora, es ascensor está justo en frente de está habitación.

Cualquier persona se aleja del ascensor, terminan de abrirse las puertas de este y salen varios hombres...

– ¿Será alguno de ellos...? –*pregunta*

– No lo sé... –*digo*

Todos los hombres son increíblemente elegantes, salen cinco hombres y finalmente esperan a que alguien más salga. En ese momento lo veo... veo a ese hombre que se adueñó de mí cuerpo aquella noche... Efraín sale del ascensor, los demás hombres inclinan un poco la cabeza con respeto. Lo observo hipnotizada y mí corazón da un vuelco terrible, late como nunca ha latido en mí vida.

Como si sintiera una mirada sobre si, se gira hacia la habitación, me agachó para que no llegue a mirarme. Ellos siguen su mirada...

*Me mira extraña*– ¿Lizy? ¿Por qué hiciste eso?

– ¿Eh?. No nada, es que pensé que se me había caído algo –*digo temblando*

– ¿Segura que estás bien? –*me pregunta mirándome confundida*

– Si, si, no te preocupes Lucy

*Connor entra*– ¿Chicas ya terminaron?. Los nuevos socios por así decirlo, están en la sala de reuniones

– Está bien, ya terminamos... –*le entrego las copias*

– Genial, vamos, Lizy. Tenemos que allá.

*Lo miro pálida*– ¿Tengo que ir yo también?

– Si, ¿cómo no vas a ir?. Eres la asistente de Sean y conoces varias cosas de la empresa

– Aamm... Está bien, vamos –*digo tratando saliva*

Connor y yo nos despedimos de Lucy, caminamos hasta la puerta de la sala de reuniones. Antes de entrar respiro profundo, ruego porque él no diga nada o porque haya estado ebrio y no me reconozca.

Entramos a la sala y vemos a Efraín estrechando la mano de Sean, presentándose, ya hay varias personas en la sala. En cuanto escuchan la puerta abrirse de dan vuelta, mí mirada se encuentra rápidamente con la de Efraín y mí corazón se acelera a fondo escalofríos corren por mí cuerpo me tiemblan las manos, este sonríe al instante que me ve. ¡Maldición, me reconoce!...

– Que bueno que hayan llegado –*dice Sean y mira a Efraín*– Le presento a mí hermano menor Connor Carter

– Un placer conocerlo –*dice Connor y estrecha su mano*

– Igualmente –*dice Efraín sin alejar la vista de mí*

– Y ella –*Sean me mira*– es mí asistente, Elizabeth Keller

*Extiendo mí mano*– Un placer verlo...

*Toma mí mano y la lleva hacia su boca*– Igualmente señorita –*deja un beso en ella y me derrito*

– Chicos les presento a Efraín Victorino. Su jefe –*dice Sean*– Vamos a sentarnos

Me siento aún aturdida, ese hombre tiene un efecto increíble en mí de desestibilizarme con un solo toque. Estoy en el medio de la mesa, Efraín y Sean están en las cabeceras, mientras leemos el contrato, miro a Efraín y él me mira a mí.

Su mirada está llena de ¿deseo? ¿me está mirando a mí de esa manera?. Siento que me tiemblan las piernas, nos miramos como si analizaremos el efecto que tenemos sobre el otro.

Algo es seguro en esta historia y es que no se ha acabado, esa noche solo fue el comienzo

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